El caso de Romina, la joven cuidadora que fue asesinada por su marido en Lanzarote, tiene una nueva hipótesis. Su marido, Raúl Díaz, explicó en un primer momento que intentó quemar el cuerpo y que luego lo lanzó al mar. Según las investigaciones, es muy probable que no llegara a tirarlo y lo quemara por completo.
Los investigadores de la Guardia Civil que están detrás del caso están intentando dar con la barbacoa empleada por Díaz para quemar el cuerpo. Se trata de una barbacoa de alta gama, de más de 1.000 euros, que dejó tirada cerca de la residencia El Palmeral.
Según informa Canarias 7, las autoridades han estado haciendo batidas para buscarla. No descartan que haya sido recogida por alguien anónimo para usarla en su casa ya que estaba en buen estado.
A la investigación también se ha aportado una prueba que finalmente ha sido inútil. La Guardia Civil ha recibido las grabaciones del centro hospitalario Dr. José Molina Orosa al que Díaz fue a buscar a Romina para que no le denunciara. Sin embargo, una de las cámaras estaba sucia y no se podía ver lo que grabó y la otra apuntaba a un ángulo muerto.
Esto ocurrió el día 29 de diciembre, dos días antes del asesinato, cuando ella fue al médico por la presunta paliza que él le había dado. Díaz, entonces, se adelantó para recogerla y evitar que fuera atendida y que pusiera una denuncia.
Actualmente, Díaz se encuentra en la cárcel acusado de malos tratos y homicidio. Cuando se pueda esclarecer exactamente qué pasó se podrán saber las penas.