El libro de Pedro Sánchez (Manual de resistencia) no ha dejado indiferente a nadie. Y en Zarzuela, menos aún. Aunque el contenido ha comenzado a trascender ahora con la llegada del manuscrito a las librerías de todo el país, lo cierto es que en el recinto de El Pardo hace ya unos días que saltó la alarma y el enfado.
El presidente del Gobierno usa a Felipe VI para enaltecerse en su autobiografía, revelando detalles y conversaciones que ha mantenido con el Monarca. "Aquí conocemos el contenido desde hace ya unos días con el consiguiente cabreo. Lo que el Jefe te comente, te pregunte, te sugiera, se queda en lo privado. No se cuenta, es de cajón. Esta norma no escrita es la que ha incumplido Sánchez con sus revelaciones. Poner a la Jefatura del estado en esta situación no es digno de ningún político decente. Además, el Rey no ha hecho con él nada que no haya hecho con los anteriores políticos en su cargo, ni más ni menos", asegura a EL ESPAÑOL una fuente -no oficial- de Zarzuela.
El caso es que el Manual de resistencia de Pedro Sánchez ha caído como una bomba dentro de la Casa del Rey. Cuando en la Jefatura del Estado tuvieron conocimiento de su existencia pensaron que la cosa se iba a quedar en los reproches críticos al PSOE, los ataques a Ciudadanos y al Partido Popular, pero nunca pensaron que el presidente del Gobierno se iba a atrever a utilizar su relación con el Rey para darse importancia. "Lo cierto es que todos tienen esa tentación. Pasa mucho. Cuando hablas con los Reyes te da una sensación de ser importante y ya, si sientes que al Monarca le caes bien pues mucho más. El problema aquí es que Sánchez no se da cuenta de que su relación con el Rey es exactamente igual que con todos los demás políticos. En la Casa estamos curados de espanto con ellos, no nos fiamos casi nunca, y queda demostrada la razón", añade la misma fuente.
La osadía de Sánchez en su Manual de resistencia no tiene límites. Rompe con todas las normas básicas de la relación de un presidente de Gobierno con la Corona desvelando el contenido de los encuentros que mantuvo con Felipe VI, llegando a afirmar: "Nos reconocimos mutuamente como las personas que íbamos a sacar del país del riesgo del bloqueo".
Más sorprendente aún resulta cómo el líder del PSOE cuenta con pelos y señales sus contactos con el Rey en las rondas que el monarca mantuvo con los líderes de los distintos partidos para conseguir una investidura tras las elecciones de diciembre de 2015, cuando tras la renuncia de Rajoy, Sánchez decidió postularse para ser presidente del Gobierno. "El Rey trata por igual a todos los políticos, en eso hay que tener muchísimo cuidado. Él es una persona diplomática, amable y simpática por naturaleza y por profesión. Pedro Sánchez se ha creído una persona especial en el trato -por lo que cuenta en su libro- y eso sólo ha ocurrido en su imaginación’, añade la misma persona.
Por lo que Sánchez revela en sus apresuradas memorias él no ve las cosas así y cuenta, con pelos y señales, sus conversaciones con su amigo real. En sus páginas explica cómo Felipe VI le contó que Pablo Iglesias iba a proponerle formar Gobierno. "Por extraño que parezca, fue el Rey quien me desgranó la propuesta de Iglesias, que quería formar un Gobierno de coalición conmigo", cuenta en el libro.
Va más allá al revelar que el Rey le llamó esa misma noche "preocupado porque la situación en la que quedaba el país era de bloqueo absoluto" y, además, "endosaba a la Corona la resolución de un escenario muy complejo". "Pero lo peor es que sale él como salvador del Rey, como si el que le tranquilizara y tomara las riendas del asunto fuera Sánchez. Una cosa completamente ilusoria e irreal", añade la misma persona que se refiere a la respuesta que según el líder socialista le dio a Felipe VI: "No se preocupe, señor, los socialistas vamos a asumir nuestra responsabilidad". "Le di mi palabra de desbloquear las instituciones y él me lo agradeció muy sinceramente". "El Rey estaba tan decidido como yo a romper el bloqueo institucional en que nos situaba", afirma el ahora presidente del Gobierno.
"Este se ha montado su película"
Pedro también habla en el libro de su relación personal con los Reyes. "Pero esto nos da igual. Que cuente lo que quiera, ¿qué la Reina quiso conocerlo en persona? Pues claro, era el nuevo líder del PSOE y habían estudiado en el mismo instituto. Lo que ha sentado fatal es la parte que ha revelado de las conversaciones sobre la situación política de España, que además las ha coloreado como le ha dado la gana. Ha demostrado muy poca lealtad", concluye la fuente en Zarzuela.
EL ESPAÑOL ha contacto con Zarzuela a través de los cauces oficiales para conocer cómo ha sentado la revelación de detalles y conversaciones mantenidas entre Pedro Sánchez y Felipe VI, pero se han limitado a un "no nos pronunciamos sobre el contenido de libros". Repreguntados sobre la relevancia de esta publicación -el primer libro escrito por un líder del Ejecutivo en activo- y las charlas privadas que han visto la luz, la Casa Real reitera que no entrará a valorar nada.
Es la parte personal a la que alude esta fuente la que llama también mucho la atención en las páginas del Manual de resistencia, donde asegura que entabló con Felipe VI "una relación de complicidad que superó, y sigue superando a día de hoy, lo institucional". Y añade el interés que llegó a tener la Reina en contactar con él poco después de convertirse en el líder del PSOE. "La Reina Letizia se acercó a saludarme; ella estudió en el Instituto Ramiro de Maeztu, como yo, y quería conocerme personalmente’. Y añade: "En aquellos días intensos, don Felipe y yo tuvimos la oportunidad de conocernos de verdad, en lo más personal, en una situación que ninguno de los dos buscábamos ni esperábamos, y en la que nos colocó la irresponsabilidad de otros", escribe Sánchez con la colaboración de Irene Lozano, la secretaria de Estado para la España Global y amanuense del libro.
Según el presidente, su relación con Felipe VI tiene que ver, además de por todo aquello que sucedió, por ser de la misma generación. "Ahora", asegura "solemos hablar de manera regular": cosa habitual de un Rey con un presidente del Gobierno. Pero Sánchez finaliza el capítulo sobre su relación con Zarzuela con una sinceridad abrumadora: "Enseguida nos reconocimos mutuamente como las personas que íbamos a sacar al país del riesgo del bloqueo. Conectamos de forma especial, confiamos el uno en el otro y se estableció una relación muy franca". Continúa un poco más adelante: "La prueba de la relación estrecha que tejimos aquellas semanas me la dio unos meses después, cuando dimití como secretario general del PSOE. Me llamó para darme ánimos".Concluye el presidente del Gobierno: "Lo normal, también llamamos a Andrés Iniesta cuando se lesionó en un partido de la selección. Es una cosa habitual. Cuando ocurre algo así en uno de los partidos políticos más importantes del país se llama al entrante y al saliente, como es natural".
"Este se ha montado su película", zanja una persona cercana al Rey.