Vallas amarillas en el camino, espray pimienta, un fuerte golpe en la cabeza. Después, un estrangulamiento. Tras el análisis de las pertenencias de los cuatro detenidos implicados en el asesinato del concejal de Izquierda Unida en Llanes a mediados del pasado mes de agosto, los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han podido saber que los asaltantes que acabaron con la vida de Javier Ardines utilizaron un gas pimienta para poder reducirle.
Lo hicieron todo tal y como habían planeado. Colocaron las vallas en el camino, para obstaculizarle y para lograr que se bajase del vehículo. Luego esperaron a que se acercase a apartar las vallas para poder proseguir su camino. Fue ahí cuando intervinieron con el espray. Así lograron reducirle y desorientarle.
Esto se sabe que es así porque en el vehículo de uno de los detenidos se han encontrado restos de esa sustancia que fue pulverizada sobre el concejal. Según publica el diario Abc, los dos supuestos sicarios utilizaron ese modus operandi a la hora exacta en que Ardines se dirigía hacia su barco. Ellos ya le estaban esperando.
En el Citröen C4 gris de Djilali Benatia, uno de los dos argelinos arrestados en Vizcaya por el crimen, es donde se encontró esa sustancia. Era el mismo producto que se había hallado en las vallas abandonadas en un lateral del camino cuando fueron analizadas por los investigadores. Coincidía.
Los restos de esa sustancia llevaban en posesión de los agentes desde el mismo día del crimen, cuando inspeccionaron la zona y tomaron muestras de todos los elementos que había por allí. En octubre llegaron los análisis clínicos que confirmaban el tipo de sustancia de la que se trataba. Se mantuvo en secreto: era una de las claves para dar con los culpables.
Borrar toda huella
Tanto Pedro Luis Nieva, el primo político que presuntamente encargó el crimen tras conocer supuestas infidelidades de su mujer con Ardines, como los otros tres detenidos intentaron borrar toda huella de su paso por la zona. No consiguieron borrarlo del todo. Ahora los agentes intentaron encontrar por todas partes esa misma sustancia en todas las pertenencias de los implicados. Hasta que lo consiguieron.
El espray le irritó a Ardines los ojos, la boca y la piel. Le cegó, y le hizo toser y las lágrimas le inundaron los ojos. Quizá por eso vio reducida considerablemente su capacidad de actuación. Luego le golpearon y le asfixiaron. Todos los detenidos pasarán en la tarde de este jueves a disposición judicial.
Los presos llevan varios días en Llanes atendiendo a los registros de la casa del que era amigo de Ardines. Los agentes han decidido pedir refuerzos. Esto es así porque a lo largo de todo el día se mantuvo el rumor de que quizás fuera a producirse una concentración delante de los juzgados.