Opel sacó a la venta en 2012 un coche que se anunciaba como "El vehículo eléctrico sin límite de autonomía". En España fue retirado al poco tiempo; apenas se promocionó y casi no se vendió. Si algo no funciona, parece lógico retirarlo del mercado. Pero hay datos en este caso que pueden chirriar a más de uno: el Ampera fue elegido coche del año en 2012 y lideró el ránking de ventas del continente durante 10 meses. La pregunta obligada que se viene a la cabeza es: ¿por qué en otros países fue un éxito, mientras que aquí lo despreciamos? Desde Opel consideran que fue un adelantado a su tiempo y que, sin duda, hoy tendría una mayor acogida. Tal es su vigencia que algunos importadores, como Juan, continúan vendiéndolo en España a pesar de no aparecer en el catálogo de ningún concesionario.
El prototipo de Opel Ampera original se presentó en el Salón de Ginebra del año 2010. Era la versión europea del Chevrolet Bolt, coche de idénticas características pero de distinta marca. Ambas, aglutinadas bajo el paraguas de General Motors.
Este coche eléctrico solamente podía recorrer 80 kilómetros haciendo uso de la batería. Lo que le hacía único era que, si entraba en la reserva, un pequeño motor gasolina generaba electricidad para el motor principal (eléctrico), pudiendo alcanzar los 500 kilómetros de autonomía. Dos años más tarde (2012), el mismo escenario lo escogió como coche del año, por delante de otros emblemas como el Ford Focus, el Citröen DS5 o el Range Rover Evoque.
Encabezó durante sus diez primeros meses de vida los ránkings de ventas en casi toda Europa. Sin embargo, su paso por España pasó totalmente desapercibido, sin pena ni gloria. Tenía un precio de 40.000 euros. Hoy, cada vez más gente como Juan se dedica a traer lo que Opel dejó de vender en España: un eléctrico con autonomía ideal para el día a día, pero que permite realizar viajes largos. 150 caballos, una batería de 16 kW y con unos acabados futuristas para su momento, pero que podrían perfectamente encajar en la tendencia actual. Todo por un precio de entre 15 y 20.000 euros. Eso sí, son vehículos de ocasión.
Opel cancela la venta del Ampera
Según cuentan a EL ESPAÑOL desde Opel España, se trataba de un gran modelo que no llegó a cuajar en el mercado español. "Fue el precursor de el coche eléctrico sin limitación de autonomía", explican desde la compañía. Aunque mucha gente pueda interpretar que se trataba de un híbrido, posee una diferencia crucial respecto a ellos. El motor gasolina (de un Opel Corsa) que incorpora, no está conectado a las ruedas, sino al motor principal. Genera, a partir de gasolina, electricidad para alimentar el motor eléctrico. Su funcionamiento podría equipararse al de un generador de electricidad tradicional de los puestos de feria o al de una burra. "Cuando el coche detectaba que le quedaba poca batería, se la guardaba y comenzaba a nutrirse de la electricidad que genera el motor de combustión. De esta manera, podía tener una autonomía extendida de hasta 500 kilómetros", explican desde el fabricante alemán.
Esta característica le permitía al motor de combustión tener un funcionamiento de régimen constante: no estaba sometido a diferentes presiones, por lo que funcionaba siempre al mismo ritmo. Gracias a ello, el consumo medio se cifraba en 1,7 litros (en caso de que se requiriera su uso). Ni cuando el coche necesitaba un extra de potencia, como en un adelantamiento o en una cuesta empinada, se alteraba el consumo del motor gasolina. Para esos momentos utilizaba la reserva (de unos 20 kilómetros) del motor eléctrico. Cargaba la batería a la misma velocidad que los modelos actuales y la tarificación era exactamente igual a la actual.
Para la compañía, su fracaso en nuestro país se debe buscar en la confluencia de varias circunstancias. Por un lado, Chevrolet, principal desarrollador de este modelo (para ellos, el Volt), anunció a finales de 2013 que la marca dejaría de vender en Europa en 2015. Su cuota de mercado estaba destinada a ser americana.
Por otro lado, General Motors (dueño de Opel y Chevrolet, entre otras) casi 'impuso' a la marca alemana (Opel) la venta del Ampera en Europa, el mismo coche pero con rasgos europeos. Cuando Chevrolet anunció que dejaría de vender en Europa, GM (General Motors) ultimaba la venta de Opel al grupo PSA, al que pertenece actualmente.
Y por otro, España mimaba en aquellos años todo lo que fuese diésel. Era el hijo predilecto. Si se marginó a los gasolina, los eléctricos no tenían nada que hacer. Ninguna ayuda a su compra, ningún fomento por parte de organismos públicos y, sobre todo, ningún punto de carga. El eléctrico ni se contemplaba. Además, su precio era relativamente alto para aquellos días (40.000 euros). "Fue un adelantado a su época", concluyen.
A por Amperas, atravesando media Europa
Juan Grande trabaja como funcionario del Estado. Y aunque su trabajo le gusta, su pasión son los coches. Siempre estuvo ligado al mundo del motor, con amigos y algún familiar que se dedicaban al mundo de la compra-venta. Desde su pequeño pero acogedor garaje de un polígono de Las Rozas (Madrid), limpia y pone a punto los Amperas que trae desde Alemania y Holanda para los cada vez más clientes que conocen este modelo y ven en él una solución al problema de la autonomía.
Allá por 2016, trabajaba y vivía en la capital. Sus trayectos diarios no sobrepasaban los 10 kilómetros. Tenía un Audi A3 TDI con varios años de antigüedad para recorrerlos. "A todos nos asombró ver a Elon Musk presentando el Model S. Era el coche ideal. Tenía claro que quería un coche eléctrico, pero no a ese precio", se dijo a sí mismo.
Cuenta a EL ESPAÑOL que, trasteando por Internet, se topó con el canal de vídeos de 'Mac Voltio' (todo un referente para la comunidad eléctrica) y con un vídeo que le cambió la vida. Volt y Ampera, grandes desconocidos en España, se titulaba. En él, contaba la odisea que le supuso en el año 2012 comprar un Opel Ampera. Tanto él como muchos otros usuarios de Amperas, opinan que a la marca alemana no le interesó que este modelo fuese un éxito de ventas por miedo a que la fórmula de los motores de combustión que les funcionaba (y funciona) dejase de ir tan bien.
Viendo aquel coche algo se le removió por dentro. Tenía que verlo en persona. Viajó junto con un amigo a Holanda, donde encontró uno de segunda mano. Esa sensación que produce conducir un eléctrico por primera vez, sin vibraciones, sin ruidos, sin contaminación, le impactó por completo. "En ese primer momento, el coche te gana. Acostumbrado a moverme en motores de combustión toda la vida, que un motor eléctrico pudiera mover las ruedas me resultaba fascinante", explica.
"Mi amigo, muy reticente sobre el coche eléctrico, nada más bajarse me dijo: «¿Cuándo vamos a por otro?»" Lo compró por algo más de 13.000 euros. Tenía 140.000 kilómetros. Tal fue el agrado que, aprovechando el viaje, decidieron llevarse otro a España para intentar venderlo. "Colgué unas fotos y el anuncio en una web de coches de ocasión por el camino. Antes de llegar a España, estaba vendido", recuerda ante EL ESPAÑOL.
Aquello le dio que pensar. Cada vez había más gente como él, interesada en coches eléctricos, pero que no podían costearse lo que valían nuevos, de concesionario. Traerlos desde otros países era posible; él mismo lo había hecho. Pero es cierto que puede resultar una tarea difícil para alguien que no esté familiarizado con estas transacciones. "Si aplico mi experiencia en la compra-venta de coches sobre este eléctrico, mato dos pájaros de un tiro: saco un rendimiento económico y divulgo sobre los beneficios que da conducir un coche eléctrico, como puede ser el no contaminar o el ahorrar en combustible", pensó.
Importar un vehículo como el Opel Ampera requiere, en palabras de Juan, una serie de requisitos y consideraciones a tener en cuenta: "Conocer el sistema, hacer todo y que salga bien a la primera, homologar el vehículo, pasar la ITV, saber hacer todas las gestiones necesarias para la importación... al tener el generador de electricidad que funciona con gasolina, es complicado conseguir que se catalogue como vehículo eléctrico en España si no sabes cómo hacerlo", detalla Juan Grande. Eso le empujó a dar el paso y dedicarse en sus ratos libres a traer eléctricos para otras personas que, de otra manera, verían impensable tener aquí.
Desde entonces, no ha parado de traer Amperas. Su cliente es el interesado o el curioso de los eléctricos, como lo fue él un día. Por esa misma razón, la forma que tiene para darse a conocer es mediante las menciones que youtubers del ámbito eléctrico emiten en sus vídeos, sin ninguna contraprestación de por medio. Para la comunidad, el único beneficio es la divulgación y la eliminación de la desinformación que -considera- hay alrededor del eléctrico.
"He llegado a tener Amperas con 20.000 kilómetros o con 300.000. Si te pongo una venda en los ojos, no sabrías decirme cuál es cada uno. El sistema de refrigeración que incorporaba este coche hace que las baterías casi no se degraden al cabo de los años", detalla el funcionario.
Hace poco tiempo abrió la web quierounelectrico.com. En ella, ofrece la posibilidad que conducir un eléctrico de garantías a un precio muy reducido. Pero advierte que, debido a la saturación de pedidos que a veces recibe, prefiere el contacto por WhatsApp. "Entre en una y tres semanas, podrá tener su eléctrico", anuncia.