El empresario Santiago Vega de Seoane (1981, Madrid) se ha convertido en el claro vencedor de la guerra por el patinete eléctrico en la capital de España. Este madrileño, administrador único de SJV Consulting, que participa en la filial Motorcycle -en la que comparte negocio con otros 4 accionistas- ha sido el que ha logrado llevarse la mayor parte del pastel -entiéndase por el número de licencias obtenidas-, repartido por el Ayuntamiento de Manuela Carmena. Wheels será la marca con la que Vega de Seoane pondrá en circulación 1.319 patinetes eléctricos -de un total de 8.610 repartidos entre otras 17 compañías- por las calles madrileñas a partir de los dos próximos meses.
Hasta hace pocos días, este empresario ni siquiera estaba en el grupo que comparten todos los CEOs de empresas de patinetes en Madrid -como Lime, Tasixy o Koko- para intercambiar información o experiencias acerca del que parece el negocio estrella. Nadie había oído hablar de él. Pero lo cierto es que Vega de Seoane se ha hecho con el 15% de las autorizaciones para patinetes eléctricos en Madrid. Y ahora sí es uno más en el sector. Para el equipo de Wheels conseguir todas estas licencias fue toda una sorpresa.
"Nos enteramos de que habíamos obtenido las licencias cuando lo leímos en la prensa. Vimos el número y lo primero en que pensamos fue que teníamos trabajar al máximo para poder cumplir con todo lo que pedía el Consistorio madrileño. Montar un negocio desde cero, como es nuestro caso, nos ha exigido trabajar a un rendimiento mayúsculo", explica Santiago Vega de Seoane en conversación con EL ESPAÑOL.
Este empresario madrileño decidió apostar por el mundo del patinete eléctrico debido a su pasión por el sector de la movilidad. Vega de Seoane no parte de nuevas. Ya forma parte del negocio de los VTCs y según cuenta, vio una brecha en el mercado que podía mejorar, en este caso, con la experiencia del usuario con el patinete. Aunque no revela cuál va a ser su estrategia porque, según dice, quiere jugar "con el factor sorpresa" para convertirse en la empresa de patinetes líder en Madrid y dominar el mercado nacional.
Antes de aterrizar en este negocio, para el que asegura estar "más que preparado", Santiago Vega ha dedicado la mitad de su vida empresarial al mundo del golf. Es dueño de Castellana Golf, una empresa deportiva de referencia en España, junto a su tío Alvaro Vega de Seoane Azpilicueta, que a su vez es hermano del expresidente del Circulo de Empresarios, Javier Vega de Seoane Azpilicueta, un poderoso ingeniero que ha estado en el consejo de administración de empresas como ThyssenKrupp, Red Eléctrica de España, SEAT, CAMPSA, IBM España, Scheweppes o Grupo Ferrovial. También posee varias tiendas de golf en Madrid y una escuela en la ciudad financiera del Banco Santander. No solo es un empresario de este deporte, también lo práctica y ha obtenido numerosos premios tanto a nivel nacional como internacional en competiciones amateur y profesionales.
En paralelo, este hombre de 38 años también es consejero en Serena, una productora audiovisual, se ha dedicado al mundo de los seguros durante seis años y hasta este año también ha trabajado en una empresa de estética llamada Rubrical.
La flota de Wheels
La empresa de este madrileño, SJV Consulting -que obtuvo 30.000 euros de beneficio en el último ejercicio económico- tendrá el grueso de su flota en Villaverde, Fuencarral, Villa de Vallecas y Carabanchel. Distritos en los que la marca de este jugador profesional de golf acaparará hasta el 42% del total de licencias. En Chamberí, Retiro y Salamanca, en cambio, no tendrá más allá de 15 patinetes ya que estas zonas gozan de mayor competencia entre las empresas de patinetes.
¿Cual ha sido la clave del éxito de este empresario? Pedir licencias en todos y cada uno de los distritos madrileños, sin distinguir el centro o la periferia. De esta manera, al no encontrar competencia alguna en la periferia, -donde hay menos demanda- han conseguido todas las licencias. Esta aparente estrategia, no obstante, ha despertado ciertas alarmas entre los competidores, que afirman que la empresa de este madrileño se ha metido en el negocio del patinete para especular con las licencias y vendérselas a empresas que ya conocen el territorio como Lime o Bird y que contando con la infraestructura se han quedado sin la parte del pastel repartida por el Ayuntamiento de Madrid.
Lo cierto es que varias voces del sector del patinete confirmaron a este periódico que SJV Consulting ha podido incluso poner ya el cartel de "Se vende" a sus autorizaciones. No obstante, las normas que rigieron el reparto de patinetes por parte de Carmena fueron claras. Esta empresa está obligada a desplegar por la ciudad, en un plazo de dos meses, al menos el 80% de las autorizaciones que han recibido, en este caso sería un total de 1.052 patinetes. En caso de que las empresas no utilizasen sus licencias, serían repartidas de nuevo entre las competidoras.
La única opción que les quedaría sería vender la sociedad entera. No obstante, esta opción queda bastante reducida en base a las zonas donde tienen la mayoría de sus patinetes, según explican fuentes del sector a EL ESPAÑOL. El hecho de que este empresario madrileño se haya llevado la mayor parte del pastel, explican, no significa que sea la mejor parte.
¿Especulación?
Las zonas en las que el equipo de Wheels tiene su mayor número de patinetes también son las que más vandalismo o robos tienen. A la par que menos demanda por parte de los ciudadanos. Lo que en un principio, según apuntan, aunque es pronto para determinar, podría indicar que sus políticas no van dirigidas precisamente hacia el éxito. "El hecho de que las empresas con mayor experiencia sean las que menos patinetes hayan obtenido es un indicador de algo", explica un responsable de una empresa de patinetes. En otras palabras, las empresas experimentadas han luchado por tener, tal vez, menos patinetes, pero sí han conseguido tener toda su flota -aunque sea menor- en aquellas zonas donde hay una mayor demanda como el centro de la capital.
Respecto a estos rumores, Santiago Vega de Seoane es tajante: "No tengo ningún interés en especular". Y no sólo eso, sino que, según revela a este periódico, han sido otras empresas de patinetes eléctricos las que han intentado "especular" vendiéndole a este empresario su flota de patinetes. Esto se debe, según argumenta, a que en este negocio finalmente el "tiburón grande se comerá al pequeño" y solo quedaran dos competidores, como ha ocurrido con Uber y Cabily.
En cualquier caso, insiste en que su empresa está en contacto con el resto de las empresas para que todos puedan trabajar de la mejor manera posible y compartir sus experiencias. A pesar de que el Ayuntamiento no de muchas facilidades al sector del patinete con su plan, que ha definido como "algo caótico": "Las formas del Ayuntamiento inquietan mucho porque no están diseñadas para una colaboración entre todos, es más una batalla campal".
Wheels tiene la mayor parte de su flota en lo que los competidores definen "zonas malas". "Es cierto", dice Seoane. Pero no es un argumento que indique que este empresario quiera especular con las licencias. "Siempre me dicen que tengo los patinetes en zonas malas. ¿Qué pasa? ¿Acaso no pueden los vecinos de esas zonas utilizar los patinetes? Esto se trata de dar un servicio a la comunidad y es precisamente en lo que se va a basar nuestra estrategia", explica el madrileño a este diario.
Sean los competidores o, por contra, este empresario quien tenga razón. Será el tiempo quien lo diga, cuando todas las empresas echen a la calle sus patinetes. Por lo pronto, según ha señalado de Seoane a este periódico, el Ayuntamiento liberará otras 1.400 licencias de patinetes en poco tiempo para las cuales volverán a luchar todas las empresas que cuentan con patinetes. Entre ellos, Wheels. "Nosotros hemos vuelto a pedirlas, ademas, en zonas muy diversas", concluye el empresario.