Pedro Nieva, el detenido como presunto autor intelectual del concejal de IU en Llanes Javier Ardines, intentó conseguir una pulsera de localización permanente. El objetivo era supuestamente controlar a su mujer, Katia, que mantenía una relación extramatrimonial con el político.
La noticia se ha conocido después de que los agentes de la Guardia Civil encontraran en el teléfono móvil de Nieva numerosas búsquedas en internet para intentar comprar este tipo de dispositivo. Su obsesión se agravó después de una conversación que logró grabar con su teléfono entre Katia y Ardines que confirmaba la relación de ambos.
Lo que Nieva, de todas formas, desconocía es que la relación entre su mujer y Ardines se remontaba a cuando ella tenía 17 años. Él lo descubrió, según adelantó El Comercio, gracias a la magistrada de Llanes cuando lo interrogaba e intentaba que confesase.
Este miércoles se ha conocido otro detalle de la investigación. Dos meses después del asesinato de Ardines, la mujer de éste llamó a Nieva para reprocharle que hacía mucho tiempo que no se veían. Katia y la mujer de Ardines son primas. La respuesta de Nieva fue nerviosa y dijo que esperaba que la Guardia Civil le interrogase y le hiciera una prueba de ADN. Esta respuesta reforzó las sospechas de los agentes, que ya lo tenían en el punto de mira.