El topo que se infiltró en el entorno de ‘El Cuco’ enamorando a su madre, Rosalía García, no era un simple “delincuente” que decía “paparruchadas”, como explicó la Policía en sede judicial. Según un documento confidencial al que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL, Óscar -nombre falso; su identidad es otra- colaboró anteriormente con este cuerpo durante “varios años” y ayudó a esclarecer “diversos delitos”.
El infiltrado en el entorno de ‘El Cuco’ grabó 600 horas de conversaciones del menor, de sus padres, de su abogado y de todos ellos con la propia Policía durante los encuentros con los investigadores. En una de ellas, como adelantó este medio, se escucha a ‘El Cuco’ (condenado por encubrimiento) decir que quería cambiar su confesión, que ya no tenía miedo a Francisco Javier Delgado (absuelto), hermano del asesino confeso, Miguel Carcaño, y que él mismo limpió con una fregona la escena del crimen. “Le pegué dos pasás y me fui”, se le escucha decir.
En otra conversación quien habla es su abogado, Fernando de Pablo, que acaba de abroncar a ‘El Cuco’ por ese interés en contar lo que vivió dentro de aquel piso: “Si cambias la declaración, te parto la boca”, le dice el letrado a su cliente.
En otro de esos audios registrados por el topo se escucha al padrastro de ‘El Cuco’, Ángel Romero, quien muestra su temor a que descubran que él y su mujer están mintiendo para darle “coartada” a su hijo. Sin embargo, nada del contenido de esas grabaciones, que podrían haberle dado un giro al caso, se aportó al juez que instruía la causa del ‘caso Marta del Castillo’.
Ahora, este periódico desvela que, pese a la intención de los investigadores por desligarse de Óscar, éste sí guardaba una estrecha relación con la Policía. Así se refleja en un documento fechado el 23 de mayo de 2008, ocho meses antes del asesinato de Marta del Castillo en un piso de la calle León XIII de Sevilla.
En él, el inspector jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Sevilla admite que Óscar, “desde hace varios años y de forma totalmente desinteresada, viene colaborando con esta unidad”. Añade que su labor ha ayudado al esclarecimiento de varios casos.
"También colabora con otras unidades"
Un miembro del Grupo de Menores (GRUME) de la Policía Nacional en Sevilla, equipo que llevó a cabo las investigaciones por la muerte de la joven sevillana, dijo en sede judicial que Óscar era un simple “delincuente” que, como otros, se acercó con informaciones que no eran más que “paparruchadas". Lo que no se entiende es cómo dejaron que el topo, quien se define como asesor policial, estuviera presente en reuniones de los policías con los propios padres si él no era un familiar ni siquiera alguien cercano al menor.
Esa aseveración acerca de Óscar la realizó un inspector del GRUME ante un juez el 8 de enero de 2016. Esa fecha, el agente comparecía en el juicio que se estaba celebrando en el Juzgado de lo Penal 10 de Sevilla contra los padres del entonces menor -condenado en marzo de 2011 por encubrimiento del asesino confeso, Miguel Carcaño- y contra el propio infiltrado. Se les juzgaba por quebrantar una orden de alejamiento que se le había impuesto a ‘El Cuco’ sobre los padres de Marta del Castillo.
Aquel día, Francisco Javier García sobrepasó el límite de poder acercarse a la casa de la menor asesinada a menos de 50 kilómetros. Esto sucedió el 14 de noviembre de 2010 en la autopista AP-4 que une Cádiz con Sevilla, durante una salida de ‘El Cuco’ del centro de menores en el que estaba. El coche en el que viajaba lo conducía el infiltrado. Aquel día, domingo, Francisco Javier García tenía permiso para abandonar dicho centro durante unas horas.
Pese a que en ese juicio por quebrantar la orden de alejamiento se desacreditó la figura del infiltrado, el topo no era una persona desconocida para la Policía sevillana cuando desaparece Marta del Castillo. Previamente ya había colaborado con el cuerpo.
En el documento que desvela en exclusiva este periódico se lee que el propio inspector jefe de la UDYCO por ese entonces, F. T. P., dice: "Que, (...), con DNI (...) desde hace varios años y de forma desinteresada viene colaborando con esta unidad, facilitando información (...), esclareciéndose diversos delitos. Igualmente, tiene conocimiento de que también viene colaborando con otros funcionarios de distintas unidades de esta jefatura superior".
“Dado de alta por el Ministerio del Interior”
En el juicio por quebrantar la orden de alejamiento, Óscar explicó que meses atrás había entregado a la Fiscalía y al juzgado varias cintas con grabaciones a los padres de ‘El Cuco’ y a su entorno más cercano.
Afirmó que contenían indicios que podían dar un nuevo giro al caso de Marta del Castillo. Dijo entonces, y sigue manteniendo hoy, que durante años estuvo junto a la familia de Francisco Javier García por indicación de la Policía con el objetivo de recabar pruebas.
Pero tanto la entonces jefa del GRUME y de la investigación del crimen, como su número dos dentro del grupo, desmintieron que ese hombre trabajase para ellos, que tuviese hilo directo con estos agentes y mucho menos que actuase según sus instrucciones. “Estamos tratando con un delincuente", señaló el inspector del Grume.
Ese testimonio no tuvo nada que ver con el del infiltrado, que se sentaba en el banquillo por ser quien conducía el coche en el que viajaba ‘El Cuco’ y su familia cuando incumplieron la orden de alejamiento.
Según contó Óscar, fue reclutado por la Policía, “dado de alta por el Ministerio del Interior" como confidente y durante años actuó siempre a las órdenes de los investigadores. Eso sí, sin remuneración: “No me mueve el dinero", dijo. El jefe de la UDYCO así lo acredita en el documento que aparece en esta información.
Óscar explicó que aquel domingo de noviembre de 2010 él conducía el coche tras haber avisado a la Policía Nacional de la intención de la madre de ‘El Cuco’, Rosalía García, de dar una "sorpresa" a su hijo y llevarlo a Sevilla. Por eso, dijo el topo, se montó el control en el punto kilométrico 26 de la AP-4, donde fueron detenidos.
'El Cuco' y su madre, procesados por falso testimonio
La semana pasada, el magistrado titular del juzgado de Instrucción número dos de Sevilla, Carlos Mahón, procesó por un delito de falso testimonio a Francisco Javier García, ‘El Cuco’, y a su madre, Rosalía García. Podrían ser condenados a tres años de prisión.
Mahón asegura en su auto de procesamiento que “no es cierto que sobre las 23.30 horas del referido día se encontraran” 'El Cuco' y su padrastro en las inmediaciones de su domicilio “cuando éste iba a tirar la basura”. “Y de otra parte”, el magistrado instructor asegura que Rosalía y su marido estuvieron fuera de su casa “hasta las 4.30 o 5 horas del día 25 de enero de 2009”.
De todos modos, una hipotética condena a ‘El Cuco' o a su madre no podría conducir de ninguna manera a la celebración de un nuevo juicio, aunque sí a darse una aproximación más cercana a lo sucedido.
Fuentes de la Fiscalía de Sevilla explican que la única posibilidad de repetir la vista oral contra algunos de los acusados que fueron absueltos sería planteando un recurso de revisión contra la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que endureció la condena a cárcel de Miguel Carcaño en 15 meses, dejándola en 21 años y tres meses de duración.
En este punto es donde tendría gran valor lo que suceda en el juicio por falso testimonio. Si se obtienen datos reveladores a través de 'El Cuco' o de su madre, se podría dotar de argumentos sólidos a ese hipotético recurso ante el TS.