Si hay un alcalde conocido por su exacerbado machismo más allá de dónde ejerce, ese es David Pérez. Y es que el regidor desde hace dos legislaturas por el PP en Alcorcón -ciudad de cerca de 180.000 habitantes al sur de Madrid- y elegido como número dos en la candidatura popular para la Comunidad de Madrid, detrás de Isabel Díaz Ayuso, se ha ganado en su localidad y a pulso la fama de “señoro”.
El edil ha logrado salir en noticias nacionales y poner en el mapa de la actualidad a su madrileña ciudad por varias y sonadas polémicas contra el movimiento feminista. Después de tildar al feminismo como algo "rancio, radical, totalitario” y parecerle “increíble que marque e imponga la agenda política”, dijo que se le habían malinterpretado sus palabras. "Las feministas son unas mujeres frustradas o fracasadas como personas que vienen a dar lecciones a las demás de cómo vivir y pensar”. De ellas comentó que eran “el mayor atentado contra la dignidad del hombre en toda la historia”.
Además, el regidor, conocido también por su posición ultra católica, polemizó al decir que las mujeres que optan por abortar son “una sala de ejecución de cientos de miles de niños” y que, además, “no lo cuentan pero acaban con sus vidas de forma violenta y dolorosa”.
Opositoras de David Pérez como Natalia de Andrés, candidata a la alcaldía en las próximas elecciones por el PSOE, y Raquel Rodríguez, concejala por Ganar Alcorcón y secretaria general de Podemos en dicho municipio, le atacan con ahínco sin ahorrar calificativos. “El mayor hooligan del machismo en el ayuntamiento de Alcorcón se llama David Pérez. Cualquier alcalde quiere que su actividad se desarrolle con tranquilidad pero él es todo lo contrario. Cuanto más inseguro y crispado está más fomenta su actitud machista en todo”, comenta la socialista a EL ESPAÑOL. “A mí ha llegado a llamarme guarra o puta con el micro apagado para que nadie le oyera”, confiesa. “Es muy complicado este día a día porque no quieres que tu condición de mujer protagonice nada. Pero cuando a quien tienes en frente es a un misógino pasa esto. En mi caso se suman mi condición de portavoz del grupo socialista unida a la de ser mujer”. Según Pérez -tras leer este reportaje- nunca ha insultado personalmente a la política socialista.
En el caso de la concejala de Ganar Alcorcón la actitud desafiante de Pérez es -según relata- la del ninguneo constante. “No se dirige como señora o concejala sino que me señala con la mano para darme la palabra, me dice “¡tú te callas!” o “¡tú vete a fumar!”. Son constantes las llamadas de atención o el que no me deje hablar en un pleno porque me interrumpe constantemente. De hecho si ves las actas comprobarás que soy a la que más llama la atención. El acoso por ser mujer es permanente. Te insulta por lo bajini. Ese es mi día a día con él desde hace tres años”, comenta Rodríguez.
“David Perez es la metáfora de volver a la cueva. Tener a un representante así me da miedo porque un alcalde debe transmitir valores, actitudes y sobre todo respeto. Cosa que se ve no tiene por las mujeres. Una persona tan retrógrada no puede ser el referente y la autoridad máxima en una ciudad”, dice Rodríguez. Señala otras de sus actuaciones sexistas. La de tapiar la Biblioteca de la Mujer o la de dejar sin efecto la unidad de policía contra la violencia de género.
De Andrés también recuerda como nada más llegar al gobierno cerró la Casa de la Mujer. “Lo que hizo fue quitar los espacios que estaban destinados a las asociaciones de mujeres. Trasladándolos a otra zona del municipio y dándoles unos espacios completamente insuficientes en cuanto a tamaño y tiempos. Las mujeres se encerraron en la casa durante días. Creo que fue la primera movilización que hubo en contra de decisiones del Alcalde. Además se anularon todas las subvenciones a las asociaciones de mujer”.
¿Machista yo?
Preguntado por alguna de estas acusaciones da la callada por respuesta. Solo responde a una de las cinco preguntas escritas que le envía esta periodista a través de su director de comunicación Alberto Castillo ya que por su complicada agenda nos dice que no puede responder de otra manera. Es la que se refiere a la acción política a favor de la mujer de la que se siente más orgulloso. “Como alcalde me siento especialmente orgulloso de la reapertura de la Casa de Acogida para mujeres víctimas de la violencia de género, que había sido cerrada por el PSOE durante su etapa de Gobierno. Su reapertura fue un empeño personal y una de las primeras decisiones que tomé como alcalde. La Casa de Acogida es un dispositivo fundamental para la atención de mujeres que han sufrido situaciones de violencia de género, y no sólo para ellas, también para sus hijos. Aquí tienen una oportunidad de reconstruir su vida con el apoyo y asesoramiento de profesionales”, dice David Pérez.
Una afirmación que para Natalia de Andrés es absolutamente falsa. “La Casa de Acogida fue puesta en marcha por los gobiernos socialistas en los años noventa. La casa no estaba cerrada, estaba en obras porque después de años funcionando necesitaba arreglos. Las mujeres maltratadas, no solo necesitan un espacio, sino también que este sea digno”, recalca.
El alcalde en su única -pero extensa respuesta- a EL ESPAÑOL enumera otras 25 medidas llevadas a cabo por su gobierno para negar así su fama de “machirulo”. Entre ellas, el Punto Municipal del Observatorio Regional de Violencia de Género (PMORVG con los servicios de atención social, jurídica, psicológica para mujeres y menores), el Pacto de Estado contra la violencia de género, la gestión de cursos para mujeres, la colaboración con centros educativos locales para informar y formar en igualdad y empleo (salidas profesionales y perspectiva de género) así como con Servicios Sociales en un proyecto de alfabetización, habilidades sociales, integración y fomento de redes de apoyo entre mujeres de minorías étnicas e inmigrantes de habla no española, y el diseño y gestión de actuaciones del programa del 8 de marzo día internacional de las mujeres 2019.
Logros que para De Andres y Rodríguez son solo titulares para maquillar su machismo. Y es que ambas políticas comentan que en lo que respecta al pacto contra la violencia de género, en el que participaban más de 100 entidades no se ha reunido en sus ocho años de mandato. O de cómo “hay un trato de favor a los colegios que segregan a niños y niñas. Al Juan Pablo II le tienen cedidas instalaciones municipales deportivas y administrativas con precios irrisorios. Los talleres que ofrecen en la concejalía en algunos casos han estado relacionados con labores supuestamente femeninas como el ganchillo o el macramé. Además anularon la asesoría de sexualidad en el Centro Joven”, dice la socialista. “En cuanto a la elaboración de la programación del 8 de marzo, esta se ha hecho sin consultar de manera alguna con las asociaciones de mujeres que son las que mejor conocen y saben lo que necesitan y quieren. Antes se hacía una programación entre el tejido asociativo y el Ayuntamiento, ahora lo hace solo la Concejalía”, explica Rodríguez.
Las políticas también apuntan a cómo en lugar de separar sus convicciones religiosas de la vida pública, las ensalza diariamente en sus actuaciones políticas.
Machismo en su propio partido
Las dificultades no vienen solo con la oposición. Dentro de su propio partido también mantiene esa actitud calificada como prepotente con el equipo de mujeres del que se rodea. De hecho, dos de sus concejalas renunciaron a su cargo por motivos personales cuando apenas llevaban tiempo en su empeño. En primer lugar fue Silvia Cruz, primera teniente de alcalde y responsable de las áreas económicas, y después Ana González, concejala de Urbanismo y portavoz. Posteriormente se sumó una tercera concejala, Laura Pontes en la actualidad de baja médica por acoso laboral o “ambiente laboral adverso” y Marta González quien ha llevado al alcalde a los tribunales ya que tras ser madre Pérez la dejó sin competencias ni sueldo. Con Pontes y González, este medio se puso en contacto y por su delicada situación personal prefieren no hablar por el momento.
Pérez además de esta animadversión a las feministas no lleva nada bien la libertad sexual de colectivo LGTBI. No solo es conocida su postura ausentándose de la Asamblea Regional durante la aprobación de la ley en defensa del colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTBI), en el periodo en el que Cristina Cifuentes era presidenta de la Comunidad de Madrid, sino gestos como no querer poner durante las fiestas de su municipio la bandera de dicho movimiento en el balcón un año o de cómo al año siguiente, ante las presiones de la oposición del PSOE y de Ganemos/Podemos, no le quedó más remedio que colocarla. “Eso sí, a un lado y sin que se viera mucho”, tal y como confirma Rodríguez.
Si se pudiera hacer una encuesta a nivel estatal entre los movimientos feministas sobre los políticos más criticados por sus actuaciones, David Pérez tendría enromes posibilidades de ganar el galardón de más indigesto.