La Policía Nacional ha remitido al juzgado un informe explicando que no ha conseguido recuperar los datos de la memoria del ascensor del Hospital de Valme, en Sevilla, donde en agosto de 2017 murió una mujer, Rocío Cortés Núñez, al quedar atrapada en uno de los elevadores horas después de dar a luz.
Según adelanta este lunes Diario de Sevilla, el abogado de la familia de la mujer fallecida, José María Núñez, asegura que se trata de una "triste noticia" porque los datos de esa placa base "hubieran arrojado luz sobre muchas dudas".
A juicio del letrado sevillano, el análisis de esa memoria "habría dicho el motivo y la causa o causas por las que se produjo el mortal accidente".
La causa por la muerte de Rocío Cortés continúa en fase de instrucción. El informe infructuoso de la Policía era el último de los que quedaba por recibirse en sede judicial de todos los solicitados hasta el momento.
Madre de Triana
Rocío Cortés dio a luz el domingo 20 de agosto de 2017. Fue un parto sin problemas: trajo al mundo a una niña lustrosa y morena a la que puso Triana. Pero horas después, cuando un celador la trasladaba en camilla hasta su habitación, el ascensor en el que la introducía se accionó de forma automática sin que se cerrasen las puertas. El artefacto comenzó a subir y Rocío sufrió un “traumatismo craneal severo” que acabó matándola.
Según la autopsia posterior, el forense concluyó que el cráneo de la joven padeció un "aplastamiento" entre el suelo y el dintel de la cabina del ascensor. La mujer, de 25 años, dejó huérfanas a la niña recién nacida y a otras dos pequeñas más, de cuatro y cinco años.
La magistrada que investiga los hechos, del Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla, tiene en su poder un informe de la Policía Nacional que apuntaba a “un fallo humano” como “única hipótesis factible” del siniestro.
Sin posibilidad de recuperar los datos
En el informe remitido ahora al juzgado por la Policía se explica que "no se ha podido extraer datos de su memoria de operaciones, ya que es un tipo de memoria RAM, la cual pierde la información una vez desconectada de la red eléctrica".
La memoria, continúa el informe policial adelantado por Diario de Sevilla, sería la encargada de almacenar las instrucciones que son enviadas al sistema de control del ascensor -la CPU-, así como "anomalías detectadas en la programación y las operaciones que los usuarios activan con los pulsadores que existen para las llamadas y marcación de planta".
Dos investigados
En la causa por la muerte de la mujer hay dos personas investigadas. Son el ascensorista que estaba de servicio y el celador que empujaba la camilla. En su declaración como investigado, en enero de 2018, el ascensorista aseguró que no tuvo ninguna “intervención o manipulación” aquel día, si bien los peritos de la empresa Atisae, que han elaborado un informe técnico por encargo de la Delegación de Industria, descartaron que el ascensor tuviera ningún tipo de problema técnico que incidiera en el suceso y atribuyen lo ocurrido a un “fallo humano”.
El celador que llevaba la camilla admitió intentó abrir las puertas del ascensor con sus propias manos cuando vio el peligro que corría Rocío Cortés.
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