"¡Le he apuñalado, le he dado con el cuchillo!". Esas fueron las palabras que pronunció Jesús alias El Yaki justo después de acabar con la vida de Francisco, de 64 años, el pasado domingo. Todo ocurrió en el madrileño barrio del Pozo del Tío Raimundo (Vallecas). Paco bajó a defender a sus sobrinos del que iba a ser su asesino y de otros que le acompañaban, y se llevó una puñalada que le costaría la vida. Para la familia del asesinado no hay dudas, según aseguran a este diario, de que el asesino es este chico de 20 años y miembro del clan de Los Visita, conocidos y temidos en el barrio, que vive a unos 20 metros de la vivienda familiar de la víctima.
Fuentes policiales han asegurado a este diario que la detención del principal sospechoso del crimen es "inminente". Sobre él pesa una detención de busca y captura desde hace varios días y, según han precisado, el grupo de Homicidios tiene claro de quien se trata. De hecho, las mismas fuentes han señalado que llevan siguiendo la pista de El Yaki durante toda la mañana de este jueves y creen que el presunto asesino se encuentra escondido en Madrid.
El presunto autor del crimen acaba de cumplir 20 años. En algunas imágenes, que ha podido ver este diario, entre las que se encuentran las de la celebración de su cumpleaños, se puede ver a Jesús El Yaki en compañía de varios miembros del clan, que también participaron en la reyerta el pasado domingo, divirtiéndose en varias fiestas en las que beben alcohol y fuman en cachimba.
Según ha contado Luis Miguel, el cuñado de la víctima, a EL ESPAÑOL, en cuanto se produjo la cuchillada mortal, el presunto asesino comenzó a gritar:"¡Le he apuñalado, le he dado con el cuchillo!". Acto seguido se deshizo de él y huyó en un vehículo Seat Toledo de color dorado con los cristales traseros tintados, que apareció en ese momento, con otros miembros del clan. Otro grupo de personas que estaban con él también salieron huyendo hacia sus casas. Desde ese momento, nadie ha vuelto a ver al principal sospechoso en el barrio. Al principio de la semana, se sospechaba que Jesús podía estar encerrado en su casa. Si bien, ahora los investigadores dan por hecho que está huido, pero que podría permanecer en la capital.
Delitos de sangre y drogas
La familia de El Yaki, una facción gitana más conocida como Los Visi, lleva más de 40 años en el barrio y se dedica a la venta ambulante de fruta desde que llegó al Pozo del Tío Raimundo. La primera en establecerse en esta zona de Vallecas fue la madre de Jesús, Mari Luz. Sobre este clan pesan antecedentes por delitos de sangre, lesiones y tráfico de drogas.
Desde que se produjese el trágico suceso el pasado domingo, el barrio ha salido cada día a la calle, en concreto a las 19.30 -hora en la que se produjo la puñalada-, para protagonizar diferentes altercados contra la familia del presunto asesino de Paco.
Durante esta semana, vecinos de la zona han tirado huevos y piedras sobre las dos casas que tiene el clan en la zona y también han roto los retrovisores de varios de sus coches. En la noche del miércoles pasado, incluso colocaron una lona de plástico y otras telas frente a la puerta de la vivienda y les prendieron fuego.
Los que protagonizaron los altercados, además, reiteraron que no "se trataba de una cuestión de racismo" porque "siempre" han convivido "payos y gitanos". Pero "no querían más violencia en el barrio". Una vecina manifestó que ella "ya tuvo problemas por su perro" con los presuntos autores, pero que no podía decir nada porque "les tienen miedo".
En la misma línea, otra vecina indicó que "no pueden contestarles" si les dicen algo porque "a la mínima te dan una mala contestación o te pegan", asegurando que "se callan" por miedo "a salir mal parados".
El cuñado del asesinado relató como ocurrió todo. Desde la ventana de la casa, Paco lo vio todo. "Les están pegando, les están pegando", dijo, y abandonó el piso para intentar aplacar a quienes estaban atacando a sus sobrinos. Bajó también Luis Miguel, el cuñado, pero les superaban en número y fueron con todo a por ellos. "Echaban chispas. Empezaron con empujones, luego otro cogiéndonos del cuello. Y después ya peor: a mí uno que tendría unos 50 o 60 años me dio tres golpetazos con una barra en la cabeza, y porque tengo la cabeza dura, que si no...".
Tras los golpes, los puñetazos y los palos, uno de los agresores extrajo un cuchillo "de grandes dimensiones". El hijo de Paco recibió el primer navajazo. "Le dio en la cabeza, así de refilón. Mientras, intentábamos pararles. En el segundo golpe, mi cuñado se interpuso en el medio y fue ahí cuando le apuñalaron en el cuello".