“Cómo has podido caer tan bajo, Julen”. “El juez entrega el cuerpo de Julen a sus padres y se les cae a otro hoyo”. “Que digo yo que el niño también podría escarbar un poco. Ahí esperando con toda la pachorra”. “Lo único bueno del caso de Julen ha sido ver a tanta gente de VOX partirse la cara por un niño gitano de nombre vasco”.
Los padres de Julen Roselló, el niño de dos años y medio que murió al caer a un pozo de 25 centímetros de diámetro en Totalán (Málaga) el 13 de enero de 2019, y cuyo rescate se prolongó durante 13 días, han denunciado al poeta Camilo de Ory (Segovia, 1970) por una serie de mensajes ofensivos publicados en su perfil de la red social Twitter mientras se trataba de encontrar con vida al menor.
Según adelantó el diario Sur, el Juzgado de Instrucción número 6 de Madrid ha citado el 21 de mayo a De Ory en calidad de investigado como posible autor de un delito de trato degradante como consecuencia de los mensajes que publicó sobre la familia del niño y sobre el propio menor durante las tareas de rescate y los días posteriores.
En conversación telefónica con EL ESPAÑOL, Camilo de Ory, a quien todavía no le ha llegado la citación judicial, explica que lleva “años jugando al humor negro” en Twitter y que “nunca había tenido problemas con sus límites”.
“Reivindico y creo que se puede trivializar con todo -asegura el poeta-. El humor no tiene límites, pero mi pretensión no era ofender a esos padres sino hiperbolizar el circo mediático que se había montado en torno al caso de ese niño. Durante esos días recibí cientos, incluso miles, de mensajes amenazantes, alguno hasta de muerte”.
Cuestionado acerca de si no era consciente de que sus afirmaciones podrían llegar rápidamente a los progenitores del menor dado el interés que despertó el rescate en toda España y también a nivel internacional, De Ory responde: “Si llego a saber que esos tuits llegan a oídos de los padres, es obvio que no los publico”. Sin embargo, defiende su derecho a hacerlo.
El investigado tendrá que comparecer ante el juez instructor a las 10.15 horas del martes 21 de mayo. Dicho juzgado unificó el pasado mes las cuatro denuncias que la abogada de los padres de Julen, Antonia Barba, presentó ante la brigada de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Málaga por comentarios ofensivos y en tono de burla en las redes sociales.
La primera denuncia que se judicializó le correspondió al Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, pero se inhibió en favor de los juzgados de la capital de España porque los mensajes se difundieron desde allí. El caso le correspondió al Juzgado de Instrucción número 6 de Madrid. Posteriormente, se le unieron las otras tres denuncias.
Los supuestos responsables están todos identificados y son tres usuarios de redes sociales, entre ellos De Ory, y un medio en internet, denunciado por una información falsa. Los denunciados se enfrentan al delito tipificado en el artículo 173 del Código Penal. En él se dice que “el que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años”.
En 2005, De Ory fue premiado por la Diputación de Málaga con el Premio Emilio Prado de Poesía por su obra ‘Lugares Comunes’. El galardón, para autores menores de 35 años y dotado con 6.010 euros, le fue entregado en el Centro Cultural de la Generación del 27 en la citada ciudad andaluza. Por aquel tiempo, el PSOE gobernaba dicha institución pública.
Tras aquellos tuits ofensivos, muchos otros usuarios recriminaron a De Ory sus palabras sobre el menor y su familia. El actual diputado provincial de Cultura de la Diputación de Málaga, Víctor González, condenó las afirmaciones del poeta y dio “instrucciones con el objeto de revisar las bases y actas de los premios otorgados durante aquel año” para revocar el premio que se le concedió en 2005.
El propio poeta explica a este periodista que no se le ha llegado a retirar dicho galardón y que nadie de la Diputación se ha puesto en contacto con él para transmitírselo.
Julen falleció al caer a un pozo mientras pasaba un domingo de campo junto a sus padres y otros familiares en una finca rústica propiedad de un primo de su madre, David Serrano, por el momento único investigado por un presunto delito de homicidio imprudente.
Entre los tuits ofensivos que publicó De Ory durante el rescate, se encuentran algunos como “desvelan que, para colmo, el padre de Julen le había puesto chorizo a la paella” o “si Julen comiera en Burger King, esto no habría pasado”. Ahora, la Justicia deberá decidir si frases así forman parte de los límites del humor y la libertad de expresión o, en cambio, su autor incurre en un delito que podría llevarlo a prisión.