La conferencia Episcopal se ha pronunciado este viernes sobre la eutanasia, ante los recientes acontecimientos, con la muerte de María José, enferma de ELA, ayudada por su marido, y ha considerado que "la muerte no puede ser la solución ante el conflicto del dolor".
El portavoz, Luis Argüello García, ha mostrado comprehensión ante "el momento de duelo y dolor de esta familia" pero recordó que "la Iglesia apuesta por la vida, por los cuidados paliativos, sin ensañamiento terapéutico, pero con la protección de la vida".
Reforzando que no está "pensando en la cárcel para nadie en este caso", Argüello ha señalado que hay que "hacer una defensa radical de la vida y ayudar a las personas que sufren, a los cuidadores a la hora de sobrellevar esta situación e implementar, como sociedad, apoyo a estas situaciones para que la muerte no sea nunca la solución de los problemas".
El portavoz ha señalado que hay que buscar otras alternativas a las situaciones de eutanasia, pero también "a las del aborto y la de los migrantes en el mediterráneo". "La muerte no puede ser la solución para los problemas y tampoco para la entrada de personas a Europa", señaló.
Destacando que ahora mismo el avance de la medicina y la tecnología permite prolongar la vida ha resaltado que "hay enfermedades que exigen una reflexión por parte de la sociedad, porque obligan a una carga emocional tremenda por parte del enfermo y el cuidador, pero la muerte nunca puede ser la solución. La puesta en marcha de una ley expresión de la racionalidad de un pueblo para regular ante un bien común pero la vida tiene que sobreponerse ante todo".