Los insultos hacia ella en el instituto y fuera del mismo eran constantes. "Calva", "sidosa" y "asquerosa" eran solo algunos de los que tres compañeras de 15 y 16 años le proferían a una joven en un instituto de Llanes, Asturias. Una vez decidió denunciar su acoso en los tribunales, la magistrada consideró que tales ofensas no podían considerarse un caso de bullying.
Las humillaciones habían llegado hasta tal punto, que la chica acabó sometiéndose a tratamiento psicológico. Si bien, según informa La Vanguardia, la jueza ha considerado que las tres alumnas que insultaban a su compañera no estaban incurriendo en un delito de acoso escolar y las ha absuelto.
Ante esto, la abogada de la joven asturiana ha presentado un recurso, que someterá a revisión el dictamen adoptado por el juzgado de menores el próximo 23 de abril.
En este sentido, la letrada sostiene que la sentencia tiene varias contradicciones como, por ejemplo, que la magistrada reconozca que se produjeron insultos, pero que, en su caso, no cree que fuera algo negativo o perjudicial para la víctima.
La abogada de la joven, además, ha solicitado que las tres menores se sometan a "tareas educativas" para que así, al menos, se conciencien de lo sucedido, con el objetivo de que no se vuelva a repetir.
Por su parte, la jueza de Menores se mantiene firme en su decisión: no considerar que insultos de tal gravedad como acoso hacia una alumna de un colegio.
Esta decisión judicial llega justo cuando todavía se investiga si la muerte de A. en un centro educativo de Madrid está relacionado con un caso de acoso escolar. El adolescente, de 16 años y origen ecuatoriano, se suicidó el lunes y cuatro días después los agentes detuvieron a un compañero de clase. Creían que sufría acoso escolar en el IES Ciudad de Jaén. Este compañero quedó en libertad el viernes. La víctima se había mudado recientemente a la capital española desde A Coruña (Galicia).