Las vecinas de la pequeña aldea de Arcilla, en Lugo, llevan meses preocupadas. Hay veces que cuando se duchan por la noche notan como un hombre las observa desde el exterior de sus casas. Están aterrorizadas. En otras ocasiones también se han fijado que su ropa interior desaparece cuando está tendida fuera. Por fin, su intranquilidad ha terminado. La Guardia Civil detuvo la semana pasada al ladrón de ropa interior.
“Eran las diez de la noche y estaba mi hija duchándose. Dejó el coche (un Peugeot 407 de color negro) aparcado a unos 800 metros de nuestra casa, anduvo alrededor y se apoyó en la ventana del baño. Estaba mi hermano aquí y salimos corriendo detrás de él, le bloqueamos el coche y llamamos a la Guarda Civil”, cuenta a La Voz de Galicia Mari Carmen Pérez, una de las víctimas del atracador que ya le conocía de vista.
El hombre salió corriendo, pero los agentes “cuando llegaron los agentes ya vieron que el coche era de él. Lo encontramos en la granja ordeñando como que con él no iba la cosa”, explica la gallega.
El mirón fue detenido por coacciones y los guardias lo llevaron a un cuartel. Otros vecinos de la zona han asegurado que el sospechoso tenía toda una "mercería" en su vivienda con la ropa interior que había robado.
El pasado 23 de marzo volvió a ocurrir algo parecido. "Estaba sola en casa, en la cama porque no me encontraba bien y sentí como alguien golpeaba en las ventanas. Me levanté y me puse a mirar por el estor, pero sin encender la luz. Me separé un poco de la ventana del cuarto de mi hija y me lo encontré de frente. Al verme se agachó y salió corriendo”, confiesa la señora.