Poco a poco, la movilidad sostenible se va abriendo camino entre los conductores. Las autonomías de las baterías aumentan de forma lenta pero constante, al igual que el número de puntos de carga. Sin embargo, los precios no bajan al mismo ritmo que les gustaría a muchos bolsillos. Por eso, cada vez cobra más fuerza la opción de apostar por un vehículo eléctrico de segunda mano. Como José Manuel, que sin poder invertir una gran fortuna, se hizo con el suyo por 3.000 euros. 2.800 para ser exactos.
Los motivos que llevan a un conductor a adquirir un eléctrico son variados. Algunos lo hacen obligados por las medidas cada vez más restrictivas que las administraciones imponen; otros, motivados por el ahorro evidente que supone cargarlos y mantenerlos; otros, como es el caso de José Manuel Aguado, por la simple convicción de cualquier acción personal puede contribuir a la defensa del medio ambiente.
Este analista y consultor se inició en el mundillo viendo vídeos en Youtube sobre movilidad eléctrica en 2017, al igual que otros muchos que en su día fueron meros curiosos y hoy ruedan sin emitir gases contaminantes. Comenzó aportando su granito de arena a la movilidad sostenible creando junto con otras cuatro personas Pásate a lo eléctrico, una asociación sin ánimo de lucro que pretende defender y promover la movilidad eléctrica. La divulgación se le quedó corta, y por ello se decidió a comprarse un eléctrico hace menos de un mes. "Yo nuevo no me lo podía permitir, por lo que busco de segunda mano".
Teniendo esta idea clara, empezó a buscar en portales de segunda mano. Desde Coches.net hasta AutoScout24, pasando por el francés Leboncoin.fr. En su caso, vio "auténticas gangas" que se le escaparon de las manos. "Las buenas oportunidades vuelan. Por pensármelo un día las he perdido. Hay que tenerlo claro, aun viendo el coche a ciegas, y reservarlo", cuenta Aguado.
Después de muchos días y muchas horas frente al ordenador, con notificaciones activadas en su móvil y con alertas en el correo electrónico, encontró un Think City (fabricante noruego que se disolvió en 2011) en Valencia a través de Milanuncios.com, a un precio que se ajustaba a su presupuesto: 2.800 euros. Justo este modelo se fabricó en septiembre del año anterior y fue matriculado en enero del mismo 2011. Y para ser de hace casi una década, su ficha técnica aseguraba una autonomía de 210 kilómetros. José Manuel vive en Humanes y trabaja en Madrid; al día recorre unos 50 kilómetros. Además, posee garaje propio, por lo que este vehículo se ajustaba a su uso diario. Según cuenta su experiencia a EL ESPAÑOL, la autonomía real con el uso que le da a su City es de 100 kilómetros."El 70% del trayecto es por carretera, mientras que solo el 30% es por zonas urbanas".
Contactó con un amigo de Alicante y le pidió el favor de echarle un vistazo. "Me llamó tras probarlo y me dijo que estaba bien. Di el paso y me lo compré", recuerda José Manuel. Este conductor explica que él lo adquirió de esta forma porque tenía el conocimiento suficiente para saber a qué aspectos hay que prestar atención a la hora de decidirse por un coche eléctrico de segunda mano, pero no es lo habitual ni lo más recomendable.
Otras fórmulas más recomendables
"Existe un gran desconocimiento alrededor del coche eléctrico. Una mala explicación puede llevar a muchos problemas", adelantan desde Evan Motors, una de las pocas empresas que venden y alquilan eléctricos de segunda mano en España. Concretamente, operan desde Barcelona. Buscan en subastas por toda Europa coches a precios interesantes y que estén en buen estado. Sobre todo de Bélgica, Holanda o Alemania. La mayor parte suelen ser antiguos coches de renting. Una vez adquiridos, realizan todos los trámites para que puedan circular en España y los ponen a la venta. En caso de que al comprador no le guste ninguno, puede encargar el que quiera, aunque pueda no ser el que más le convenga.
"Siempre, lo primero que hacemos es preguntar al cliente para qué lo necesita, cuántos kilómetros va a recorrer al día, o si dispone de cargador en casa. A partir de ahí, le recomendamos el que mejor se pueda adaptar a sus necesidades", explica la importadora a EL ESPAÑOL.
Adquirir un vehículo de esta forma puede resultar más caro que el método escogido por José Manuel, pero garantiza que el coche esté en buenas condiciones. Adicionalmente puede contratar una garantía con la tienda (que también hace las labores de taller) por uno o dos años, y ofrece un servicio de prueba por varios días "para que el comprador pueda comprobar si el coche se adecua a su uso cotidiano". "El 80% de clientes que prueban un coche se lo acaban quedando", detallan desde la tienda.
El mayor impedimento que se puede presentar ante la compra de un eléctrico de segunda mano es el estado de las baterías. Por ello, trabajan con marcas con las que saben que el servicio de postventa del fabricante no va a dejar en la estocada a ningún conductor. Basándose en esta idea, traen modelos de Zoe, ya que Renault ofrece un servicio de alquiler de baterías. Están a la venta a partir de 9.000 euros. Importan Amperas, que no tienen el problema de la autonomía al contar con un generador de electricidad a partir de gasolina, sobre los 19.000-20.000 euros. También Soul, por los que KIA da una garantía de sus baterías de 7 u 8 años. Y estos son solo algunos de sus ejemplos. "Queremos que la compra sea un acto consecuente, y no impulsivo", aclaran.
Para viajes largos, Tesla
Javier, en cambio, se ha decidido por uno más caro. Este otro conductor acaba de llegar desde Holanda por carretera con su nuevo Tesla Model S. Un coche que en el concesionario ronda los 100.000 euros, pero que él ha conseguido por 40.000. "Lo va a utilizar mi mujer. Su trabajo estaba a 40 kilómetros, atravesando zonas de montaña. Con un Seat Toledo que teníamos, gastaba unos 300 euros mensuales en gasolina, por lo que fue fácil tomar la decisión", declara.
Cuenta a este medio que el Toledo fue sustituido por un Ford Mondeo, y que a final de mes el gasto en combustible ascendió hasta los 400 euros, por lo que en ese punto tomaron una decisión de la que no se arrepienten. "En 2014 compramos un Nissan Leaf, que era un coche que llevaba tiempo en el mercado y nos ofrecía confianza. Con él gastábamos 30 euros mensuales, una décima parte que con el coche de gasolina", recuerda este funcionario de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
"Hace poco tiempo, comunicaron a mi mujer que tendría un nuevo destino laboral. También es funcionaria, pero en el ámbito de la educación. Lo malo es que ahora tiene que recorrer el doble de distancia, por lo que el Leaf se nos queda un poco corto. Además, el periodo de la garantía por la batería que en su día nos ofreció Nissan está a punto de caducar. Con todo ello, nos decantamos por el Model S, porque necesitamos recorrer distancias largas", explica Javier.
La mejor prueba de que el eléctrico es capaz de recorrer amplias distancias se puede apreciar en el salpicadero. En dos días, Javier ha recorrido junto con un amigo 1.700 kilómetros, parando a repostar en los Supercharger que la compañía tiene instalados por toda Europa. De hecho, nos entrevistamos con él en el punto que hay en Getafe, al sur de Madrid, donde han parado media hora para repostar ya que el destino final es llegar a Málaga.
Consciente de que este coche supera con creces el coste de otros modelos, Javier lo tiene muy claro. "Mi pareja y yo no ganamos muchísimo dinero. Pero simplemente por lo que gastábamos al mes en gasolina, pagamos este coche. Y llegará un momento en el que comenzaremos a ahorrar, además teniendo un muy buen coche", argumenta.
Tesla, entre otras particularidades, también posee un sistema propio de venta de coches de segunda mano. A través de la página web Teslacout pueden encontrarse Teslas con CPO (Certified Pre-Owned). Son vehículos de segunda mano que, generalmente, entregan propietarios de Tesla al fabricante en planes renove. Cuentan con el certificado de la marca de que están en buenas condiciones y, al igual que si se tratarse de la compra de un recién fabricado, ofrecen una garantía por sus baterías de ocho años, poniendo el reloj a cero. Los modelos que se venden, cada uno con distintas características, bajan su precio diariamente 300€ hasta que un comprador decide adjudicárselo, a modo de subasta. Así fue como lo hizo Javier.
Las particularidades de este mercado
"Hay que separar el mundo Tesla del resto de vehículos por el valor que tienen. Cuanto mayor es el valor de un bien por el que se comercia, mayores son las posibilidades de que existan engaños o estafas por parte de los vendedores. Por desgracia, eso es muy habitual en el mundo de Tesla", adelantan desde Tesla Import. Son una compañía sin ánimo de lucro especializada en asesorar, seleccionar y traer Teslas para sus clientes. Sus creadores conocen a fondo los coches de la compañía americana y fueron de los primeros en tener su propio Tesla en España.
"Arrancamos este proyecto porque muchos compradores se encontraron con problemas al importar su Tesla. Se quedaban en la frontera, tenían problemas mecánicos o fueron estafados. Por eso decidimos ayudarles, ya que conocemos todos los trámites que hay que realizar para importar coches de manera correcta", explican.
Para estos consejeros, hay dos grandes grupos de Teslas en cuanto a la adquisición en el mercado de segunda mano se refiere. Los Supported (con apoyo) y los Unsupported (sin apoyo). Los primeros son europeos, no han tenido accidentes estructurales y las posibles averías que hayan tenido se han reparado dentro de la red de talleres Tesla. Los segundos suelen ser americanos o se han mantenido en talleres extraoficiales. Cuando incurren en alguna de esas circunstancias, se cesa el apoyo. Tesla en Europa solo ofrece garantías y componentes a los coches del primer grupo, por lo que uno de los grandes problemas de comprar un coche a través de un portal es que, en ocasiones, el vendedor miente sobre el origen del vehículo. También pueden incurrir en mentiras en el historial de averías.
Dentro de los que se han 'criado' en Europa, consideran que hay tres subgrupos: coches que han sido utilizados en servicio público, como taxis y alquiler; los coches de segunda mano de concesionarios, y los anteriormente mencionados CPOs. "Para un coche de segunda mano de concesionario, la garantía es la que se dio en su día al comprador original. No se conoce con exactitud su historial, por lo que Tesla no se la juega con esos coches. Sin embargo, por los CPO Tesla ofrece un sistema de garantías muy similar al que ofrece por un coche nuevo, ya que han testado que están en condiciones óptimas de venta", añaden desde Tesla Import.
Es sobre este último subgrupo sobre los que suelen buscar coches esta compañía. Aunque a veces hay excepciones si el conductor lo demanda. "Nosotros antes de nada intentamos asesorar al cliente sobre lo que mejor le puede ir en función del uso que vaya a dar al coche. Pero, a veces, un conductor no considera primordial que cuente con una garantía", cuenta uno de sus responsables.
Detallan a EL ESPAÑOL que el coche que más se suele traer a España es un Model S del año 2015, con un precio medio que ronda los 40.000€.
¿Por qué elegir un canal de compra como el que ofrece este tipo de empresa? "Si resulta que un usuario elige un mal coche, el alto precio que cuestan puede convertirse en una pesadilla. Ayudamos a que la decisión sea correcta", justifican. Eligen el coche con las características que mejor se ajustan al comprador, ya que "no todos consideran relevante que tenga AutoPilot, que tengan garantía, que tengan una determinada potencia o que tenga una suscripción gratuita al servicio de Supercharguer, por el que se paga un extra", argumentan. Además, a la certificación que hace Tesla, añaden la suya propia a través de un test de 500 kilómetros rodados. "A veces detectamos fallos que Tesla ha pasado por alto o que no ha considerado vitales. Elegimos el coche como si fuese para nosotros mismos".
A la elección se le suma todo el proceso de fiscalidad, importación, con una entrega lo más rápida posible. Por ello y en su caso concreto, cobran el 7% del valor del vehículo "para cubrir costes", ya que esta labor no es la principal fuente de ingresos para estos especialistas. "Nuestra motivación es contribuir a que la gente que decide pasarse al eléctrico y dejar de contaminar no se equivoque en su elección", concluyen.