Un hombre de 35 años 'salió volando' con su coche en una calle de Valencia tras circular a 186 kilómetros por hora, perder el control y chocar contra una farola, un semáforo, una marquesina y varias palmeras. El conductor es el único herido en el accidente y permanece en estado grave, aunque también se produjeron importantes daños materiales.
El suceso tuvo lugar durante la madrugada de este martes, sobre las 00:45 horas. Según cuenta el diario Levante, un radar ubicado a la salida del túnel de la avenida Pío XII saltaba y registraba a un BMW circulando a 186 km/h. Segundos después, el coche entraba a una velocidad pareja en la Gran Vía de Fernando el Católico y perdía el control del volante. Irrumpió en la acera de la derecha, chocó contra una farola y salió despedido. Durante su vuelo arrancó dos palmeras de cuajo (una de ellas de 15 metros de altura), dañó una marquesina y se llevó por delante una farola y un semáforo. En ese impacto se desprendió el motor, que salió proyectado hacia la fachada de un edificio y quedó incrustado en la pared. A su paso, nueve vehículos estacionados sufrieron daños severos.
Los vecinos, al oír el fuerte estruendo, acudieron a auxiliar al conductor, quien se encontraba atrapado e inconsciente. El impacto hizo que saltasen todos los airbags, hecho que, probablemente, le haya permitido seguir con vida.
Un equipo médico del SAMU de desplazó al lugar para atender al hombre, pero no pudieron hacerlo hasta que los bomberos consiguieron liberar al conductor. Para ello, tuvieron que serrar buena parte de la carrocería. Una de las médicas -según cuenta el medio valenciano- tuvo que emplearse a fondo para mantener con vida al accidentado y estabilizar sus constantes vitales. Fue trasladado al Hospital La Fe, donde fue operado de urgencia y permanece en estado grave en la unidad de reanimación.
La investigación de lo ocurrido recae ahora en manos de la unidad de Atestados de la Policía Local de Valencia. Su primera medida ha sido solicitar al personal médico de La Fe una prueba de alcohol y estupefacientes.
El accidente obligó a cortar el tráfico durante seis horas, en las cuales los bomberos tuvieron que retirar los árboles y limpiar la calzada de piezas desgarradas del vehículo y del reguero de líquidos que el coche dejó a su paso, desparramados en un radio de más de 30 metros.