Iba a ser una noche de festejos y casi se convierte en una matanza. Dos personas quedaron gravemente heridas por varios disparos de bala, pero pudieron ser muchas más. La pedida de mano iba encaminada a alargarse hasta bien entrada la noche. Y se alargó, pero por la tensión del momento, por el shock ante el ataque y por los viajes de los familiares al hospital. Allí siguen haciendo guardia para proteger a las víctimas del ataque.
El clan de etnia gitana de "Los Zamoranos", muy conocido en la zona sur de la provincia de Pontevedra, organizaron el convite en el pabellón polideportivo municipal de la parroquia de Torneiros, en el concello de O Porriño, a treinta minutos en coche de Vigo. Habían escogido apropiadamente el lugar: un edificio público, con el cuartel de la Guardia Civil a menos de ocho minutos en coche. Nada de esto detuvo al hombre que ahora buscan las autoridades de entrar allí y emprenderla a balazos.
Juan Paulo Giménez es un tipo voluminoso, a la par que imponente. Igual que la mayor parte de su familia, el clan de "Los Morones". Igual que el jefe de la familia, su hermano, Sinaí Giménez, presidente de la Sociedad Gitana Española, alias 'El Obama Gallego', alias 'el hombre que demandó a Rober Bodegas por hacer un chiste sobre gitanos', alias 'el rey de los gitanos gallegos'.
Como decíamos, Juan Paulo es de complexión recia. Parece no temblarle la mano. Él es el presunto autor de los disparos que sembraron el pánico en la fiesta de la madrugada del sábado. Es a él a quien buscan las fuerzas de seguridad, y a él a quien supuestamente se le atribuyen los hechos de esa madrugada que pudo terminar convirtiendo una jornada festiva en una auténtica tragedia.
La noche que pudo ser matanza
Era la una de la noche en una velada de temperatura óptima. En la fiesta participaban unas 60 personas. El clan de los Zamoranos disfrutaba de la música y de ambiente. En ese momento, un Seat Toledo aparcaba a las puertas del recinto y un hombre a cara descubierta se bajaba del vehículo del asiento de copiloto. Su conductor esperaba en el vehículo. Todo apunta a que fue Juan Paulo el que irrumpió en el festejo, pistola en mano. Iba armado con un calibre 38. Un arma semiautomática.
Al entrar en el lugar comenzó a disparar hacia el techo. Cundió el pánico en la fiesta. A posteriori, los agentes de la Guardia Civil, que acudieron rápidamente al lugar, encontraron seis casquillos. Todas las balas impactaron en el techo excepto dos. Que rebotaron e hirieron al momento a dos personas. A un joven de 18 años le alcanzó en la espalda, a la altura del omóplato. La otra víctima fue una joven de apenas 15, cuya cara fue atravesada exactamente en la zona del pómulo por uno de los proyectiles.
Tras armar el caos, el pistolero, a quien muchos testigos parece que pudieron reconocer, se subió al coche, en el que esperaba su cómplice. Éste arrancó y tanto él como su cómplice huyeron despavoridos del lugar.
Ahora Juan Paulo se encuentra en proceso de busca y captura. La suerte quiso que solo hubiera que lamentar dos heridos graves de todos los presentes. A la menor, según fuentes cercanas a la investigación relatan a EL ESPAÑOL, su pómulo habrá de ser reconstruido por diversos especialistas maxilofaciales. La chica continúa ingresada.
A lo largo de toda la noche y de este lunes, los Zamoranos se han pertrechado en torno al Hospital de Povisa, en Vigo, haciendo de la habitación de los dos heridos un bastión al que nadie pudiese acceder. La tensión se trasladó entonces a este centro sanitario, ya que, según contaba este lunes Faro de Vigo, en él está ingresado por problemas de salud otro de los hermanos de Sinaí Giménez. Por este motivo, a la Policía Nacional no le quedó más remedio que montar un enorme operativo de seguridad a fin de evitar nuevas y sangrientas trifulcas.
Entretanto, el clan de los Morones se desvincula del tiroteo en O Porriño en el que resultaron heridos dos jóvenes y arremete contra la alcaldesa de esta localidad, Eva García de la Torre, a la que acusa de fomentar el enfrentamiento entre estos y los gitanos Zamoranos.
En un comunicado, la Sociedad Gitana de Galicia se queja de los "abusivos comentarios" y de las "acusaciones desproporcionadas" a los Morones sobre "una serie de delitos que nada tienen que ver con los hechos".
Un conflicto que dura 10 años
Juan Paulo Giménez, como su hermano Sinaí, no es un cualquiera.Estuvo un tiempo en la cárcel por una querella de la Fiscalía contra su familia. El clan de los Morones fue denunciado por presuntas coacciones y extorsiones a vendedores ambulantes de los mercadillos de la provincia de Pontevedra. Él es uno de los investigados. Por eso acabó entre rejas, por eso espera juicio y por eso tuvo que pagar 50.000 euros para poder salir en libertad bajo fianza. También se le impuntan los delitos de blanqueo y grupo
Los mercadillos semanales que hay en multitud de parroquias de la provincia son una mina a la que la gente acude de forma regular para acceder a toda clase de productos a un módico precio. Y en Galicia, los Morones tienen aquí un importante negociado. Su control en buena parte de estas ferias supuso el detonante clave de una rivalidad y de un conflicto que ya lleva una década sobre el tapete.
El problema, como muchas otras veces, parece cosa de dinero y de territorio. Los gitanos zamoranos llevan más de cuatro décadas instaladas en la zona de Torneiros, en el mismo lugar del tiroteo. Dos veces en los últimos diez años este clan fue expulsado de la zona (en 2010 y en 2014) y condenado al ostracismo fuera de Galicia por la familia de Sinaí. El destierro tuvo como motivación la negativa de este clan a pagar el canon de la cooperativa de vendedores ambulantes formada por "Los Morones".
Varios juicios cerca
Fue el pistoletazo que dio comienzo a la espiral de agresiones, a la escalada de violencia cuyo último acto ha sido el tiroteo de este domingo con la pedida de mano como escenario principal.
No son pocos los miembros del clan de Sinaí implicados en distintas amenazas hacia los zamoranos. El propio 'Obama Gallego' fue condenado a tres años de cárcel por amenazar de muerte a uno de los miembros del clan rival en noviembre del año 2015.
Ese mismo año, varios Zamoranos fueron tiroteados en plena autopista. Regresaban del mercadillo en un barrio vigués. Un joven resultó herido. No se llegó a identificar a los autores de los disparos.
Un dato que no se debe escapar: en breves, Sinaí y su clan seguirán pasando por el banquillo. Próximamente afrontan dos juicios relacionados con la familia a la que toman por rival. El 25 y 26 de junio, él y tres de sus hermanos, entre ellos el propio Joan Paulo, se enfrentan a los delitos de atentado, lesiones y obstrucción a la justicia por el enfrentamiento que protagonisaro xon un abogado y varios agentes de la Guardia Civil en el año 2014. El Fiscal pide para los acusados penas cuya suma alcanza los 27 años de cárcel.
El segundo de los dos juicios es el más relevante. Se producirá del 1 al 5 de julio y tiene que ver con la multitudinaria pelea en el mercadillo de Cangas el 16 de octubre de 2015. La emprendieron a golpes contra el clan rival. Hay seis personas procesadas por cada bando. Para Sinaí se solicitan 13,6 años de prisión. A sus hermanas se les exigen castigos similares.
Y ese podría haber sido el detonante de la noche que pudo ser matanza.