Si había alguien que parecía responder a la definición de ‘cadáver político’ tras las últimas elecciones generales del pasado 28 de abril, ese era Xavier García Albiol. El entonces presidente del Partido Popular de Cataluña se convirtió en uno de los grandes señalados por el batacazo histórico de los populares. Pero Albiol, el 'Sheriff', el baloncestista que jugó 4 años en el Joventut de Badalona, ha vuelto a hacerse fuerte en su cancha, en su ciudad. Ha vuelto a ganar las elecciones con claridad
Xavier García Albiol (Badalona, 1967) difícilmente será el próximo alcalde de Badalona. La suma de los cuatro partidos de izquierdas (Guanyem, PSC, Iniciativa y ERC), que ya le arrebató el bastón de mando en las últimas municipales de 2015, sellará casi con toda seguridad un pacto. 15 concejales que pemitirá a Dolors Sabater (Guanyme Badalona) reeditar ejecutivo. Pero Albiol se ha convertido otra vez en el candidato más votado en su ciudad. Lo ha hecho con contundencia (11 concejales) y arrastrando unas siglas muy devaluadas en Cataluña. Badalona se convierte de este modo en el último reducto del PP en Cataluña. En la aldea gala que resiste el asedio de los romanos. En una rareza.
Paradójicamente, Badalona se convierte en el orgullo del PP catalán cuando las relaciones entre el candidato y su partido estás más deterioradas que nunca. Albiol fue uno de los rostros visibles de las posteriores purgas de renovación de Génova. Él dimitió de su cargo como presidente del PPC tras el fracaso electoral de abril. Anunció entonces que volvía a la política municipal para intentar gobernar de nuevo su ciudad. Y casi renegó de su partido en la campaña electoral.
"Voy a votar a Albiol, no al PP"
“Yo le voy a votar a él, a Albiol. Al PP no. A Albiol”. Lo declaraba una vecina de Badalona en el video promocional con el que el político catalán se presentó a estas elecciones. Se convirtió en el ‘leitmotiv’ de su campaña: Albiol no es lo mismo que PP. Era consciente de que la imagen de su partido está más deteriorada que nunca en Cataluña. Por eso fintó y se desmarcó de ellos. Y a pesar de hacerlo como candidato popular, prácticamente renegó de la formación. No mostró las siglas del partido en ningún momento. Las escondió y realizó una campaña absolutamente personalista.
Y es que Albiol sabe que sigue teniendo tirón en Badalona. Lleva metido en ese Ayuntamiento desde 1991, cuando salió concejal por el PP con solo 23 años. Desde entonces ha esgrimido un polémico discurso contrario a la inmigración que le valió el apelativo de 'El Sheriff'. Esta ha sido una de las claves que le han servido para meterse al electorado de Badalona en el bolsillo. Albiol visitaba las barriadas más pobres de Badalona, como La Salud o San Roque, prometiendo mano dura contra los inmigrantes ilegales. En mítines, entrevistas y vídeos promocionales que le valieron incluso una denuncia por presunta incitación al odio en 2011, año en el que lo nombraron por primera vez alcalde de Badalona.
Pero Xavier García Albiol fue absuelto y además ganó esas elecciones. El único alcalde del PP en Cataluña se impuso en los comicios municipales de 2011 con una mayoría simple. Curiosamente, asumió el bastón de mando gracias a la abstención de los concejales… de Convergència. Eran otros tiempos.
El tripartito le arrebata la alcaldía
En 2015, Albiol aspiraba a reeditar alcaldía. El PP volvió a convertirse en la fuerza más votada de Badalona, pero toda la oposición se unió para arrebatarle la alcaldía. Hizo falta un pacto entre Guanyem el PSC, Iniciativa y Esquerra para privarle de ser reelegido. La investidura del cuatripartito de izquierdas fue posible gracias a la abstención del concejal… de Convergència.
Aprovechó Albiol esa jugada de los partidos de izquierdas para intentar asumir cotas más altas. Para probar suerte en la política autonómica y nacional. Se convirtió en el candidato de las elecciones autonómicas en 2015. Pero la Generalitat no es Badalona y su partido empezó ahí su retroceso: de 19 escaños se quedó en 11. Un par de años más tarde, en 2017, se convirtió en el presidente del Partido Popular en Cataluña, cargo que ostentaba hasta el pasado mes de abril, cuando presentó su dimisión tras el severo correctivo sufrido por su partido en los comicios generales.
Por caminos separados
Ahí se escenificó el desencuentro: el PP tenía que reinventarse y Albiol era una de las caras a borrar. Muchos analistas atribuyeron el batacazo de los populares en las generales a haberse escorado demasiado hacia la derecha. A haber perdido el centro. El lavado de cara posterior al fracaso electoral invitaba en Génova a ir deshaciéndose de figuras como Albiol, más asociadas a planteamientos radicales.
Albiol, por su parte, obró del mismo modo: la marca PP ya es residual en Cataluña y ni siquiera cuenta con grupo propio. Pero la marca Albiol seguía teniendo punch en Badalona. La gestión social del tripartito de izquierdas ha sido duramente criticada durante este último mandato, especialmente en los barrios más desfavorecidos de la ciudad. Xavier García Albiol prometía ‘limpiar’ Badalona de delincuencia e inseguridad.
Y parece que su mensaje ha vuelto a calar entre los ‘badalonins’. El PP se ha convertido, por tercera vez consecutiva, en la fuerza más votada en la ciudad. Le han hecho caso: la marca es él y no el PP. Albiol en Badalona es garantía de éxito. El 'sheriff' ha vuelto. Difícilmente volverá a gobernar, pero ha demostrado, una vez más, que las municipales no son las generales. Y que Albiol no es el PP.