La incertidumbre que representa la electrificación del parque de vehículos y los cambios en las preferencias y usos de los conductores están obligando a los fabricantes a innovar y a buscar soluciones a marchas forzadas. Inversiones y alianzas parecen ser las más escogidas en los últimos meses, pero una vieja fórmula ha sembrado el nerviosismo en el sector. La fusión entre el grupo Renault y el grupo Fiat colocaría al nuevo entramado como uno de los grupos más grandes a nivel mundial y aumentaría sus respectivas cifras de ventas. Esto no supondría la desaparición de ninguna de sus marcas ni, por supuesto, de ninguno de sus modelos más emblemáticos. Como pueden ser el Clio o el Cinquecento, los más icónicos de cada casa.
"Una colaboración más amplia a través de una combinación mejoraría sustancialmente la eficiencia del capital y la velocidad del desarrollo del producto", declararon desde Fiat este lunes tras el anuncio. Inmediatamente después, Renault contestaba a la declaración de intenciones con una respuesta precavida, aunque positiva: se sentarían a estudiar la oferta.
El grupo francés (Renault), que acapara a la propia Renault, a Dacia, a Alpine, a Samsung Motors y a Lada, operaría bajo el mismo paraguas que el grupo italiano (Fiat), quien acoge a la propia Fiat, a Alfa Romeo, a Lancia y a Abarth. Este grupo, a su vez, adquirió en 2014 al grupo Chrysler, que incorporaba a Chrysler, Dodge, Jeep y otras marcas. Además, tanto Ferrari como Maserati pertenecen a Fiat. Además, adicionalmente existen a día de hoy acuerdos de colaboración entre Renault, Nissan y Mitsubishi, por lo que habrá que esperar si los japoneses están incluidos en el pack. Todas estas marcas estarían agrupadas en un nuevo grupo si el acuerdo satisface a todas las partes.
La supuesta unión, que ni mucho menos sería inmediata, no destronaría (por poco) al gigante Volkswagen, que reina en el continente europeo con marcas como Audi, Lamborghini, Porsche, Seat o Skoda, entre otras.
La operación traería consigo ahorros en operaciones de compra, un I+D más mejorado y una producción de equipos más eficiente. Estiman, además, que el volumen de ventas podría ascender a más de 15 millones de vehículos al año. Por ello, y aunque aún es pronto para conocer el resultado de la propuesta, desde Renault han anunciado que van a estudiar la propuesta. De esta forma, pronostican que afrontarían mejor los retos a los que se enfrenta la industria automovilística, principalmente ocasionados por la electrificación global que se avecina o la movilidad compartida.
¿Tendría esta operación alguna repercusión en los conductores? Ninguna. No se notaría, salvo quizás con una mejora del servicio y en las prestaciones ofertadas si todo sale como vaticinan. No desaparecería ninguna marca ni ningún modelo. Ocurriría, a falta de conocer la denominación, algo similar que lo que precisamente sucede con el grupo alemán (Volkswagen). Al igual que el Golf, el A4 o el León no dejaron de existir cuando se conformó la alianza, tampoco lo harían los emblemas tanto del grupo Renault como del grupo Fiat.
A pesar de que estas marcas poseen varios modelos en el ránking de más vendidos a nivel mundial (los Dacia Sandero y Duster figuran entre los más vendidos en Europa, por poner un ejemplo), en España principalmente 3 modelos son los que lideran las ventas y motivarían una unión de este calado. Son el Fiat 500 y los Renault Clio y Megane.
El 500, el icono del fabricante italiano
El Cinquecento, el modelo más emblemático de la Fabbrica Italiana Automobili Torino, fue presentado en 1957. Fue el vehículo encargado de motorizar a Italia tras la posguerra y ahora es todo un icono para el fabricante. Aunque tuvo un importante parón en su fabricación (desde 1975 hasta 2007), Fiat recicló este modelo urbano para que, solo un año más tarde (2008) fuese escogido como Coche del Año en Europa.
Aprovechando el 120 aniversario de la compañía, Fiat ha actualizado este pequeño coche lanzando al mercado dos versiones distintas: el 500 Star y el 500 Rockstar. Existen variantes tanto en gasolina (con 65 CV u 85 CV) como en Gas Licuado del Petróleo (GLP). Además, este hipotético acuerdo podría traer la llegada de una versión electrificada del 500, denominada 500e, con la que la marca italiana comenzaría su andadura en el mundo de los coches eléctricos. Durante el año pasado, en España se matricularon 22.587 unidades. Si a esa cifra se le suma las ventas del Fiat 500L y del Fiat 500X, la cifra llega hasta las 39.012 matriculaciones. Su precio de venta parte desde los 14.000 euros.
Renault Clio, el urbano superventas galo
Con menos recorrido que el Fiat, este coche vio la luz a principios de los 90. Llegó con la presión de sustituir al popular Renault 5, y no defraudó. Desde entonces, se ha convertido en el superventas de la marca gala y ostenta el logro de haber sido el primer coche de la historia en obtener dos veces el galardón de Car Of The Year (COTY), en los años 1991 y 2006.
En su presentación original, se anunció como un "coche pequeño versátil, diseñado y fabricado siguiendo los mismos criterios rigurosos que se utilizan con sus hermanos mayores". Y a día de hoy, el espíritu del subcompacto se mantiene intacto. Solo el pasado año, en España se compraron 28.859 modelos del Clio. Actualmente, se ofrece en las versiones Life, Limited y Zen, a un precio comprendido entre los 9.864 euros y los 12.405 euros.
Renault Megane, más familiar y polivalente
Si el Clio sustituyó al Renault 5, el Megane vino para hacer lo propio con el mítico Renault 19. Nació con la intención de ser un modelo más polivalente que el primero, siendo una berlina con varios acabados disponibles, como el de cinco puertas, el sedán, el coupé o el cabrio, en función de los distintos gustos y necesidades de los conductores. Obtuvo el galardón de Coche del año en 2003 y fue el primer modelo de su segmento en obtener las cinco estrellas en la calificación de seguridad EuroNCAP.
Con cuatro generaciones a las espaldas (1995, 2002, 2008 y 2016) es, a día de hoy, el más vendido de la compañía francesa, superando por algo más de 150 unidades al Clio en el año 2018 (29.082). Dado que posee mejores prestaciones y un mayor tamaño que el Clio, el precio también aumenta en consecuencia, partiendo desde los 15.406 euros. 2020 es el año escogido para presentar su quinta generación, para la que, además de las versiones diésel y gasolina, se prevé que se comercie también en versión híbrida.