Este domingo fue un triste día de contrastes en Casariche, un pequeño municipio localizado al este de la provincia de Sevilla. Las campanas no sabían por quién doblar. Por un lado, la felicidad de los más jóvenes que se preparaban para recibir la primera comunión, rodeados de sus familiares y amigos del colegio. Por otro, la tristeza de la familia de Álex G., un joven del municipio que acababa de cumplir los 18 años y que había fallecido un día antes en un accidente de tráfico en el que también murió su amiga M.R., de 16.
Álex había salido por ahí para dar una vuelta con sus amigos. Iban cinco en el coche y, cuando volvían de la localidad de Baldolatosa por la carretera A-8325, en un cambio de rasante a escasos metros del tanatorio local y presuntamente a más velocidad de la que debían circular por esa vía, se encontraron con otro turismo con el que colisionaron de frente. La mujer que viajaba en el otro turismo resultó ilesa pero el coche de Álex no corrió la misma suerte.
Su amiga, de 16 años, M.R. falleció en el momento y otros dos, de 16 y 20 años, tuvieron que ser trasladados al Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, donde permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos. El otro tripulante, de 18 años, fue trasladado al Hospital de Osuna. Álex falleció poco después. Los servicios de emergencias recibieron la llamada a las 21:10 pero ya no pudieron hacer nada por su vida.
El sabor del día de las comuniones en Casariche quedó absolutamente amargado. Álex había crecido ahí y había hecho pandilla en el pueblo, aunque estudió en Estepa. En Casariche había conocido a M.R. y al resto de amigos que les acompañaban en el coche. M.R., en cambio, era de Puente Genil, pero había llegado a Casariche hace aproximadamente cinco años, con su abuelo, su madre y su hermano pequeño. En la localidad, que tiene sólo 5.000 habitantes, como en los pueblos, todos los conocían.
Cinco días de carné de conducir
Más allá de que la juventud de los fallecidos ya de por sí hace que la historia sea más negra, una de las cosas que más ha impactado es la mala suerte de las coincidencias: no había pasado ni una semana desde que Álex se había sacado el carné de conducir. El lunes se presentó al examen, que aprobó, y el sábado tuvo el accidente. Y M.R. iba a cumplir 17 años este mismo mes.
“Álex llevaba trabajando conmigo un mes”, relata Antonio, el gerente de Aguadep, una empresa dedicada a fabricar depósitos de poliéster. “Había cumplido 18 años hace poco, el 10 u 11 de mayo, me acuerdo que para contatarlo necesitaba el permiso de los padres”, añade. “Era un buen chaval, muy trabajador y claro, nos ha pillado a todos descolocados”, dice Antonio.
“A mí, el lunes me dijo que se iba a presentar al examen de conducir, al práctico, que ya se había podido sacar el teórico antes”, recuerda el empresario. Y se lo sacó con relativa rapidez, en menos de un mes de prácticas. “El pasado miércoles ya vino con el coche a trabajar y estaba muy contento”, añade Antonio.
Antonio cuenta que se enteró el mismo sábado, cuando por su casa pasó una ambulancia a toda velocidad. Fue sobre las 21:20 horas. “Ahí me imaginé que algo había pasado. Un poco más tarde me dijo un vecino que el que se había matado se llamaba Álex y que decían que era el que trabajaba para mí”, cuenta. Y lo era.
“Aquí nadie habla de otra cosa”, reconoce Paco, el dueño de la floristería Centro Flor. “Lo que pasa es que nadie sabe bien qué pasó realmente”, añade. “Lo que sí que puedo decir es que Álex era muy querido en el pueblo. Se les ha notado en la cantidad tan inmensa de flores”, comenta. En cifras, a Paco le compraron 13 coronas y 16 o 17 ramos para el funeral de Álex, que se celebró este domingo en Casariche. “Se nota que era muy querido”, apuntilla, el florista de la localidad que ha decretado tres días de luto oficiales . El funeral de M.R. se celebró, en cambio, en su Puente Genil natal ya que es donde tiene a más familia.