Una joven de 18 años aprovechó que su abuelo se marchó a la playa para entrar en su casa y encerrarse, junto a su novia y a su hijo. Tanto Paula como su pareja llevan permaneciendo desde hace más de 20 días okupando su vivienda.
Según ha contado el programa Está Pasando, de Telemadrid, la joven llamó a un cerrajero y forzó la cerradura de la vivienda (ubicada en la calle Atocha de Madrid) mientras su abuelo viajó a Cartagena para atender a su mujer, enferma de Alzheimer. Un vecino fue quien alertó al propietario de que una mujer, su nieta, estaba tratando de entrar en la vivienda.
El inquilino contó con la ayuda de la Policía Nacional y de una empresa privada dedicada a desokupar viviendas. A pesar de las negociaciones en el rellano, la joven pareja no atendió a razones y mantuvo su idea de permanecer en la vivienda. Los agentes de Policía les han dado 48 horas para desalojar la vivienda.
"Esta niña es muy conflictiva, no acata normas, me ha atacado muchas veces y tengo miedo", ha explicado su propia madre.
Fue tras una de estas agresiones cuando la joven ingresó en un centro de menores. Hasta ahora, vivía con su padre, teniendo un lugar en el que vivir, de acuerdo a la explicación de la afectada.
Según recoge la sentencia emitida hace unos años, Paula llegó a amenazar a su madre a través de mensajes de WhatsApp. "Voy a entrar a la casa esta noche. Si tengo que tirar la puerta, la voy a tirar. Si tengo que ir a matar a tu padre [para ir] a por las llaves, lo voy a hacer", decían sus mensajes.
Por el momento, el problema de esta familia no se ha resuelto y Paula continúa okupando la casa de su abuelo.