María Fernanda y Alejandro se habían casado y habían decidido celebrar su enlace con un bonito banquete y posterior fiesta junto a sus familiares y amigos en Guadalara (México). El domingo 23 ambos se dirigían a una peluquería cuando se encontraron de frente con la tragedia. Joao Maleck, de 20 años y jugador del Sevilla Atlético, embistió con su Mustang el coche donde viajaba la joven pareja. Murieron en el acto.
El futbolista conducía bajo los efectos del alcohol y a gran velocidad cuando se llevó por delante el automóvil de María Fernanda y Alejandro. Maleck fue trasladado al hospital para que ser atendido por las heridas, que no revestían gravedad. Tras esto, fue detenido. La familia de la pareja lucha para que este incidente no quede impune, ya que según han expresado en las redes sociales la justicia mexicana está "podrida". Lo cierto es que los jóvenes, que acababan de sellar su amor, estaban preparados para comenzar un nuevo camino juntos y celebrar la vida junto a sus más allegados. Pero nunca llegaron a su destino.
La pareja se había conocido en el trabajo
Alejandro y María Fernanda vivían en Guadalajara, una ciudad al oeste de México y la capital y urbe más poblada del estado de Jalisco. El joven, de 33 años y padre de dos hijos, se había licenciado en Pedagogía y trabajaba en la empresa Global Gas como 'director de desarrollo organizacional'. Dos años antes, había comenzado su andadura profesional en Sello Rojo, donde María Fernanda era becaria. Ella, de 26, había estudiado Ciencias de la Comunicación y había llegado a la filial tras duros años de trabajo. En la empresa surgió el amor entre ellos y comenzaron una bonita relación, que querían sellar con su matrimonio.
Como explican sus compañeros de trabajo, Alejandro era una persona amable, que "siempre tenía una sonrisa para todos". La conexión con María Fernanda fue instantánea y ambos comenzaron su relación a los pocos meses. Tras dos años y muchas aventuras y viajes juntos, decidieron que era hora de casarse. Iba a ser una alegría para sus familiares, que deseaban ver como la pareja se unía en matrimonio. Los preparativos comenzaron a finales del año pasado; se casarían por la Iglesia y celebrarían un gran convite -junto a sus más allegados- al día siguiente.
El día había llegado. El domingo 23 de junio había sido la fecha elegida por María Fernanda y Alejandro para celebrar su boda por lo civil. "Yo sé que te amo, tú me amas. Recorreremos un profundo camino al futuro, para compartir el nosotros que hará de nuestra unión una familia completa, para ser uno con Dios y con el mundo", rezaba la invitación al enlace. La boda por la Iglesia se había celebrado durante el día anterior. Allí, lo celebraron en compañía de sus padres. Estaban orgullosos de la familia tan bonita que habían formado.
El plan era cerrar el fin de semana de festejos con una gran celebración. Concretamente el lunes. La noche tras la boda, ambos se quedaron a dormir en casa de una de las tías de Alejandro, a pocos metros de donde perdieron la vida. A la mañana siguiente, tenían planeado acudir a una maquilladora para que les preparara para una sesión de fotos, que ya habían concertado. Querían llegar al sitio de la fiesta sobre las 3 de la tarde. Pero cerca de las nueve de la mañana, el futbolista Joao Maleck les embistió con su Mustang blanco. María Fernanda y Alejandro murieron en el acto. No se pudo hacer nada para salvar su vida.
El padre de Alejandro encontró el coche
La maquilladora de María Fernanda contactó con los padres de la joven al no saber nada de su paradero. Su padre llamó una y otra vez a la mujer, pero esta no respondía al teléfono móvil. Por ello, decidió salir a buscar a María Fernanda y Alejandro. Trazó, en su cabeza, el recorrido que debían haber hecho, se montó en su coche y puso rumbo al suburbio de Zapopan.
Allí se encontró con una fatal escena: un Aveo gris, el mismo tipo de automóvil que el de su hijo, se encontraba totalmente destrozado. Junto a él, un Mustang blanco, que previsiblemente había sido el causante del choque. Una vez vio la matrícula, lo tuvo claro, era el coche de Alejandro. Aun así, preso del miedo y asustado por lo que podía haber sucedido, no se atrevió a confirmarlo. Fue su primo quien se encargó de identificar los cadáveres. Efectivamente, era la pareja de recién casados.
El futbolista del Sevilla Atlético, Joao Maleck, había pasado la noche de fiesta. Cuando ya amanecía, decidió coger su coche de alta gama y dirigirse a su casa a descansar. Pero el automóvil chocó contra la parte trasera del modesto coche de María Fernanda y Alejandro. Según las primeras investigaciones, el joven mexicano conducía bajo los efectos del alcohol y a gran velocidad. Maleck fue trasladado al hospital para que fuera tratado por las heridas que le había ocasionado el fatal accidente. Aun así, su situación era estable y no revestían gravedad.
Tras esto, fue detenido y llevado a las comandancias policiales. La Fiscalía de Jalisco cuenta con un vídeo que ha sido determinante para la investigación y donde se ve, perfectamente, como sucedieron los hechos. El futbolista viajaba a gran velocidad, dato que ya han confirmado los testigos, y embistió al coche en el que viajaba la joven pareja. Según distintas versiones, Maleck conducía bajo los efectos del alcohol y viajaba con otro acompañante en el vehículo. Este salió por su propio pie y llevaba consigo una botella, que probablemente iba ingiriendo mientras conducía.
Los familiares piden justicia
Los familiares temen que este hecho quede impune y que Maleck pueda "fugarse o irse del país". Para ello, han lanzado una campaña a las redes sociales, donde piden repercusión. "No se dejen encubrir, ese cabrón acabó con mi vida y su prometido en el día de su boda", reclama César Peña, primo de la joven, en su cuenta de Twitter. "Que el conductor pague su sentencia, que la muerte de mi prima Fernanda y su prometido sea saldada", afirma Peña.
María Fernanda y Alejandro querían celebrar este día tan especial. Después de dos años de relación, esperaban desde hace más de seis meses, el momento de sellar su amor. Querían empezar una vida juntos y formar una familia. Querían recorrer, de la mano, el "camino del futuro". Pero, lamentablemente, en ese camino se les cruzó la irresponsabilidad de Joao Maleck, acabando con su vida.