Las amenazas por móvil del supuesto prestamista a Dana se mandaron desde la casa de su novio
Su pareja declaró a la Guardia Civil que le envió los mensajes cuando estaba huyendo a Rumanía por una deuda. Lleva desaparecida más de 20 días.
3 julio, 2019 02:53Noticias relacionadas
Los mensajes con supuestas amenazas de un prestamista que Dana Deonte, la joven de 28 años que desapareció hace veinte días en Arenas (Málaga), envió a su novio Sergio Ruiz, con el que tiene un bebé de siete meses, para avisarle de su huida, se mandaron desde la propia casa de Sergio, según ha relatado a EL ESPAÑOL el hermano de la desaparecida, Florín Deonte.
Así lo ha acreditado la geolocalización de los móviles de ambos, según cuenta el hermano de Dana. En el momento en el que se enviaron los mensajes, los dos terminales estaban muy cerca y, en concreto, en la vivienda en la que Sergio, Dana y su hija Lucía vivían en el municipio malagueño de Arenas, donde se perdió el rastro de esta joven el 12 de junio.
Un giro en el caso, cuya investigación dirige la Guardia Civil, que pondría el foco sobre Sergio Ruiz como principal sospechoso. El hecho de que esos mensajes se enviasen desde su propia casa desmontaría su coartada, pues según sostuvo ante los agentes Dana le envió dichos whatsapps "cuando estaba huyendo a Rumanía" por una supuesta deuda de 15.000 euros que había contraído con un prestamista para su negocio hostelero. Su bar llevaba dos semanas abierto al público cuando desapareció.
Días antes de su declaración, Sergio Ruiz, relató a este periódico que "estaba seguro de que se había marchado a Rumanía para quitarse el marrón de encima". "Me dijo que iba a irse en autobús para no dejar rastro". El novio de Dana contó a la Guardia Civil que vio por última vez a su pareja el miércoles 12 de junio, pero que ella volvió a la casa de ambos un día después "para llevarse 1.200 euros en dinero metálico y algo de ropa". El novio de Dana, si bien, no estaba en ese momento. Desde entonces, explicó este hombre de 37 años, que trabaja en un almacén de materiales de construcción, no supo nada de ella.
Este malagueño, que fue el que denunció la desaparición de su novia, incluso puso en conocimiento de los investigadores una serie de mensajes sonoros de Whatsapp y capturas de pantalla con las amenazas y presiones que el supuesto prestamista había enviado a Dana. Ahora, según ha podido saber este periódico, esos mensajes habrían podido ser enviados por él mismo, cuando Dana ya había desaparecido.
La bebé está con su padre
En su declaración, Paco, el supuesto prestamista, apuntó a que Dana se habría ido por su propio pié. "En ningún caso la lamentable e inoportuna desaparición de Dana tiene que ver con supuestos prestamistas, más bien con que esta persona no se encontraba a gusto en su entorno social y, sobre todo, por la incomodidad que le suponía atender a su bebé. De sobra es sabido que no lo quería tener desde el momento que supo que estaba embarazada", manifestó el supuesto prestamista, según publica Sur.
Lucía, la hija de ambos, sigue a cargo de su padre, que recibe ayuda de su familia para atender a la bebé cuando el está el almacén de construcción, donde continua trabajando cada día. La pareja llevaba dos años junta. Aunque en ocasiones se habían distanciado, con la llegada de la niña habían retomado la relación.
En el pasado, Dana denunció a Sergio por malos tratos tras una fuerte discusión en presencia de varios familiares. A él se le impuso una orden de alejamiento sobre ella. Si bien, el caso se archivó por el juzgado de Vélez-Málaga por falta de pruebas.
Dana lleva 14 años residiendo en España y los últimos dos lo hizo en Arenas. Poco después de ella, llegó a este país Florín, su hermano, quien desde que comenzó la investigación apuntó al novio de su hermana como principal sospechoso. En conversación con este periódico, este hombre asegura que su hermana "no se ha marchado de forma voluntaria" y ve cada vez más claro que "le ha podido pasar algo", más aún después de conocer que posiblemente no fue su hermana quien envió esos mensajes amenazantes.
Siempre descartó que su hermana se hubiese ido de viaje a algún sitio, como sostenía Sergio Ruiz. "Me habría enterado. He hablado con amigos de Rumanía, Italia y Rumanía y me han dicho que nadie tiene noticias de ella", sostiene. Ademas, Dana tenía una gran dependencia del teléfono móvil, siempre "estaba pendiente de él y utilizaba todas las aplicaciones". Ahora, llevan apagados más de dos semanas.
Registro de siete horas
La última vez que los dos hermanos hablaron fue el miércoles 12 de junio, cuando Dana fue vista por última vez. La conversación se produjo a través de audios de WhatsApp. Ella, según su hermano, le transmitió tranquilidad y no le comentó que tuviera ningún problema. "Me hablo como siempre. No le noté nada raro ni ella me dijo nada que me alertara. Todo esto es muy extraño", apunta.
El hecho de que la Guardia Civil registrase durante siete horas la vivienda de Sergio, situada justo detrás del cementerio municipal, también le señala como principal sospechoso. Los agentes inspeccionaron exhaustivamente el lugar, donde los especialistas de Criminalística tomaron diversas muestras biológicas.
Además de la vivienda, los guardias civiles también analizaron los restos de dos hogueras encendidas en las últimas semanas en el exterior de la casa familiar, pues varios testigos afirmaron que antes de la desaparición había dos fuegos a escasos metros de la vivienda, que estuvieron encendidos durante varias horas.
Como se puede ver en la imagen, a unos tres metros de la puerta se aprecian las cenizas, con restos e vidrio y hojalata. Más allá, una segunda fogata con las mismas características. De ellas, también se obtuvieron muestras para ver qué se quemó.
A esa operación, se sumó un despliegue de 15 agentes de la Guardia Civil, con un perro especialista en detectar restos biológicos, un helicóptero y un dron encargado de peinar la zona y tomar fotografías aéreas, que trabajan de día y de noche para tratar de buscar pistas o indicios del paradero de Dana. Todo ante la presencia de Ruiz, que durante la búsqueda, ha insistido varias veces en su inocencia ante los medios de comunicación: "Me apuntan a mí y yo no he hecho nada, soy inocente. Ella se ha marchado y me ha dejado solo con la niña".
Por el momento, todas las hipótesis están abiertas, aunque la geolocalización de los móviles es una evidencia clara de que Sergio Ruiz pudo tener algo que ver en la desaparición de su novia Dana.