Las tres cornadas de 'Judío' que acabaron con la vida del pensionista Pedro en Cáceres
El hombre falleció este lunes tras recibir una cogida en su cuello, otra en el abdomen y una tercera en la pierna izquierda en los Sanjuanes de Coria.
4 julio, 2019 03:15Era el último toro de los Sanjuanes de Coria, Cáceres. El pasado viernes miles de personas esperaban, intranquilos, a que Judío saliese de la plaza para recorrer las calles del pueblo. Las fiestas habían empezado cinco días antes y los corianos querían acabar a lo grande. El animal había tardado dos minutos y 45 segundos en entrar a la plaza. Allí, los aficionados aguardaban a la bestia refugiados tras unos barrotes. Durante alrededor de 30 minutos los taurinos entraban y salían de las vallas mientras realizaban recortes y cites a Judío.
Pedro, un jubilado de 71 años, era uno de aquellos aficionados. Tardó unos segundos de más en resguardarse tras los barrotes y ocurrió. El toro alcanzó al hombre y le arrastró unos metros al interior de la plaza. Por la megafonía del pueblo se comunicó a los corianos que, por motivos de seguridad, la suelta del toro se iba a retrasar. Pedro había recibido tres cornadas de "alta intensidad": una en su cuello, otra que le alcanzó el abdomen desde la ingle y una tercera en la pierna izquierda. Intentó luchar por su vida durante tres días, pero las heridas habían sido demasiado graves. El jubilado fallecía este lunes.
Pedro Martínez tenía 71 años y era natural de Coria. Se casó con Filomena hace más de 40 años y tuvo tres hijos: dos varones y una mujer. La familia se mudó a Bilbao hasta que el cacereño se jubiló. A partir de ese momento pasaba largas temporadas en Cañaveral, el pueblo de su mujer. Allí vivía muy tranquilo con ella. Muchas mañanas iba a desayunar a la churrería Los Arcos, donde tomaba un café con leche y dos porras. "Se pasaba aquí como tres o cuatro meses. Era muy simpático, se relacionaba muy bien con la gente del pueblo y tenía muy buena conversación. Era un gran aficionado de los toros y le gustaban mucho los pájaros, sobre todo los canarios y los jilgueros", cuenta Jesús, el dueño del bar, a EL ESPAÑOL. Los vecinos del pueblo le recuerdan descansando en la piscina y disfrutando de sus nietos.
Los Sanjuanes de Coria son una Fiesta de Interés Turístico Nacional. "Si Coria tiene 12.000 habitantes durante el festejo la población se multiplica por cinco", explica a este periódico un socio de la Peña La Geta, la misma que compró el toro Judío a las fiestas. Aquel viernes, Pedro no podía fallar a las fiestas de su Coria natal. A pesar de sus 71 años, el hombre esperaba en primera fila a ver salir ese animal que tanto admiraba. Judío lo corneó tres veces. El matador de toros Rafa Cerro, director de lidia, trató de quitarle el toro. El hombre tuvo que ser intervenido en el quirófano móvil del Ayuntamiento. Inmediatamente después, fue trasladado al Hospital Ciudad de Coria en estado muy grave y, finalmente, al centro hospitalario Nuevo Hospital de Cáceres, donde murió tres días después. Este es el parte médico oficial: herida por asta de toro en la ingle izquierda, que penetra en cavidad abdominal, otra en el cuello y una tercera a nivel infrarotuliano en la pierna izquierda.
Cuatro heridos
A pesar de la tragedia, el pueblo prosiguió con el festejo. A las 20:45 el toro salió por la puerta de la calle Zapatería y recorrió otras muchas vías, llegando incluso a dejar otros tres heridos que también fueron ingresados en el centro hospitalario. El fin de la lidia tuvo lugar junto a la pared de la capilla del Colegio. Allí, a las 21:48 horas, Unai, de un disparo, acabó con la vida de Judío.