Bruno Serrano, un hombre de 86 años, desapareció el pasado 2 de julio en las inmediaciones de Jábaga (Cuenca). El hombre vestía un polo blanco, pantalones oscuros, sombrero de paja y un pañuelo azul al cuello. Además, portaba dos bastones, una mochila que suele llevar al frente y un rosario. Fue su hijo quien dio la voz de alarma.
El hombre salió en la mañana del martes a pasear por el entorno de Jábaga, lugar donde reside en los meses de verano. Normalmente sale por las mañanas sobre las 9:00 de la mañana y a las 12:30 regresa a casa, pero el pasado 2 de julio no fue así. Según varios vecinos, Bruno fue visto y les comentó que volvía a casa. La Guardia Civil ha activado un operativo para buscar al hombre, donde participan unos cien agentes. Además, el hijo del desaparecido también es Guardia Civil, por lo que han sumado varios agentes que no estaban de servicio.
Como han comentado sus dos hijos, su padre, a pesar de su avanzada edad, estaba preparado para caminar solo. Y así lo hacía varias veces por semana. Según cuentan, recorría los caminos andando hasta los pueblos colindantes. Aun así, sí que tiene problemas auditivos y eso hace que se haya complicado la búsqueda. Cerca de allí, en Manzanares, otro hombre desaparecía hace mes y medio. Se trata de Jesús María, un hombre de 54 años.