María del Carmen, de 45 años, era muy conocida en el municipio de Vilalba (Lugo). Había trabajado, durante mucho tiempo, en la famosa cadena de supermercados Gadis. Hacía unos años, había mantenido una relación con Manuel -ya finalizada- y sobre quien pesaba una orden de alejamiento. El sábado por la mañana, el hombre acudió al domicilio donde María del Carmen vivía junto a su padre y, presuntamente, la asesinó en el garaje. Luego, él se ahorcó.
El hombre, que residía en una parroquia cercana, llevaba desaparecido desde el fin de semana cuando, supuestamente, salió hacia su lugar de trabajo. Fue uno de sus hermanos el que interpuso la correspondiente denuncia horas después de que este no diera señales de vida. A continuación, se activó el correspondiente protocolo de búsqueda y se encontró su vehículo estacionado en un aparcamiento subterráneo de Villalba. El sábado a mediodía se encontraron los cadáveres de Manuel y María del Carmen. Él le había asestado una puñalada en el cuello.
María del Carmen estaba jubilada debido a una enfermedad
María del Carmen V. había vivido toda su vida en el importante municipio de Vilalba, situado a más de 30 kilómetros de la capital, Lugo. Allí había trabajado como cajera en uno de los supermercados más conocidos de la localidad, Gadis -una de las cadenas más conocidas en Galicia-. Debido a una enfermedad, María del Carmen había dejado su trabajo, del que tanto disfrutaba, y había accedido a una jubilación anticipada. Debido a las dolencias que padecía, era común ver cómo paseaba por Villalba con un collarín. Tenía reducida la movilidad del cuello. Además, las distintas gestiones no las hacía sola. Junto a ella estaba siempre su padre, quien le acompañaba y se aseguraba que María del Carmen estaba bien. Con él vivía en una modesta casa de la calle Ciudad de Lugo.
Había mantenido una larga relación con Manuel V. -de 47 años- y sobre quien pesaba una orden de alejamiento. María del Carmen se había percatado de los problemas psicológicos del hombre y había decidido romper su noviazgo. Una decisión que Manuel no se tomó demasiado bien. La orden de alejamiento había entrado en vigor desde hace un par de semanas tras ser denunciado por ella (consta una única denuncia). Sobre él también había una orden de prohibición de comunicación con su expareja.
El hombre se había mudado a la parroquia de Nete, donde vivía con unos familiares. Fue uno de sus hermanos quien denunció su desaparición al observar que su hermano no volvía de trabajar. El hombre desempeñaba sus funciones en una fábrica de quesos cercana a su vivienda. Se activó el correspondiente protocolo de búsqueda y se encontró su vehículo estacionado en un aparcamiento subterráneo de Villalba.
Varios familiares, que se encontraban en la vivienda de Manuel -y antes de conocer la tragedia-, expresaron que ya se había encontrado al hombre "sano y salvo". Pero pronto la Guardia Civil les comunicó los hechos. Media hora después se tenía constancia de que el hombre había aparecido, supuestamente ahorcado, en el garaje de la casa de su expareja, tras haberla acuchillado a ella antes de quitarse la vida.
"Esto se veía venir"
Ese sábado 20 de julio, Manuel se dirigió a casa de su expareja, María del Carmen. Allí residía la mujer junto a su padre. Esa misma mañana se estaba celebrando en el barrio una de sus fiestas mayores. Era tiempo de risas, música y disfrute de la gastronomía local.
Manuel accedió a casa de María del Carmen y, en un momento dado, le sorprendió en el garaje y comenzó a asestarle puñaladas. Tras esto, se ahorcó. Pasadas las 12:30 horas de la mañana, se encontraban los cadáveres de la expareja. Al lugar de los hechos acudieron las diferentes unidades de la Guardia Civil: patrullas de la unidad de seguridad ciudadana, agentes del grupo de delitos contra las personas de la unidad de la Policía Judicial y agentes del laboratorio de criminalística. También acudió una forense y la jueza de guardia en Vilalba. Minutos antes de las cuatro de la tarde y tras ordenar la jueza el levantamiento de los cadáveres.
Como publica La Voz de Galicia, la noticia no cogió por sorpresa a muchos vecinos de la zona, que manifestaron: "Isto víase vir". Además, añadieron que el hombre no había asimilado la separación, que amenazó en varias ocasiones con quitarse la vida y que hace unas tres semanas fue detenido en la propia casa familiar, de donde salió esposado.
La Xunta ha emitido un comunicado de repulsa en el que expresa su "más enérgica condena" ante el asesinato de Villalba y hace un llamamiento a la sociedad para que "se rebele contra esta repudiable lacra". También, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, ha condenado el "machismo criminal" que ha dejado este domingo "otra víctima" en la localidad de Villalba.
María del Carmen es la trigesimotercera mujer asesinada este año por su pareja o expareja. En España, en 2019, también han sido asesinadas Elena, de 54 años; Mónica Borrás; Monika Asenova, de 29 años; Piedad, de 51 años; Juana Ureña, de 47 años; Irene López; Nelea, de 22 años; María Soledad Bobet; Gloria Tornay Naranjo, de 58 años; María José Aboy Guimarey, 43 años; Estrella Domínguez, 63 años; Sheila Chazarro Moyano, 29 años;Daría Oliva Luna, 20 años; Rosa María Concepción Hernández, 60 años; Rosa Romero Rueda, 69 años;Rebeca Santamalia, de 47 años; Romina Celeste, de 28 años; Leonor Múñoz González, de 47 años; Rebeca Alexandra Cadete, de 26 años, Manuela B.B., de 61 años y Maisu, de 47.. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 47 mujeres asesinadas en 2018 y 53 mujeres en 2017.