Carné de conducir a los 17 años en España: por qué sí en Francia y Gran Bretaña y aquí, por ahora, no
El país vecino ha aprobado que los jóvenes de 17 años puedan obtener el permiso de conducir, siempre que lo hagan acompañados de un responsable.
31 julio, 2019 03:56Obtener el permiso de conducción para coches con 17 años puede parecer algo impensable, pero en algunos países de Europa no es nada descabellado. De hecho, en Reino Unido, Irlanda, Hungría o Islandia ya se permite. El último en incorporarse a la lista ha sido Francia. Eso sí, con algunas limitaciones. En España, llegó a barajarse hace no demasiado tiempo (2011-2012), aunque finalmente se desechó la propuesta. ¿Sería viable hoy en día?
Desde el 22 de julio, los franceses pueden conseguir la licencia para conducir coches con 17 años. Junto con esta decisión, se han aprobado un conjunto de medidas que buscan abaratar el precio por el que los aspirantes a conductores pagan su carné. Entre 1.600 y 1.800 euros.
"La idea es que a través de estas medidas, la licencia de conducir sea más barata y menos lenta. La movilidad es una condición de libertad para todos, especialmente para los jóvenes", expresó al periódico Le Parissien Chistophe Castaner, Ministro de Interior francés.
Para entender todo esto, hay que tener en cuenta varios aspectos previos. Hasta el anuncio, los franceses podían obtener su permiso de conducción con 17 años y medio. Y del mismo modo, ir con un acompañante responsable hasta cumplir la mayoría de edad. Esta fórmula, a la que se sumaron 285.000 jóvenes en 2018, obtuvo un porcentaje de aprobados del 74,5 %, claramente superior al resto que optó por sacárselo de la manera tradicional con 18 años (57,7 %).
La idea es que, adelantando medio año la edad para poder obtener la licencia, más adolescentes se sumen a ella, abaratando sus costes.
Sobre los costes
Por un lado, suspender las pruebas (teórico y práctico) conlleva repetirlas, dar más clases y afrontar las tasas de los sucesivos exámenes. Además de cruzar los dedos para no volver a fallarlas. Más gastos.
Por otro, a los que deciden ir por el novedoso camino, bautizado como Aprendizaje Temprano de la Conducción (en francés L'Apprentissage Anticipé de la Conduit y por siglas AAC) les supone que, más allá de 20 horas de clases de manejo con un monitor (o 13 si deciden aprender a conducir un coche automático) el resto de la práctica corre a su cuenta. O mejor dicho, a cuenta de sus acompañantes o responsables.
Esta persona (o personas) pueden pertenecer o no al ámbito familiar. Deben tener la licencia de conducción B desde hace más de cinco años, no tener sanciones durante ese mismo periodo y tienen que llegar a un acuerdo con su compañía de seguros para que cubra los posibles accidentes del menor de edad.
Con estos requisitos en regla, un joven, desde que cumple los 15 años (sí, 15 años) puede inscribirse en el programa de aprendizaje temprano. Antes de comenzar la capacitación, debe firmar un contrato de capacitación con la escuela de manejo. Con la prueba teórica aprobada, lleva a cabo el mencionado curso práctico a manos de un monitor. Si consigue aprobarlo, recibe un certificado de finalización de la capacitación inicial (AFFI).
A partir de ese momento, puede circular con el acompañante, dando lugar a la Fase de conducción acompañada. Esta, para darse por concluida a los 17 años, y poder optar al permiso de conducción, requiere que el conductor haya circulado al menos durante un año y que haya recorrido 3.000 kilómetros (sin abandonar Francia).
También debe acudir a dos citas educativas de 3 horas cada una. Con todo ello, puede presentarse al examen de conducir y obtener su permiso, y circular como un conductor más hasta los 18 años, siempre y cuando vaya el acompañante a su lado.
¿Y En España?
Aquí, por el momento, los precios no distan tanto a los franceses y también se dan auténticos colapsos a la hora de examinarse, tanto de los teóricos como de los prácticos. Pero, por el momento, no se pone sobre la mesa una propuesta similar. Sería extraño ver conducir a un menor de edad por las calles y más aún que lo hiciese de manera legal.
"En España, los alumnos pueden examinarse del teórico sin tener los 18 años, pero no pueden subirse a un coche hasta cumplir la mayoría de edad. De hecho, hacerlo constituye un delito contra la Seguridad Vial", recuerdan desde la Asociación de formadores de Educación Vial de Valencia (APAV). Es una de las tantas asociaciones que recogen a los profesionales encargados de que los jóvenes aprendan a conducir.
Si se materializasen los cambios necesarios en la legislación y, como en otros países, con 17 años se pudiera conducir, podría ser una gran imprudencia a menos que existiese una concienciación adecuada", explica el presidente de APAV.
Precisamente, tanto esta como el resto de asociaciones consultadas por EL ESPAÑOL coinciden en que la ética es el elemento que más peso debería tener en una medida así en nuestro país. Tanto para los jóvenes, mediante la educación vial, como para los más experimentados, a través de reciclajes incluso para aquellos que ya tengan el carné.
Concienciación vial, pilar inexistente
Existe un Real Decreto que recoge que la educación vial debería estar reglada e impartida desde las etapas más infantil, pero lo cierto es que es casi inexistente.
La que hay, consiste en pocos talleres a lo largo de toda la educación. Sobre todo enfocadas para los más pequeños, acudiendo a un 'parque' que simula una ciudad y conduciendo bicicletas y karts. Más allá de eso, alguna charla impartida por un agente de la Policía Local correspondiente.
"Nos parece imprudente que, si desde los 3 o 4 años no se recibe ninguna formación complementaria, te pongan al volante con 17", argumentan desde la Asamblea de Trabajadores Asalariados de Autoescuelas de Madrid (ATAAM).
Desde la capital, consideran que esta hipotética medida no debería efectuarse en España, precisamente por esta falta de concienciación. Pero además, consideran que la formación que sí reciben los jóvenes con la mayoría de edad cumplida es insuficiente. Imaginando qué cosas deberían cambiar para que alguna vez pudiésemos ver a menores conduciendo, su lista es interminable.
"Más allá de endurecer las penas, de modificar reglamentos de autoescuela y de circulación, sería vital que se exigiese la asistencia obligatoria a determinadas clases teóricas y prácticas", imaginan desde ATAAM.
A pesar de que no se llegó a aprobar debido al contexto político del país, se llegó a confeccionar un Real Decreto que ya contemplaba una formación obligatoria teórica presencial de ocho horas para todos los aspirantes a conductores, además de una formación presencial obligatoria de entre dos y seis horas (dependiendo del tipo de carné) para quienes quieran obtener un permiso diferente al A o al B. Sin embargo, a día de hoy no es obligatorio.
"Aquí, si te aprendes las preguntas del examen tipo test, puedes aprobar sin necesidad de ir a clase. No es lo mismo aprenderlo de memoria a que un profesional te enseñe el motivo", añaden los compañeros de la Asamblea de Trabajadores Asalariados de Autoescuelas de Cataluña (ATAAC).
Reciclaje de los conductores
Un informe del Observatorio Español de Conductores DUCIT reflejaba hace un par de años una realidad que muchos podrán negar, pero que tras someterse a la prueba podrán comprobar: 7 de cada 10 conductores suspenderían el examen teórico.
Teniendo esto en cuenta, y tal como lo argumentan desde ATAAC, sería lógico que la persona (el supuesto acompañante o responsable de Francia) tuviera que pasar por algún tipo de reciclaje.
"Las personas que han perdido sus puntos y asisten a este tipo de cursos opinan que sería positivo que todo el mundo los realizase", declaran estos trabajadores.
Además, apuestan por u método en el que la Dirección General de Tráfico sí se ha llegado a fijar, pero que nunca se ha decidido a implementar. El simulador.
"En Francia y en otros países utilizan simuladores dentro de sus clases. Con ellos, consiguen abaratar las clases (ya que cuesta menos que poner un coche en marcha) y que los alumnos, al sentarse al volante, sepan al menos dónde está el freno, como en muchas ocasiones sucede aquí", concluye el responsable catalán.