No tiene pérdida. En cuanto entras por la puerta del centro comercial Xanadú, en el municipio madrileño de Arroyomolinos, ya hay unas flechas en el suelo que te dicen a dónde tienes que ir. A AliExpress, por ahí. Este lunes las sensaciones son mucho más tranquilas. El domingo, todo era un caos. 3.000 personas se agolpaban a la puerta de la tienda, todas con la emoción de asistir a algo, a la apertura de la primera tienda física de AliExpress en toda Europa.
“La verdad es que fue un caos absoluto”, relata a este diario uno de los 20 empleados con los que cuenta la tienda. “Al principio abrimos la puerta para que entraran todos de golpe, para la foto, nos dijeron, pero luego se produjo tal aglomeración que tuvimos que empezar a hacerlo por grupos, no esperábamos tanta gente y no estábamos preparados”, añade.
La jornada del domingo fue un festival del consumismo. Con imágenes similares a esas que se producen en las rebajas o cuando abrieron el Primark de Gran Vía, las dos plantas del Xanadú estaban repletas de gente esperando a entrar y dejar su dinero ahí.
Por un lado estaba la curiosidad, era la primera vez que se podía poner AliExpress en el Google Maps y que el navegador te llevara a un sitio real. Y por el otro estaba que, como estrategia de marketing, la empresa había prometido 500 regalos a los primeros. Y no eran nada desdeñables, desde teléfonos a patinetes eléctricos, aunque luego hubo quejas porque no les dejaban elegir.
Pero esos eran los afortunados, el resto, a dar rienda suelta al bolsillo. Y lo hicieron. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la empresa facturó aproximadamente 36.000 euros en la jornada del domingo, aunque este dato no ha sido confirmado por AliExpress. Entre los productos que más se vendieron destacan las pulseras inteligentes Xiaomi Mi Band, unos aparatos que lo mismo te dicen la hora, que te permiten colgar si alguien te llama, que te monitorizan el sueño.
Entre todos, los modelos 3 y 4 de la pulsera fueron los que arrasaron. Además, para dar la bienvenida, la empresa los rebajó. La Mi Band 4, que tiene un precio de 34,99 euros, fue rebajada a 29,99. Y la Mi Band 3, que tiene un precio de partida de 29,99 y se podía encontrar a 19,99.
Más allá de esos productos, que son relativamente baratos y están de moda, también triunfaron los teléfonos móviles. Daba igual que Apple y sus iPhone estuvieran al lado, después de las pulseras, lo que la gente más se llevó fue teléfonos móviles. En concreto, el Redmi Note 7 y el Mi 9. El primero tiene un precio de entre 159 y 179 euros y el segundo de entre 329 y 359, dependiendo de la capacidad de la memoria.
Largas jornadas laborales
Pero este lunes las sensaciones eran mucho más calmadas, estaban en una especie de resaca. Aunque todavía había mucha gente, la mayoría mirando sin comprar nada, por lo menos se podía pasear. Sin embargo, a la tienda parece que todavía le quedan algunas puestas a punto para ponerse a rodar como tiene previsto.
A la entrada, una pantalla en la que sale la imagen del que se pone frente a ella y en la que supuestamente te cambian la ropa, no funciona. Después de aceptar que se traten tus datos personales aparece un mensaje en un chino indescifrable. En el fondo de los aproximadamente 750 metros cuadrados que tiene el establecimiento, una de las cajas está estropeada y forma otra cola considerable en la otra. Para más inri, la alarma suena constantemente, como si la gente estuviera robando, y nadie hace nada.
¿Qué es lo que pita todo el rato? “No tengo ni idea”, responde un empleado. “Llevamos unas semanas de locos, el miércoles pasado entramos a las 9:00 y salimos a las 8:00 de la mañana del jueves siguiente. Había un pase para periodistas y lo único que hice fue ir a casa a ducharme y volver, no pude ni dormir”, comenta.
“Luego, el fin de semana de la apertura estábamos aquí de 9:00 a las 3:00 de la madrugada y teníamos que lidiar con los que estaban esperando que querían acampar aquí pero no les dejaban y tenían que hacerlo fuera”, añade.
-¿Y cuánta gente trabaja aquí?
-Ahora somos 20 pero se ha visto que no damos y se están haciendo entrevistas de trabajo sobre la marcha para ver si el lunes que viene podemos tener a seis personas más. Porque ahora estamos como podemos, comiendo cuando nos podemos repartir.
Con este movimiento, la empresa Alibaba busca ponerse en la punta de lanza española, adelantándose a la tienda física de Amazon. En ella desarrollarán una especie de experiencia mixta, mezclando el comercio tradicional con las compras en línea, y ver cómo se se va desarrollando la sensación. Además, como anécdota, se podrá poner fin al meme de ‘Cuando lo compras por AliExpress’ versus ‘Cuando te llega’, que tanta sorna ha generado.