El paradero de Blanca Fernández Ochoa sigue siendo un misterio nueve días después de su desaparición. La última vez que la esquiadora salió de casa de su hermana Lola -donde residía- el pasado sábado 24 de agosto comentó a su hija, tal y como ha adelantado EL ESPAÑOL, que se iba "cuatro días al norte a hacer senderismo".

Sin embargo, pasaron los primeros días de esta semana y nadie de su entorno pudo ponerse en contacto con la medallista olímpica, ni tampoco recibieron ningún tipo de señal por su parte. Así el pasado jueves 29 de agosto la familia de Fernández Ochoa decidió denunciar. En concreto, fue su hija Olivia Fresneda, jugadora profesional de rugby 7, quien presentó la denuncia en el distrito madrileño de Aravaca.

Según han explicado los familiares a los medios de comunicación, la desaparecida se dejó el teléfono móvil en su casa -el terminal ya está en manos de los agentes de la Policía Nacional-. Tampoco ha hecho ningún movimiento bancario ni hay rastro del Mercedes clase A de color negro en el que inició su supuesto viaje al norte de España.

Ante la falta total de pistas que pudiesen llevar al paradero de la ex esquiadora olímpica, hay un hecho llamativo que podría arrojar luz a la investigación. Olivia, la hija de Blanca que denunció su desaparición, subió a su cuenta de Instagram una fotografía suya buceando en el Cabo de Palos (Murcia) el 29 de agosto -mismo día en el que se presentó la denuncia-.

"Me gusta" desde la cuenta de Blanca Fernández Ochoa días después de su desaparición E.E.

Nada a priori fuera de lo normal, si no fuese porque entre los más de 300 "me gusta" que tiene esa instantánea, se encuentra el "like" de la propia Blanca Fernández Ochoa. Al menos, realizado desde su perfil oficial. "¿Cómo es posible si lleva desaparecida sin cobertura móvil ni dar señales desde el día 23?", se pregunta Marian Lorenzo en Twitter.



Tras las numerosas críticas recibidas en la misma fotografía -"desaparece tu madre y ¿publicas una foto tuya buceando?"- la hija de Fernández Ochoa ha salido del paso con un "fui yo". Es decir, al parecer Olivia entró en la cuenta oficial de Instagram de su madre para darse un "me gusta" a una fotografía que ella misma había subido cinco días después de la desaparición.