Daniel, el novio de Silvia, la madre que mató a su bebé: no sabía que estaba embarazada de 9 meses
El joven, de 27 años, declaró ante la juez de guardia que aunque llevaba dos años conviviendo con Silvia no sabía de su estado.
27 septiembre, 2019 17:57Noticias relacionadas
Cuando Silvia fue detenida por el asesinato de su bebé exculpó en todo momento a Dani, su pareja. Afirmó que él no sabía que ella estaba embarazada. Fue Silvia -sola- quien dio a luz en su casa -mientras él trabajaba-, quien lo acuchilló y lo arrojó a un contenedor frente a su casa. Tras la declaración de Silvia, Dani quedó en libertad, aunque vinculado a la causa. Él también negó, ante la juez de guardia, que supiera el estado de Silvia.
La pareja de jóvenes llevaba más de siete años de relación. En 2017, se mudaron al barrio de Nuevo Roces (Gijón) y fue enfrente de su moderno edificio donde un hombre encontró el cuerpo sin vida de un recién nacido. Este hecho alteró la tranquila vida de sus vecinos, que no se podían imaginar que uno de ellos podía ser el culpable. El pasado sábado 21, Silvia y Dani fueron detenidos. La familia del joven afirma que él no tenía ni idea y mucho menos sus allegados. Pero, tras estas afirmaciones surgen muchas dudas: ¿Es cierto que ni Daniel ni su familia supieran nada? ¿Por qué lo mantuvo Silvia en secreto?
"Mi hijo no sabía nada"
Gijón es una ciudad tranquila. Los incidentes no suelen ser los protagonistas entre los vecinos de este municipio al norte de España. Por ello, cuando un hombre que rebuscaba un bebé entre la basura encontró el cuerpo de un bebé, saltaron todas las alarmas. Y entre los vecinos de Nuevo Roces no se hablaba de otra cosa. Era el tema recurrente de todos los bares y la máxima preocupación de los residentes, que se preguntaban quién podría haber cometido aquel terrible asesinato.
El pasado 2 de agosto, un hombre encontró una mochila en un contenedor. Dentro, el cuerpo de un recién nacido y su placenta. La autopsia confirmó que había sido acuchillado. Rápidamente, la Policía comenzó una ardua y complicada investigación que les llevó a la detención de Silvia y Daniel. Ambos vivían en el moderno edificio ubicado junto al contenedor. Es más, ambos pasaban todos los días frente al altar que había creado los vecinos -en honor al bebé- con flores y velas.
Un mes y medio después, Silvia fue detenida. Con frialdad, explicó a la juez de guardia que era culpable del asesinato. No dudó en ningún momento. Al igual que afirmó rotundamente que su pareja no sabía que ella estaba embarazada. Se lo había ocultado durante todos estos meses. Una tesis reforzada por la familia de él, con quien ha contactado este periódico, pero ha declinado hacer declaraciones.
Tal y como afirmó el padre de Daniel al programa Ya es mediodía, el joven no estaba en casa cuando sucedieron los hechos, ya que se encontraba trabajando. También, ha confirmado que ni los padres de ella ni de él tenían conocimiento de que Silvia estaba embarazada. “Y mi hijo, tampoco”, añade el padre. “Ella tenía unos problemas, unas pérdidas, pero él no era consciente de lo más mínimo”, afirma al citado programa. Y concluye: “Silvia había estudiado para cuidar niños, era muy buena chica, estamos destrozados”.
Daniel trabajaba en una eléctrica
Silvia era una chica “tímida”, como afirman los que la conocían. Oriunda de Gijón había estudiado Educación Infantil y era una apasionada de los niños. “¿Hay algo más maravilloso que un bebé?”, se preguntaba en sus redes sociales hace unos años. En marzo del 2012 comenzó una relación con Daniel, un chico introvertido, pero “más sociable y hablador que ella”. Juntos se mudaron al barrio de Nuevo Roces en el año 2012 y adoptaron a su perrita Bimba. No se relacionaban mucho con sus vecinos del edificio, a pesar de llevar viviendo más de dos años. Aun así, cuando vio en las noticias que habían encontrado el cuerpo de un bebé en el contenedor frente a su casa, lo comentó por el grupo de Whatsapp que compartía con sus vecinos.
En sus redes sociales, se mostraba como una persona alegre y totalmente enamorada de Dani, con quien compartía diversas fotografías en su perfil de Facebook. La joven no trabajaba, pero él salía todas las mañanas de su vivienda de la calle Jenaro Suáres Prendes con una furgoneta blanca. Era empleado de una compañía de suministros eléctricos. “A nuestra cafetería venían todas las tardes a merendar junto a su perrita de color canela”, explica una camarera de la Cafetería Ítaca. “Pero no son de esos clientes que se relacionan, que te preguntan. No no, ellos eran más tímidos”, explica esta empleada a EL ESPAÑOL. “Nosotros tampoco nos habíamos fijado si estaba embaraza”, añade.
El ADN arrojará luz sobre la paternidad
Porque parece ser que esa era el gran secreto de Silvia. Su buena nueva fue una noticia que decidió no compartir ni con su pareja ni con su familia. Por motivos que se desconocen, la joven decidió ocultar su embarazo a todo aquel que la rodeaba. El día del parto, la joven paseó a su mascota por el vecindario, se encontró con varios vecinos, a quienes saludó y entró en su ático de Nuevo Roces. Allí dio a luz sola -mientras -supuestamente- Dani se encontraba en el trabajo-. Tras esto, acuchilló al bebé, lo metió en una mochila y lo tiró al contenedor.
Ambos fueron detenidos el pasado sábado 21 de septiembre. Había pasado un mes y medio. Ella se enfrenta a un delito de asesinato y, en base al Código Penal, podría ser condenada a prisión permanente revisable. En el caso de que efectivamente pueda ser imputable, concurren las condiciones necesarias para que se solicitase esta condena por el crimen. Por un lado, la alevosía y por otro el ensañamiento. Además, según apunta El Comercio, Silvia no acudió en ningún momento al centro médico ni al ginecólogo para realizarse las pruebas relacionada con su embarazo.
El joven declaró en la Comisaría y ante la juez de guardia que desconocía que su novia -con la que llevaba siete años de relación estable- estuviera embarazada. Por ello, serán las pruebas de ADN quienes arrojen luz a esta cuestión. El joven ha decidido contratar a un abogado y se ha desvinculado de Silvia, borrando todo rastro de ella en redes sociales. La joven permanece en la Unidad Terapéutica y Educacional (UTE) del centro penitenciario de Asturias.
Pero todas las preguntas se centran en la actitud de ella, ¿cómo pudo mantener un embarazo en secreto? ¿Cuáles serían las razones para no compartir la noticia con su pareja? Unas preguntas que todavía no han podido ser resueltas y que la investigación podrá arrojar algo de luz.