Daniel no sabía que Silvia, su pareja, estuvo embarazada hasta que la Policía los detuvo como responsables de la muerte del bebé encontrado en un contenedor de Gijón. O al menos eso es lo que ambos sostienen. De hecho, el joven duda hasta de que ese niño fuese suyo. Por ello aguarda a los resultados de las pruebas de ADN.
Tal y como han reconocido ambos en sus respectivas declaraciones, Daniel no sospechó en ningún momento durante los 9 meses de gestación que Silvia esperaba un hijo. Tampoco su familia, quien tenía en muy alta estima a la ahora detenida y apresada.
Según cuenta el diario El Comercio, Daniel espera con ansia el resultado de la prueba de paternidad, ya que él está convencido de que no es el padre de ese bebé. De ser cierta la versión del novio, podría alejarse aun más de las sospechas que se ciernen sobre él. La semana pasada ambos fueron detenidos, acusados de asesinar a un bebé recién nacido y de arrojarlo a un contenedor en Gijón, metido en una mochila y con heridas por arma blanca. Y aunque ella permanece en prisión, él fue puesto en libertad, aunque debe acudir a diario a prestar declaración.
Él, en libertad pero vinculado
La fiscalía pidió entonces prisión para Silvia, autora confesa de la muerte del pequeño. No solicitó la misma pena para él, puesto que no existían pruebas concluyentes que vinculasen al joven con el asesinato.
Este medio avanza que, tras una semana entre rejas, la mujer permanece en la Unidad Terapéutica y Educacional (UTE), acompañada de otra presa de confianza. Y al igual que delante del juzgado de guardia, donde reconoció haber acabado con la vida de su recién nacido, se sgue mostrando "fría y distanante".
Si bien el cadáver del menor fue hallado por un hombre que rebuscaba entre la basura el pasado 2 de agosto, no fue hasta el pasado 21 de septiembre cuando la policía logró detener a la autora. Durante todo ese tiempo, los vecinos han asegurado que la mujer pasaba a diario por delante del contenedor, en el que se improvisó un altar por parte de los vecinos, sin inmutarse. Del mismo modo, la pareja comentaba lo sucedido con los vecinos -a través de un grupo de Whatsapp-, mostrándose ajenos totalmente e incrédulos ante la gravedad del suceso.
Silvia, que estudió Educación Infantil y se consideraba una enamorada de los niños, comentó en su cuenta de Facebook allá por el año 2012 "¿Hay algo más maravilloso que un bebé?"
En plena fase de instrucción, la mujer se enfrenta a una acusación de un delito de asesinato, en el que muy probablemente concurran los agravantes de alevosía y de ensañamiento -el cuerpo del menor presentaba múltiples heridas por arma blanca por todo el cuerpo-. Por ello, y en base al Código Penal, podría ser condenada a prisión permanente revisable. Sobre Daniel, por el momento, no recae ninguna acusación, aunque sigue vinculado a la causa, a la espera de los resultados de la prueba de ADN.