La terrible muerte de la madraza Hind, succionada por una precalibradora de limones en Murcia
El Juzgado intenta aclarar las circunstancias del accidente laboral en el que la mujer de 39 años quedó encajada en una cinta transportadora.
22 octubre, 2019 03:35Noticias relacionadas
El martes 8 de octubre Hind El Bekali se despidió por última vez de sus tres hijos. Su marido llevó a los chicos a clase y ella acudió un día más a deslomarse trabajando en una empresa de cítricos que está situada en el Polígono Industrial de Fortuna (Murcia). Esta marroquí, de 39 años, empezó a trabajar a las ocho de la mañana y cuando pasaban 24 minutos de las seis de la tarde, tras sumar más de ocho horas de trabajo sufrió un accidente laboral que le costó la vida tras acabar succionada por una máquina de precalibrado de limones. “Hubo un incumplimiento de la normativa de riesgos laborales”, sostiene el letrado Jawad Romaili que representa legalmente al marido de la fallecida, Abdelaziz Hassimatar, para ejercer de acusación particular en este siniestro laboral por el que ya se han abierto diligencias de investigación en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cieza.
Hind abandonó hace dos décadas la pequeña ciudad marroquí de Fkih Ben Saleh donde nació para buscarse un futuro con expectativas en la Región de Murcia. Desde entonces, año tras año, siempre fue enlazando contratos temporales en empresas del sector agroalimentario, bien en almacenes o en la cadena de envasado, tal y como hacen muchos de los compatriotas que residen en tierras murcianas. De hecho, la economía familiar de Hind y su marido, Abdelaziz, se sostenía mediante la actividad en este sector puesto que el cabeza de familia está contratado en una finca agrícola de Fortuna y su mujer llevaba cinco meses empleada en Cítricos La Paz a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT).
La firma ubicada en la localidad fortunera es una de las empresas más grandes del sector agroalimentario de la Comarca Oriental, cuenta con una plantilla de más de 800 trabajadores y está especializada en producir, envasar y exportar limón a grandes superficies de toda Europa, Rusia, Asia, Canadá, Estados Unidos, Emiratos Árabes y Sudamérica. Con sus modestos empleos el matrimonio sacaba adelante a sus tres hijos de 6 años, 12 años y 16 años que han nacido en la Región y a los que criaban en un piso situado en el centro de la localidad fortunera, justo encima de una carnicería halal. El letrado de la familia explica a EL ESPAÑOL que Hind empezó trabajando en el área de envasado de la citada empresa de cítricos y una de las claves de la investigación judicial es el presunto traslado de la víctima de la zona de envasado a la máquina de precalibrado de limones número cuatro donde se produjo el accidente mortal. “Tres días antes de su muerte fue cambiada de puesto de trabajo, la enviaron al triaje, y la empresa presuntamente no le dio formación específica para ello”, resalta el abogado Jawad Romaili.
El Centro de Coordinación de Emergencias recibió una llamada a las 18.24 horas, del 8 de octubre, informando de un “accidente laboral de una trabajadora, de 40 años de edad, al quedar atrapada por una envasadora”. A las 19.16 horas el 112 confirmó el fallecimiento de Hind. Una patrulla de la Policía Local fue la primera en llegar a la citada empresa y fuentes de este Cuerpo han explicado a El Español qué es lo que vieron al entrar a la empresa: "La mujer estaba dentro de la máquina calibradora de limones número 4, tenía aprisionado el cuello por dos rodillos, uno que se mueve automáticamente y otro fijo, era una situación mortal de necesidad". Este diario ha tenido acceso a imágenes del siniestro en las que se aprecia cómo la empleada quedó de pie y con el cuerpo totalmente rígido y tensionado.
Las citadas fuentes entienden que, a falta de lo que determine la autopsia, "la empleada pudo morir asfixiada". Desde la Policía Local detallan que de la información recabada entre los empleados que se encontraban en la fábrica de cítricos en el momento del suceso, se desprende que el puesto de trabajo de Hind El Bekali estaba situado en la parte de arriba de la máquina calibradora: "Hay unas escaleras por las que se accede a la cinta transportadora y a cada lado se debe colocar un empleado para quitar ramas y piedras de los limones que pasan por la cinta, pero esta mujer se encontraba en una zona sin acceso, estaba debajo de la máquina y la cinta la succionó. Le tocó la cabeza el rodillo y la enganchó”. Los policías hallaron junto a la empleada un cepillo de barrer: “Se encontraba limpiando en ese momento".
El abogado Jawad Romaili apunta que “ella siempre ha estado envasando y la enviaron al triaje y son cintas diferentes porque en el triaje hay un robot y cuando terminan tienen que limpiarlo y alguien le mandó esa labor”. En la sede de la empresa se personaron agentes de la Guardia Civil y técnicos de la Inspección de Trabajo que han abierto una investigación para aclarar si Hind El Bekali había sido traslada de puesto de trabajo, si recibió o no formación específica para cumplir labores en la máquina precalibradora número 4 y si algún encargado de la empresa de cítricos le ordenó que limpiase la parte de debajo de la cinta transportadora en la que perdió la vida. Su marido, Abdelaziz, tuvo conocimiento del trágico final de su esposa cuando se dirigía a Crevillente para realizar unos recados y cuando se presentó en el polígono industrial de Fortuna tuvo que recibir atención psicológica porque entró en shock.
Convocarán una protesta para denunciar la precariedad
La muerte de esta marroquí generó un gran pesar entre los empleados de la firma de cítricos y la comunidad musulmana que acude a la mezquita de Fortuna en la que oraba el matrimonio. El siniestro no solo ha motivado la apertura de diligencias judiciales, sino que también ha tenido repercusión en varios periódicos de Marruecos y ha soliviantado los ánimos de sindicatos y asociaciones de inmigrantes porque se ha vuelto a poner en la diana las condiciones de precariedad laboral de las empresas de trabajo temporal (ETT) y el sector agroalimentario regional. Desde UGT exigen una investigación en profundidad de este siniestro laboral que acabó con la vida de una trabajadora, esposa y madre de tres hijos: “Todo indica que ha existido un fallo de las medidas de seguridad, por lo que consideramos que el accidente se podía haber evitado”. Este sindicato comparte la tesis del letrado de la familia de la difunta: “En el momento del accidente estaba realizando tareas de limpieza, cuestión ésta que habrá que investigar desde el punto de vista laboral y de la prevención de riesgos laborales”.
Sabah Yacoubi, la presidenta en Murcia de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM), anuncia que convocarán una concentración de protesta. “Hago un llamamiento a las asociaciones de trabajadores y de inmigrantes, así como a sindicatos de trabajadores y obreros, tales como UGT y CC OO, para unirnos y manifestarnos en denuncia a los empresarios (especialmente del sector agrícola y almacenes) que incumplen las leyes y medidas de seguridad, horario laboral y los derechos de los trabajadores; además del abuso y acoso laboral sobre todo hacia mujeres”, indicó esta asociación mediante diversos mensajes publicados en su cuenta oficial de Twitter y que incendiaron las redes sociales.
La presidenta de ATIM, en conversación telefónica con este diario, denunció que “hemos investigado la muerte de Hind y nos han dicho que después del accidente el encargado obligó a los empleados a seguir trabajando porque había un camión esperando y tenía que salir”. Este colectivo que representa a los inmigrantes empleados en la Región no descarta personarse en la causa judicial que investiga el accidente de trabajo ocurrido en Fortuna.
UGT reclama más inspecciones de trabajo
El último boletín de siniestralidad laboral que elabora el Ministerio de Trabajo y que engloba desde enero a julio de 2019 revela que en la Región se produjeron 11.873 accidentes de trabajo, un 5,1% más que en el mismo periodo de 2018. El sector de la agricultura fue el segundo que presentó mayor número de percances con baja en jornada laboral con un total de 2.403, solo superado por el de los servicios (4.466). La agricultura experimentó un incremento de siniestralidad del 2,6%, situándose en 2.403 accidentes, 61 más que en 2018, según resalta el Ministerio. Tales datos unidos a la muerte de Hind han motivado que UGT haya vuelto a reclamar medidas de choque: “Para frenar esta sangría exigimos al Gobierno regional y a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que se dediquen más medios, más esfuerzos y mayor vigilancia para que se cumpla la ley de manera escrupulosa”.
El letrado de la familia de la fallecida denuncia que “los horarios presuntamente no se cumplían en la empresa, en la declaración del marido de la víctima ante la Guardia Civil expone que su mujer había días que entraba a las ocho de la mañana y salía a las siete o las ocho de la tarde, incluso a las diez de la noche”. El Español ha tenido acceso al testimonio del viudo en el que denuncia no solo los supuestos excesos de la jornada laboral, sino que además la firma de cítricos tampoco le informó del accidente mortal de su esposa: “Nadie de la empresa se puso en contacto conmigo. Mi mujer llevaba tres días estriando el material del campo de los limones y no le habían dado ningún tipo de formación. Ella me explicaba que en el nuevo puesto de trabajo, cuando acababa su jornada laboral tenía que limpiar la suciedad que quedaba debajo de la máquina y era peligroso. Yo le dije que limpiase con la maquinaria parada. Mi mujer estaba contenta con el trabajo, solo se quejaba de que echaba muchas horas”.
-Jawad, ¿cuál será su línea argumental como acusación particular?
-Nosotros consideramos que hay una negligencia por parte de la empresa, entendemos que hay algún tipo de fallo en la maquinaria y entendemos que el accidente no se hubiese producido si ella hubiese recibido una formación específica. Entendemos que no se ha cumplido la prevención de riesgos laborales.
El accidente no cambió la agenda del Consejero de Agricultura
El día que se produjo el accidente laboral se encontraba en Fortuna el consejero de Agricultura, Antonio Luengo, que iba a reunirse en el Centro de Equipamientos Sociales Reina Sofía con regantes y agricultores afectados por las lluvias torrenciales de la DANA. El siniestro en el sector agroalimentario que le costó la vida a Hind El Bekali se corrió como la pólvora en la localidad, de poco más de 10.000 habitantes, pero no influyó en la agenda institucional del titular de Agricultura, tal y como confirman fuentes policiales: “El consejero no acudió a la planta de cítricos".
Esta semana Abdelaziz viajó a Marruecos para enterrar a su esposa en su tierra natal. El despacho de abogados que representa a Cítricos La Paz subraya que el accidente ha generado “mucha tristeza” a los dirigentes de la empresa y como prueba de ello se han hecho cargo de los costes del sepelio (4.824 euros). “El percance se produjo dentro de un espacio vallado perimetralmente y nadie se explica cómo sucedió”, sostienen desde el bufete murciano. También subrayan que la mercantil tiene contratada a una firma externa que se ocupa del mantenimiento de la maquinaria y que existe un doble sistema de limpieza para los equipos.
-¿Cómo representante legal de la empresa puede aclararme si la empleada recibió formación para desempeñar su trabajo en la máquina precalibradora de limones a la que fue destinada tres días antes de su muerte?
-Ella venía contratada a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) y había recibido dos cursos formativos en los últimos cuatro meses. La formación en riesgos laborales siempre corresponde a las ETT. La empleada estaba destinada en esa máquina porque se va rotando a la plantilla para que la gente no se acomode a un mismo puesto de trabajo y mecanice la actividad.
-¿La máquina precalibradora de limones había sufrido alguna incidencia o presentaba síntomas de sufrir alguna avería?
-La máquina reúne todos los requisitos de seguridad. Fue precintada y la Inspección de Trabajo, la Dirección General de Industria y la Guardia Civil la revisaron y actualmente vuelve a estar operativa.
-¿Quién le dio la orden a Hind para ponerse a barrer debajo de la cinta transportadora por donde pasan los limones?
-Nadie le dio la orden de que limpiase y menos con una máquina en funcionamiento.
A partir de este momento será la Justicia la que tendrá la última palabra.