“Estoy comiendo en Mercadona porque es el lugar más cercano y más barato en mi hora de descanso”, comenta uno de los obreros con una ración de ensaladilla rusa en la mesa que le ha costado tres euros. Un plato que ha comprado en el mismo local, ya que el supermercado valenciano también la ofrece preparada para llevar y desde hace escasos meses también permite, para no perder tiempo, comer en la zona habilitada para comer en la tienda del barrio de Ciudad Lineal de Madrid.
Tiempo, una palabra que parece de oro porque actualmente parece un lujo disponer de él. La vida laboral nos atropella en nuestro día a día. ¿Qué hago hoy para comer? Es la gran pregunta que nos hacemos cuando no nos preparamos nada el día anterior y llegamos tarde a casa. O la gran duda para los que comen en el trabajo, ¿y ahora qué como y dónde? La solución está en los nuevos 'mercaurantes', donde los supermercados ofrecen servicio de restaurante a precios más bajos que un menú del día. Es el caso de Mercadona con su ‘Listo para Comer’.
Son más de 30 los productos que tienes para elegir en las vitrinas de esta sección con precios desde los tres hasta los siete euros. Entre ellos está la lasaña a cuatro euros, un plato de fabada por 3,50 euros, lentejas a cuatro euros, una ración de fideuá a 4,50 euros, paella a cuatro euros, una porción de tortilla de patatas por dos euros o si la quieres entera son siete euros. También puedes pedir costillas a la barbacoa por seis euros y ensaladilla rusa por tres.
No solo son platos preparados, sino que también te pueden cocinar en el momento una pizza individual por siete euros la individual o familiar por 10 euros. También puedes pedir pasta por cuatro euros y si la quieres rellena de queso, carne o espinacas son 4,50 euros. Además de ensaladas que te puedes hacer al gusto por cuatro euros.
EL ESPAÑOL ha acudido al Mercadona del barrio de Ciudad Lineal en Madrid para conocer cómo es y qué tipo de clientes van. Entramos en el comedor y comprobamos que está equipado con las comodidades necesarias para comer: dos mesas para cuatro personas y una para dos. Además de una mesa más habilitada para personas en sillas de ruedas. En total, cuatro mesas. También dispone de microondas, tenedores de plástico, vasos de cartón y servilletas.
Son las 14:20 horas y empieza a llenarse este pequeño sitio. A las 15:00 horas ya es imposible conseguir una mesa libre, tanto que hay personas que entran, no ven sitio y se van. Son trabajadores que entran con los platos preparados del supermercado y utilizan esta zona porque "es lo más barato que hay para comer en la zona". Estos trabajadores que vienen y consiguen mesa a menudo son repartidores, obreros e incluso también encontramos curiosos que quieren probar.
Enrique es uno de esos curiosos que fue a Mercadona para hacer su compra antes de comer. Pasó por la zona de comida preparada y cogió unas lentejas para llevar. Tras pagar, vio el comedor y decidió tomarlas en el local antes de ir a casa. "Cuando llegue a casa ya no tendré que preocuparme de hacer la comida, solo de descansar", asegura.
Otro de los obreros que va a menudo a comer es Miguel, entró al supermercado a comprar pan y jamón para así hacerse un bocadillo y comerlo donde pudiera, pero para su suerte y sorpresa se encontró con este comedor tras la caja. Es un día lluvioso y esto le ha salvado de comer junto a la obra.
El comedor tan lleno sorprende a los clientes de Mercadona que pasan por al lado asombrados. Incluso a los propios trabajadores que también se les podía escuchar comentar entre compañeros cómo de lleno se encontraba esta zona habilitada para comer.
Esta novedad que se va viendo de manera progresiva en los supermercados gusta a los clientes. Compran, comen y siguen con sus vidas laborales. Con esta nueva sección, Juan Roig, director del supermercado valenciano, pretende seguir siendo uno de los líderes en el sector. Su propósito es seguir satisfaciendo a sus clientes de todas las maneras posibles y esta es una de ellas.
El precio del menú en Mercadona
Tras ver los precios y haber acudido al comedor del supermercado, cabe preguntarse: ¿es más barato comer en Mercadona que en un bar? Hemos hecho tres supuestos menús para comprobarlo teniendo en cuenta que uno del día en un bar o restaurante suele costar de media 12 euros:
Primer posible menú | ||
Primer plato | ensalada | 4 euros |
Segundo plato | macarrones a la boloñesa | 4 euros |
Bebida | cerveza | 0,50 céntimos |
Postre | manzana | 0,40 céntimos |
Total | 8,90 euros |
Segundo menú | ||
Primer plato | ensaladilla rusa | 3 euros |
Segundo plato | paella | 4 euros |
Bebida | coca cola | 1,20 euros |
Postre | banana | 0,24 céntimos |
Total | 8,44 euros |
Tercer menú | ||
Primer plato | pincho de tortilla | 2 euros |
Segundo plato | lentejas | 4 euros |
Bebida | agua | 0,50 céntimos |
Postre | muffin de chocolate | 1 euro |
Total | 7,50 euros |
Por lo tanto, hacerte un menú en Mercadona sí es más barato que acudir a un bar, supone un ahorro de 3,1 euros en el primer caso, 3,56 en el segundo y 4,50 en el último.
Antecedentes de los 'mercaurantes'
El término de 'mercaurante' proviene del término anglosajón 'glocerants' y lo acuñaron en el Congreso de Hostelería de AECOC (la Asociación de Fabricantes y Distribuidores) celebrado en mayo. Una tendencia que ya se practica desde hace años en otros países y en la que Estados Unidos es líder.
Este concepto ya era conocido en España antes de Mercadona, ya que Ikea ofrece un servicio similar, aunque con críticas negativas de nutricionistas: compras y puedes comer en la misma tienda. "Quieren que te relajes para que pases más tiempo en la tienda y por lo tanto compres más", asegura Patricia Fernández, responsable del sector Horeca de AECOC.
Y es que existen dos factores que han hecho que esta tendencia poco a poco vaya en aumento: el tiempo y la comodidad. La falta de tiempo la encontramos en las zonas urbanas porque el nivel de vida es más estresante. Respecto a la comodidad, se relaciona con el primer factor. Lo queremos ya hecho, pero también se incluye a los más jóvenes porque "no se ven capaces de preparar platos elaborados como los de sus casas", comenta la responsable de Horeca.
Esta falta de tiempo de la que hablamos se ve reflejada en los datos recopilados en la encuesta anual del 2018 realizada por AECOC, donde aseguraban que un 56% de los consumidores compran platos preparados. Y según el último estudio de la consultora Kantar, siete de cada 100 euros que gastamos en la compra es comida que no consumiremos en casa. Es por eso que los supermercados están cambiando su forma de comercializar con los alimentos.
Con el alto ritmo de vida que hay, sobre todo, en las grandes ciudades, parece que Roig no exageraba cuando en su día dijo que dentro de un tiempo "solo se cocinará por hobby".