La Comunidad de Madrid ha abierto una investigación para tratar de esclarecer la muerte de Aitor. El joven, de 23 años, falleció el pasado 14 de enero de 2018 tras cuatro días en el hospital después de que su madre llamara al SUMA 112 y no le prestaran la ayuda necesaria. El médico que atendió la llamada de su madre Carmen se comportó con frialdad y sin entrar a valorar qué le estaba pasando a Aitor. "Su hijo se encuentra perfectamente", le respondió a la mujer, mientras ella observaba como se iba apagando poco a poco. "¿Está segura de que no se ha tomado nada?", le insistió el médico. Algo que Carmen negó tajantamente. "Se está ahogando", informó la madre al sanitario, quien siguió haciendo caso omiso.
Cuando los Servicios de Emergencias llegaron a la casa familiar de Navalcarnero, Aitor se encontraba en muerte cerebral. Esos 23 minutos de llamada al 112 habían sido clave. El joven ingresó en el hospital y a los cuatro días, falleció. Desde ese momento, los padres de Aitor han estado luchando para esclarecer qué le sucedió a Aitor. No saben si su hijo hubiera sobrevivido al trombo de pulmón que sufrió, pero sí están seguros de que el trato del médico no fue el correcto. Le exigen a la Comunidad una indemnización de 175.000 euros. Hasta ahora, la Administración ha mirado hacia otro lado afirmando que ellos no son los culpables, así como no queriendo identificar al médico que atendió al teléfono.
Los 23 minutos clave
Carmen llamó el pasado 14 de enero del 2018 al SUMA 112. Estaba asustada. Su hijo Aitor, estudiante de Ingeniería y de tan solo 23 años, se había desplomado cayendo redondo al suelo. "Vale, pásemele al teléfono", le respondió el sanitario. Un comentario que la madre, incrédula, no pudo comprender. "No puede, no puede, es que no puede respirar", le espetó Carmen al médico. Finalmente, la mujer accedió a que su hijo se pusiera al teléfono. En el audio de la llamada, realmente duro, se escuchan las últimas palabras del chico, afirmando que no es capaz de respirar.
Cuando el joven, llegó al Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles se encontraba en muerte cerebral. Tras cuatro días en estado muy grave, falleció. La conversación telefónica con el SUMA se alargó hasta 23 minutos. Los padres afirman que no fue esto lo que el provocó la muerte, sino los minutos que tuvo que esperar -en muerte cerebral- a que llegaran los sanitarios. Por eso, Carmen y Bartolomé exigen a la Comunidad de Madrid una indemnización de 175.000 euros.
También, denuncian que la Comunidad de Madrid se ha lavado las manos y afirma que el procedimiento se realizó de forma correcta. No hubo ningún incidente en la atención al joven. Por tanto, no asume su responsabilidad, así como tampoco ha identificado a los médicos que participaron en la ayuda a Aitor. El joven ya había acudido dos veces a un Centro de Salud debido a un fuerte dolor que sufría en un costado y aunque estuvo ingresado, le dieron de alta. "Era un dolor mecánico", afirmaron los especialistas.
La llamada, íntegra
- Madre: Mire, es que se ha levantado el chico y se ha mareado al levantarse. Yo estaba en la cocina y le he sentido caerse
- Médico: Sí
- Madre: Y entonces un sudor enorme... Ahora se ha quedado más bien frío, pero con un sudor enorme.
- Médico: ¿Él está en tratamiento de algo?
- Madre: No, no.
- Médico: Ha tenido un síncope entonces.
- Madre: Y está como, como... Dice que no puede respirar.
- Médico: Vale. Pásemelo al teléfono, por favor.
- Madre: A quién: ¿al chico?
- Médico: Claro.
- Madre: No puedo, no puedo.
- Médico: Es que tiene que hablar con el médico. ¿No tiene un móvil, y la llamo yo?
- Madre: ¡Si él no puede, si él está en la...!
- Médico: Señora, si estuviera en el hospital ahora mismo un médico allí, ¿tendrá que hablar con él o no?
- Madre: Bueno, pero usted...
- Médico: Da igual que sea por teléfono o lo que sea, tiene que hablar con el médico.
- Madre: Él dice que no puede respirar y que...
- Médico: Bueno, ya, pero yo necesito evaluarlo. Señora, porque él puede necesitar una UVI, puede necesitar un ingreso hospitalario o puede necesitar un médico...
- Madre: Mira, que dice el médico que tienes que hablar con él, que a ver lo que te pasa...
- Médico: Dígame, qué te ocurre, cuéntame un poquito.
- Aitor: Me ahogo...
- Médico: Yo no te escucho que te ahogues. ¿Has estado nervioso o algo?
- Aitor: No
- Médico: Entonces, ¿estás en tratamiento de alguna cosa?
- Aitor: No puedo.. Me ahogo...
- Médico: A ver, pásame a tu mamá.
- Aitor: No puedo...
- Médico: Pásame a tu mamá.
- Madre: Mire usted como está.
- Médico: No, respira perfectamente. ¿Está a tratamiento psiquiátrico de algo?
- Madre: No, no, de nada
- Médico: ¿De nada? ¿Ha tomado alguna...?
- Madre: No, mire, si ayer ni salió ni nada, estuvo aquí en casa metido todo el día...
- Médico: Bueno, irá un médico a verlo y tendrá lo que sea, no lo sé, pero ¿no puede ser que haya tomado algo?
- Madre: No, no...
- Médico: ¿Algún medicamento o algo?
- Madre: No.
- Médico: Pues respira perfectamente, ¿eh? Que respira perfectamente...
- Madre: Pues él dice que no puede respirar.
- Médico: Él dice lo que quiera, pero respira perfectamente porque habla perfectamente, ¿vale?
- Madre: Pues mire usted yo no sé lo que...
- Médico: Bueno, irá un médico a verlo, pero él sí respira...
- Madre: Yo no sé...
- Médico: Sí, respira. Venga. Hasta luego. Parece más bien que está tocado de algo. No sé. Vamos a ir a verlo. Venga, hasta ahora.