El magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba ha desestimado la petición de nulidad como prueba de los dos vídeos que los cuatro miembros de la Manada grabaron el 1 de mayo de 2016, cuando cometieron presuntos abusos sexuales sobre una chica de 21 años en Pozoblanco. Tras ello, los procesados han asegurado ser inocentes y se han acogido a su derecho a no declarar.
El juez ha resuelto rechazar la nulidad de la prueba videográfica sobre los supuestos abusos, como ha solicitado en las cuestiones previas el abogado defensor de los cuatro procesados. Durante la primera de las cuatro sesiones previstas del juicio, celebrada este lunes, el magistrado ha dicho que las imágenes suponen una prueba "ciertamente determinante", pero ha añadido que no es la "única" que se practicará durante el proceso, en el que se podrá determinar si se obtuvo "de forma ilícita" o legal.
Dichos vídeos se hallaron dos meses más tarde de los presuntos abusos cometidos en Pozoblanco. Fue en julio de 2016, después de que los miembros de la Manada fuesen detenidos por violar a una chica madrileña de 18 años en Pamplona. Aquel día eran cinco miembros y no cuatro. Los investigadores de la Policía Foral de Navarra se percataron de que los acusados habían difundido a través de sus teléfonos móviles dos grabaciones en las que se observaba cómo, presuntamente, cometen abusos sexuales sobre una chica en estado de aparente inconsciencia.
La víctima, que no denunció los hechos en ese primer momento porque no recordaba lo sucedido, sí lo hizo a mediados de septiembre de 2016, cuando dos investigadores de la Policía navarra se trasladaron hasta Pozoblanco para mostrarle el contenido de dichas imágenes. La joven, en cambio, sí había fotografiado el vestido que llevaba puesto aquella anoche -la prenda acabó rota- y el moretón que presentaba en uno de sus muslos. Sospechaba de algo, pero no sabía bien de qué. Por eso tomó aquellas fotos.
El abogado de los cuatro acusados, Agustín Martínez, ha solicitado al juez que dichos vídeos no sean admitidos como prueba presentada por las acusaciones y ha reclamado la suspensión del juicio. Sin embargo, su petición ha sido desestimada por el juez.
Martínez ha señalado durante la presentación de las cuestiones previas de las partes que la Policía Foral de Navarra "vulneró la intimidad" de los cuatro acusados al realizar un estudio de sus terminales móviles más allá del objeto de aquella primera investigación, que versaba sobre la denuncia de una violación en Pamplona.
"Es un ejemplo paradigmático de un exceso policial", ha advertido el letrado de los acusados. Martínez entiende que "se ha abierto una causa general" contras sus clientes.
Los agentes forales hicieron un magnífico trabajo
La Fiscalía, el abogado de la víctima y la acusación popular, que ejerce la Asociación Clara Campoamor, se han mostrado contrarios a la petición de la defensa de los procesados. Los cuatro acusados, que se han negado a declarar, se encuentran cumpliendo 15 años de prisión por la violación que cometieron en los Sanfermines de 2016.
"Estamos ante un delito autónomo", ha explicado la letrada de la acusación popular. "Por eso se abrió esta causa, gracias a esos dos vídeos (... ). Los agentes forales hicieron un magnífico trabajo. Donde haya una víctima, tienen que protegerla. No estaban buscando una denuncia".