Es posible que, a pesar de no sobrepasar los 109 kilómetros por hora mientras adelantaba en una carretera convencional, le haya llegado, en el último año, una multa por exceso de velocidad. En ese caso, está a tiempo de no hacer el abono y recurrirla o incluso reclamar el dinero ya pagado. ¿El motivo? Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha denunciado que hay radares de tramo ilegales que han estado imponiendo cerca de 10.000 sanciones por ir a esta velocidad, adecuada según el reglamento General de Circulación.
Estos radares de tramo –los que controlan cuánto tarda un vehículo en recorrer una distancia determinada entre dos puntos– son ilegales porque “fueron mal reprogramados” en enero de 2019 (cuando la velocidad máxima de las carreteras convencionales pasó de 100 km/h a 90km/h por orden de la DGT). Entonces, el límite se fijó en 90 km/h. “No se tuvo en cuenta que está permitido sobrepasar esa velocidad en 20 km/h cuando se está haciendo un adelantamiento en una carretera convencional”, explica Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
En efecto, el artículo 51 del Reglamento General de Circulación así lo estipula: permite sobrepasar la velocidad máxima de una carretera convencional siempre que sea para adelantar. Por eso, muchos conductores, en el último año, se han visto sorprendidos al recibir una multa de 100 euros por rebasar los 90 kilómetros por hora e ir a menos de 109 km/h.
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Entre los radares ilegales señalados por la AEA se encuentran los ubicados en el km. 479,9 (sentido creciente) de la N-122 en Zamora (un tramo de algo más de cinco km.), en los km. 132 (sentido decreciente) y 137,5 (creciente) de la N-630, en León; en los kms. 259,1 (decreciente) y 264.1 (creciente) de la N-320, en Guadalajara, o el ubicado en el km. 486,5 (decreciente) de la N-430, en Albacete.
¿Pueden devolverme el dinero?
La AEA, tras conocer esta situación, le ha pedido dos cosas a la Dirección General de Tráfico: “Que reprograme los radares para que no sigan multando y que no formule denuncias a las personas que adelanten a la velocidad estipulada en esos tramos”, demanda Mario Arnaldo. A partir de ahí, el presidente de la AEA espera que se anulen los expedientes sancionadores. Es decir, que los afectados por estas multas puedan reclamar el importe de las mismas en los próximos meses –siempre que prueben que han sido sancionados por esta circunstancia– y se les devuelva el importe.
No sería nada nuevo. La DGT sobreseyó, no hace tanto, los expedientes de los 2.527 vehículos que, entre el 26 de agosto y el 9 de septiembre, fueron multados por un radar mal reconfigurado en la N-330 de Zaragoza en dirección Huesca. Entonces, unos conductores tuvieron que reclamar el importe –y les fue devuelto– y a otros se les anuló directamente la multa recibida en sus casas.
No obstante, estos radares no sólo están en carreteras convencionales, donde precisamente han sido mal reprogramados. En total, hay 84 en todo el territorio nacional, muchos de ellos ubicados en autopistas y en autovías. Tanto es así que, por ejemplo, el más activo es el del km. 49,2 de la AP-6 (Madrid), que ha superado las 28.551 denuncias hasta la fecha, incrementando las multas en un 526% respecto al mismo periodo del año anterior.
Desde la AEA esperan que esta circunstancia anómala se solucione y que no se deba al “afán recaudatorio” de la administración, sino a que “no ha tenido en cuenta la circunstancia”. Es decir, que se debe a un fallo que le ha costado a los ciudadanos miles de euros.