Un ciudadano extranjero vestido con prendas de mujer y portando numerosos colgantes religiosos se adentró con un turismo en la AP-7 y comenzó a circular a gran velocidad en sentido contrario. Eran las seis de la madrugada de este jueves cuando este supuesto kamikaze, a la altura del municipio alicantino de Pilar de la Horadada, se adentró en la citada autopista que conecta Cartagena y Alicante. A las 6.21 horas, la centralita del Teléfono Único de Emergencias recibió la primera llamada de un conductor alertando de que “un coche iba circulando en dirección prohibida”. La Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico se puso tras la pista del coche sospechoso, un Ford Focus, de color gris y matrícula española, pero no pudieron interceptarlo porque a las 6.31 horas, a la altura del término municipal de San Javier, acabó causando un accidente de tráfico de proporciones bíblicas en el que se vieron implicados siete vehículos en los que viajaban un total de 14 personas.
“Aquello era un caos y por la carretera solo se veía un amasijo de hierros”, resumen a EL ESPAÑOL fuentes de emergencias y policiales sobre el panorama que se encontraron al llegar a la AP-7. El Ford Focus, según ha podido saber este diario, condujo al menos durante seis kilómetros en sentido contrario. En concreto, se adentró por el ramal de la autopista que conduce hacia Alicante, pero el conductor circulaba en dirección contraria hacia Cartagena. A la altura de las instalaciones de Viveros Adela Sánchez, en el término municipal de San Javier, un joven que conducía una Citroën C-5 de camino a su puesto de trabajo, adelantó a otro coche en la autopista y se estampó frontalmente con el turismo del presunto kamikaze porque iba conduciendo por el carril izquierdo que era el que precisamente estaba utilizando el conductor de la furgoneta para adelantar.
El impacto fue frontal y mortal de necesidad para el ocupante del Ford Focus que prácticamente murió al instante. Las mencionadas fuentes de emergencias y policiales han confirmado a EL ESPAÑOL que el turismo acabó siniestro total, con el morro reventado y el techo hundido: “En su interior estaba muerto el kamikaze y parecía que iba vestido de mujer porque llevaba un sujetador, relleno con muchos calcetines que simulaban unos pechos, y llevaba varios collares del rosario”. En el turismo, según las mencionadas fuentes, “olía mucho a alcohol”. De momento la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico no ha confirmado que el conductor se encontrase bajo los efectos de bebidas alcohólicas ni tampoco ha confirmado que se tratase de un kamikaze: “No sabemos si iba conduciendo en sentido contrario porque quería suicidarse o si se había equivocado al coger el ramal de acceso a la autopista AP-7”.
El fallecido no llevaba documentos de identificación
Los investigadores tienen claro que el conductor era de nacionalidad extranjera por sus rasgos físicos y porque su tez de piel era muy blanca. De hecho, se sospecha que puede ser de nacionalidad británica porque iba conduciendo por la izquierda y la matrícula del Ford Focus se corresponde con la de un ciudadano inglés, Peter John B., de 51 años, residente en la localidad alicantina de Torrevieja. La Guardia Civil está trabajando para corroborar si los datos del propietario del vehículo se corresponden con la identidad del presunto kamikaze fallecido y que en el momento de la colisión no llevaba ningún documento de identidad encima. Por suerte, ninguno de los 14 ocupantes de los seis vehículos restantes que se vieron implicados en el siniestro sufrían lesiones de gravedad.
“La mayoría eran personas que se dirigían a sus puestos de trabajo”, detallan las citadas fuentes. “Todos ellos iban en dirección Alicante y se toparon al kamikaze que bajaba en sentido Cartagena, pero solo hubo cinco heridos con lesiones leves: es un milagro”. El herido que presentaba el peor parte médico era el joven, de 21 años, que conducía la Citroën C-5 que al adelantar a otro coche fue el primer vehículo que chocó frontalmente con el Ford Focus del presunto kamikaze.
“A partir de ese momento se produjo una cascada de colisiones”, detallan las citadas fuentes de emergencias y policiales. El motor de la furgoneta Citroën quedó en medio de la autopista y el Ford Focus embistió a un Peugeot 208. “En el siniestro parece que también se vieron implicados varios vehículos de una empresa de renting de automóviles”. El accidente movilizó a varias ambulancias, con personal sanitario, y a cuatro vehículos con ocho bomberos rescatadores de los parques de las poblaciones costeras de San Pedro del Pinatar y Los Alcázares.
Todavía no había salido el sol cuando la oscuridad de la AP-7 se acabó de forma abrupta por decenas de sirenas de vehículos de emergencias que cortaron al tráfico la autopista durante más de una hora porque el reguero de coches implicados en el accidente impedía la circulación durante más de un kilómetro y medio, desde la salida de la RM-19 hasta las instalaciones de Viveros Adela Sánchez. La Policía Local de San Javier se afanó en redirigir el tráfico hacia la carretera nacional 332 mientras que los bomberos excarcelaban a algunos de los heridos y el personal sanitario movilizado atendía sobre el asfalto a otras víctimas.
El conductor de la furgoneta Citroën C-5 tuvo que ser trasladado al Hospital de Los Arcos de San Javier porque presentaba lo que en principio parecía una luxación de tobillo. La centralita del 112 recibió numerosas llamadas de conductores de la AP-7 durante varios minutos después de la colisión múltiple y por las redes sociales comenzaron a circular comentarios de preocupación de los vecinos de la zona debido a la entidad del siniestro. “Vaya tela cómo estaban algunos de los coches, menudo desastre”, comentaba un usuario de Facebook al ver las imágenes de los vídeos del accidente que circulaban por redes sociales y a las que ha tenido acceso este diario. “Me alegro de que solo haya muerto una persona, y encima que sea la que iba en sentido contrario, porque podía haber provocado una desgracia mayor...”, escribía otro.