En los buenos tiempos la compañía conservera Halcón Foods llegó a facturar más de 60 millones de euros dando empleo a casi la mitad de la población de Campos del Río, una localidad murciana con 2.011 habitantes. Desde 1982 estas instalaciones fueron uno de los buques insignia de la actividad agroalimentaria de la Región de Murcia, pero también protagonizaron uno de los capítulos más turbios del sector cuando en noviembre de 2010 la firma entró en concurso de acreedores.
Casi una década después de que se iniciara ese tortuoso proceso concursal marcado por las protestas vecinales y sindicales que no evitaron el cierre de la histórica conservera, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia acaba de decretar su liquidación y venta de su unidad productiva a Nibox Inversiones SL el módico precio de 37.550 euros.
La mencionada cifra es una ganga si se tiene en cuenta que las instalaciones de Halcón Foods, tal y como confirman desde el Ayuntamiento de Campos del Río, están valoradas en más de tres millones de euros porque cuentan con valiosa maquinaria industrial, como aparatos de medición y pesaje, líneas para trabajar cítricos, hortalizas, zumos o mermeladas, así como una depuradora y dos balsas, almacenes logísticos y de etiquetado, zona de oficinas, un amplio aparcamiento, 27 fincas rústicas y urbanas para futuras ampliaciones…
Para entender esta adjudicación a la baja hay que retroceder en el tiempo. Halcón Foods cayó en desgracia desde que en 2013 la compañía bajó la persiana con un déficit mastodóntico de 58.194.691 euros causado, entre otros motivos, por las presuntas irregularidades en la gestión que realizó el Grupo Cofrusa Mediterra. El concurso fue declarado culpable y el empresario Joaquín Navarro Salinas fue condenado a abonar el déficit concursal que resultase tras la finalización de las tareas de liquidación hasta la suma máxima de 12.507.177 euros.
En estos años las instalaciones de la mítica conservera no solo han estado en la diana judicial: también han sido objeto de deseo de los ladrones -sufriendo robos de cable de cobre- y en 2015 fueron el foco de un episodio de malos olores y una plaga de mosquitos y cucarachas que sufrieron los vecinos de Campos del Río por la descomposición de 3.256 toneladas de latas de conservas que se quedaron almacenadas tras el cierre de la compañía y comenzaron a explotar. La limpieza de los almacenes le costó al Gobierno regional más de 200.000 euros.
Todo ello ha contribuido a que el complejo industrial se haya ido devaluando y que no prosperasen las operaciones de venta planteadas por el Instituto de Fomento y el Consistorio. Prueba de ello es que solo en los últimos cuatro años las instalaciones de Halcón Foods han sido ofrecidas a la multinacional El Pozo, a la empresa cervecera Damm o al Grupo Caliche. También se sacaron en mayo de 2018 a subasta judicial por 12.802.438 euros y el resultado fue desastroso: el proceso acabó desierto.
El último cartucho del juzgado para dar salida a la conservera fue convocar un proceso de adjudicación directa. En marzo de este año una empresa de maquinaria de Lorquí puso sobre la mesa 13.470 euros, pero el Info solicitó al juez ampliar el plazo para recibir más ofertas ante el temor de que la intención de este adjudicatario fuese la de desmantelar Halcón Foods para hacer caja con los equipos, en vez de retomar la actividad generando cientos de empleos en Campos del Río y en los municipios de alrededor. La solicitud del Info prosperó a través de un auto judicial que amplió el periodo para presentar ofertas además de fijar que estas debían superar los 29.000 euros de cuantía.
¿La fábrica abrirá o será vendida al mejor postor?
La sociedad limitada Nibox Inversiones ha presentado la oferta más alta de las seis empresas que han pujado: 37.500 euros. Esta sociedad se creó con el único objetivo de pujar por Halcón Foods porque se constituyó el 7 de octubre de 2019. De hecho, el auto al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL en el que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia autoriza la venta admite que “es cierta la parquedad de la documentación aportada y de las garantías existentes, así como que la sociedad es de reciente constitución y tiene un capital social de 3.000 euros”.
Sin embargo, el juez Francisco Cano subraya que “la documentación aportada reúne mínimamente las exigencias previstas”.
El administrador único de Nibox Inversiones es José Nicolás Aguera, un empresario que aparece en LinkedIn como CEO de Comarth Engineering Worldwide, filial de Comarth dedicada a la fabricación de vehículos eléctricos, y apoderado de la empresa Hispania Activos Concursales.
En el Ayuntamiento de Campos del Río han estado indagando en el currículum de este empresario y han comprobado que también ha estado vinculado como administrador de empresas de Trinitario Casanova, el fundador del Grupo Baraka que vendió por 300 millones el Edificio España a Riu. Tanto a los extrabajadores de Halcón Foods como al Consistorio les invade ahora la misma duda: ¿Nibox Inversiones ha comprado la conservera para retomar la actividad o para venderla al mejor postor?
“El nuevo propietario tiene que cumplir el plan de viabilidad que ha presentado y poner en marcha la unidad productiva”, subraya la alcaldesa de Campos del Río, María José Pérez, que desde hace dos legislaturas está volcada en lograr que la conservera vuelva a abrir sus puertas. Durante décadas Halcón Foods fue el motor del empleo de esta localidad y de otras del entorno, como Albudeite, pero tras el cierre los vecinos tuvieron que buscar empleo en empresas del sector agroalimentario de otros municipios de la Región. “En los últimos ocho años Campos del Río ha perdido un centenar de habitantes y se ha convertido en un pueblo dormitorio; espero que la empresa deje de ser un mausoleo y abra”, apunta la regidora. No solo porque puede suponer un revulsivo contra el fenómeno de la despoblación rural, también para las arcas municipales porque la conservera adeuda 379.136 euros en concepto de IBI.
La reapertura de la compañía es el deseo que comparten todos los exempleados de Halcón Foods. “El pueblo está esperanzado de que la conservera vuelva a abrir”, explica Miguel López, que fue encargado de línea durante casi cuarenta años. “En los buenos tiempos había tres turnos de trabajo y por las líneas se movían 16 millones de toneladas de naranjas y melocotones, 4 millones de toneladas de albaricoques y fresas…”, ejemplifica. Miguel admite que la compra del complejo industrial por parte de una sociedad sin experiencia previa en el sector conservero, como Nibox Inversiones, “le genera incertidumbre” a los extrabajadores y a los vecinos. “No sabemos nada de su administrador único, José Nicolás Aguera”.
El Instituto de Fomento se opuso a la venta
El Instituto de Fomento (Info) es otra de las partes interesadas en el futuro de Halcón Foods porque sobre la conservera pesa un aval de 12 millones de euros debido a que el mencionado organismo le entregó 28 millones de euros al Grupo Cofrusa Mediterra para reflotar Halcón Foods en Campos del Río y Conservas la Diosa en Calasparra. Las dos empresas cerraron y el aval acabó en los juzgados después de que supuestamente se desviasen fondos.
El Info no recuperará ese dinero a corto plazo porque se opuso a que el Juzgado de lo Merantil número 2 de Murcia autorizase la venta a Nibox Inversiones exponiendo, entre otros argumentos, que la mercantil solo aportó una escritura de constitución a la puja de la conservera Halcón Foods “sin incorporar documentación económica de ningún tipo que permita al digno juzgador obtener un conocimiento de la solvencia y de los fondos, ya sean propios o ajenos, de los que se va a valer dicha sociedad para iniciar y mantener en producción la fábrica y los elementos objeto de transmisión”.
El juez Francisco Cano ha desestimado la alegación de este organismo dependiente de la Comunidad Autónoma de Murcia: “El Info al solicitar el rechazo de la oferta parece olvidar que la presente venta se efectúa sobre una serie de elementos sobre los que recaen importantísimas cargas a favor del propio Info, de manera que si el Info ejecuta en un futuro las mismas el adquirente perderá muy probablemente todos los bienes que ahora adquiere”.
La regidora de Campos del Río concluye que “no tengo nada en contra del Instituto de Fomento, pero no estoy contenta con la forma en la que ha llevado este proceso porque podría haberse quedado con Halcón Foods haciendo valer su aval porque la empresa puede ofrecer rentabilidad en cinco años”. De poco sirven ya las reflexiones a toro pasado porque ahora el futuro de la conservera depende de Nibox Inversiones y su administrador único.