Dos serruchos, varias bolsas de plástico, ácido corrosivo y productos de limpieza. Este fue el arsenal que Jorge Palma utilizó para descuartizar y deshacerse del cuerpo de Marta Calvo. La mujer murió el pasado 7 de noviembre cuando se citó con Jorge en su casa de Manuel; habían quedado para celebrar el 37 cumpleaños de él. Tras entregarse ante la Guardia Civil, el hombre confesó que ambos mantuvieron relaciones sexuales y tomaron cocaína. Cuando Jorge se despertó en medio de la noche se dio cuenta que Marta, que yacía a su lado, no respiraba. Tal y como ha apuntado en su declaración, se puso nervioso y decidió deshacerse del cuerpo.
Para ello, descuartizó el cuerpo de la joven camarera y lo repartió por diversos contenedores de las localidades valencianas de Silla, Carcaixent y Manuel. Además, para justificar que él no mató a Marta, si no que se la encontró sin vida, el hombre ha afirmado que no era la primera vez que quedaban. "Yo no lo he hecho nada, Marta era maja y me caía bien", ha apuntado ante los agentes de la Guardia Civil de Carcaixent. Ahora, Jorge se encuentra en prisión provisional y declarará ante el Juez para poder esclarecer qué pasó con Marta aquella madrugada del 7 de noviembre.
Las 10 bolsas de plástico
Según ha apuntado Jorge, él recogió a Marta de su casa de Valencia y ambos se dirigieron hacia la vivienda que tenía en Manuel. Allí, querían mantener otra cita sexual, ya que ya se había producido una anterior hacía tres semanas. Cuando Marta llegó a la vivienda, le envió a su madre su localización exacta. Era algo que solía hacer cuando quedaba con alguien del que no se fiaba completamente. En la casa de Manuel tomaron drogas, como cocaína, tuvieron relaciones sexuales y se quedaron dormidos. Todo según apunta la versión de Jorge, la muerte de la joven fue accidental y la ha vinculado al consumo de drogas.
Cuando Jorge, con antecedentes policiales por tráfico de drogas, se encontró a Marta sin vida, pensó hasta en suicidarse. Algo que declinó rápidamente y decidió emplear un día entero en fragmentar el cuerpo de la joven para luego repartirlo en más de 10 bolsas. Tal y como muestran las cámaras de seguridad, el hombre compró diversas herramientas para ayudarse en su acción. Ya en abril de este año, el hombre estuvo involucrado en la muerte de una prostituta en un barrio de Valencia. Ahora, la Policía intenta averiguar si la muerte de Marta fue accidental o violenta. Además, la Guardia Civil ha reanudado los trabajos de búsqueda del cuerpo de la joven, una fase "lenta y minuciosa" de la investigación en la que realizará controles exhaustivos en las zonas donde podrían estar los restos mortales.
Wafa desapareció hace casi un mes
En la localidad de Carcaixent (Valencia), donde Jorge se entregó, se ha producido otra sospechosa desaparición. A Wafa, de 19 años, se le perdió la pista hace más de tres semanas. La joven vivía a caballo entre las casas de dos amigos por lo que su familia no le echó de menos hasta días después de su desaparición. Wafa utilizó por última vez su móvil para ponerse en contacto con varios amigos y, desde ese momento, el teléfono se encuentra apagado.
La última persona que estuvo con Wafa fue una amiga, a quien la Guardia Civil ya ha tomado declaración al menos una vez. La denuncia la interpuso su madre, 16 días después de la desaparición real. La razón por la que se demoró tanto es porque Wafa no vivía con su familia, si no que residía entre las viviendas de dos amigos. Como apunta Levante-EMV, la madre estaba acostumbrada a no verla en días.
El citado diario afirma que la madre habló con estos dos compañeros y ninguno de ellos supo decirle dónde se encontraba su hija. Para entonces, Wafa ya no respondía a su teléfono móvil, que todavía pertenece inactivo. Tras darle unos días de margen, la mujer acudió a la Guardia Civil, donde interpuso la denuncia. Esto provocó la inmediata apertura de una investigación por parte de la Policía Judicial de Sueca. El mismo que ha asumido la desaparición de Marta Calvo.