El próximo 24 de enero, Wafaa cumplirá 20 años. La joven desapareció en la tarde del 17 de noviembre en Carcaixent (Valencia), casi al mismo tiempo que lo hacía Marta Calvo en Manuel (Valencia). La familia de Marta encontró respuesta casi un mes después de su desaparición; Jorge, la última persona con la que se había visto, acabó con su vida. El hombre afirmó que ambos habían mantenido relaciones sexuales y consumido grandes cantidades de cocaína. La madrugada del 7 de noviembre, se despertó en mitad de la noche y Marta yacía a su lado sin vida. Después, se puso nervioso, descuartizó el cuerpo y lo distribuyó en varias bolsas de basura que arrojó a distintos contenedores. Muy distinta es la realidad de la familia de Wafaa; dos meses después de su desaparición, siguen sin saber su paradero.
La joven no podrá soplar las velas con su familia ni tampoco acudir al acto de celebración de su aniversario que le está preparando el ayuntamiento de su pueblo, en Pobla Llarga. Poco saben de ella desde ese 17 de noviembre; tan solo la manipulación de uno de sus perfiles de Instagram y una extraña conexión una semana después de su desaparición. Ahora, se ha sabido que no la hizo ella. Fue el pasado 1 de diciembre cuando Soraya, la madre de Wafaa, denunció la ausencia de su hija. Ahora, la mujer ha roto su silencio y ha declarado en el Diario Levante-EMV que "hay quien no está diciendo la verdad": "Mi hija creía que tenía muchas amigas, pero no es cierto. Solamente hay dos que han demostrado realmente ser amigas suyas".
Lo que tienen claro los agentes es que alguien miente. Todo apunta a que no fue posible que Wafaa desapareciera esa tarde cuando realizaba una de sus rutinas; se dirigía a casa de una de sus amigas a la que nunca llegó. Desde que a Wafaa se le perdiera la pista, la vida en su casa se ha vuelto insostenible. Su madre, trabajadora del hogar, ha tenido que dejar su empleo. Afirma que no puede salir de casa: "estoy como loca, estoy muerta en vida". "Ella es la alegría de la casa. Nunca se enfada. Siempre tiene una sonrisa. Para todo y para todos", la describe su madre.
Se había mudado con un hombre de 47 años
Pese a la ausencia de noticias -lógico por parte de la Guardia Civil-, Soraya está convencida que su hija está viva. "Como madre, siento que mi hija sigue viva. Lo sé, porque no he soñado cosas malas, y en los sueños la veo con la cara bien. Está esperándome, siempre con una sonrisa, con su sonrisa", ha declarado al citado medio. Además, Soraya solamente quiere una cosa:"Solo pido que la sigan buscando. Y que la encuentren. Que vuelva pronto a casa, conmigo y con sus hermanos". Todavía su madre sigue intentando dilucidar que ocurrió aquella tarde del 17 de noviembre. Solamente tiene claro que la desaparición no fue voluntaria: "Está claro desde el principio que es una desaparición forzosa, que alguien se la ha llevado a la fuerza y la tiene escondida en algún lugar".
La mujer tampoco quiere aventurarse en señalar a un culpable. Por su parte, el equipo de Homicidios sigue haciendo su trabajo y ha tomado decenas de declaraciones. Entre ellas, al hombre que la vio por última vez, que ya ha sido interrogado tres decenas. Wafaa se marchó de casa de su madre para vivir, de forma temporal, con un conocido de 47 años. Ese hombre aseguró que Wafaa se fue de su casa a la de una amiga sobre las seis de la tarde. Cuando la llamó, días después, esta le aseguró que no había visto a Wafaa y que se suponía que estaba con él. Ambos mantienen esas versiones contradictorias. El hombre pidió a esa amiga que avisara a la madre de Wafaa para que denunciase. La chica no se había llevado ni la documentación. Pasaron los días y el aviso no se produjo. Finalmente, Soraya denunció el 29 de noviembre.