Para Patricio Alda (47 años), esta semana está siendo especialmente estresante. Este antenista de Guipúzcoa (País Vasco) ha trabajado durante los últimos días tanto que no ha podido ni sentarse a tomar un café durante su larga jornada laboral. Y es que esta provincia es una de las nueve que cesan este martes las emisiones antiguas de la Televisión Digital Terrestre (TDT) para que por fin pueda aterrizar el 5G en España. De ahí que los vecinos de los edificios con más habitantes necesiten con urgencia los servicios de las empresas de antenistas para que adapten sus antenas con unos nuevos amplificadores. De lo contrario, los televidentes no podrán ver todos los canales que se ofertan gratuitamente en este país.
Pero los usuarios guipuzcoanos no son los únicos afectados por este apagón. Según las estimaciones de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, hasta 21 millones de españoles, que viven en 800.000 edificios comunitarios, pueden quedarse sin televisión. El motivo: este martes 11 de febrero empieza el cese definitivo de las emisiones antiguas de la Televisión Digital Terrestre (TDT), ya que es necesario liberar la banda que usa -700 megahercios (Mhz), también conocida como Segundo Dividendo Digital- para que se pueda instalar el 5G en España.
Las provincias que este martes se apagan son Ibiza, Guipúzcoa, León, Lugo, Mallorca, La Rioja, Segovia, Soria y Valladolid. El jueves 13 de febrero llegará el turno de Albacete, Almería, Badajoz, Cáceres, Córdoba, Granada, Huelva y Málaga. Y, el 3 de marzo, Álava, Vizcaya, Huesca, Teruel y Zaragoza dirán adiós a la señal de TDT antigua. Por ello, tanto Patricio como el gremio de los antenistas estos meses han estado desbordados. De hecho, este trabajador prevé que "durante los próximos 15 días va a haber muchísimo trabajo".
El cambio, sin embargo, ya arrancó en noviembre con las comunidades autónomas de Madrid, Canarias, Cantabria, Cataluña -menos Barcelona-, Aragón, Castellón y el resto de Castilla-La Mancha y Castilla y León. Asturias, Barcelona, A Coruña y Menorca no necesitarán que las antenas de sus edificios se modifiquen.
En todo caso, los vecinos de los 800.000 edificios con varias viviendas -los unifamilares no tendrán problema- se han tenido que adaptar o, apenas, lo están haciendo para seguir disfrutando de la oferta gratuita de la pequeña pantalla. Y esto no será gratis, la derrama que tendrán que abonar las comunidades de vecinos para adaptar su antena costará entre 100 y 700 euros.
145 millones en subvenciones
Sin embargo, como este cambio en la TDT se tiene que hacer sí o sí antes del 30 junio en virtud de lo que ha dictaminado la Unión Europea para aplicar el 5G, el Gobierno de España ha tomado cartas en el asunto. Es decir, como el cambio es obligatorio, el pasado 21 de junio el Consejo de Ministros aprobó una partida de 145 millones de euros para sufragar los costes de la adaptación de las antenas en los diversos edificios. Pero, ¿cómo pueden las comunidades de vecinos beneficiarse de una subvención para adaptar su antena?
Pues bien, primero la comunidad ha de realizar uno de los tres tipos de adaptaciones que deben de hacerse para que su antena coja la nueva frecuencia. Antonio Fernández-Paniagua, subdirector general de Planificación y Gestión del Espectro Radioeléctrico, ha explicado a EL ESPAÑOL que “el primer tipo de adaptación del sistema de recepción lo tienen las casas individuales, las cuales sólo necesitan resintonizar su televisor, pero no tocar la antena. En el segundo tipo, los edificios comunitarios de tamaño medio o pequeño tienen que reprogramar sus antenas centrales para que coja nuevas frecuencias. Y, en el tercer tipo, hay edificios más grandes que necesitarán el amplificador de antena para que éste pueda coger las nuevas frecuencias. Dicho amplificador se instala y se retiraría el antiguo”.
Y es, a posteriori, cuando la Administración Pública paga a las comunidades de vecinos una subvención de entre 104,30 euros y 677,95 euros, en función del tipo de adaptación que necesite cada antena y edificio. Aun así, lo que más se está haciendo es "adaptar los amplificadores”, según explica el antenista Patricio a este periódico, es decir, el tipo de instalación más cara.
Los requisitos del Gobierno
En todo caso, hay que destacar que la subvención del Gobierno no se da así como así. Es necesario cumplir varios requisitos. Por un lado, el calendario es importante: el 30 de junio la señal de TDT antigua ya estará apagada en toda España. Y hasta el 30 de septiembre se podrá solicitar el subsidio. Después no.
Por otro lado, la documentación que se debe presentar es fundamental. Miguel Ángel García Argüelles, director gerente de la Federación Nacional de Instaladores e Integradores de Telecomunicaciones (FENITEL), aclara a este medio que “tras realizar la adaptación de la antena, hay que documentarla con un boletín de instalación y con la factura”.
Según el antenista Patricio, que lleva 25 años trabajando en el sector, “el boletín es algo que no era obligatorio darlo salvo en primeras instalaciones de antenas”, por ello, los vecinos han de estar atentos para solicitárselo a la entidad que contraten. Pese a esto, para que el boletín de instalación sea válido, la empresa de antenistas ha de estar inscrita en el Registro de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. Un requisito que Telecomunciaciones Hartele S. L., donde trabaja Patricio, cumple a la perfección.
Además, García Argüelles destaca que “la comunidad de vecinos tiene que estar legalmente constituida y ha de acreditar su cuenta bancaria” para poder recibir la subvención. Por tanto, desde la fecha hasta los documentos son requisitos indispensables para que el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital reembolsen lo invertido a las comunidades de vecinos. Si hay algo que no se cumple, les quedan dos opciones: o abonarlo de su bolsillo o renunciar a ver muchos canales gratuitos de la TDT.