Unas horas antes del crimen, Manoli y Benjamín fueron vistos en el rastrillo de Fuenlabrada comprando fruta y verdura con total naturalidad, como un día más. Solían salir a pasear mucho, se dejaban ver por el centro de esta ciudad del sur de Madrid, donde vivían desde hace tres décadas y conocían a todo el mundo. Este miércoles a mediodía, Benjamín mató a Manoli a puñaladas y se intentó suicidar. Segundo crimen machista en menos de 24 horas y el duodécimo en lo que va de año.
Manuela San Andrés nació en Finisterre (Galicia) hace 75 años. Era hermana de cinco personas y madre de ninguna. La pareja nunca tuvo hijos. Sin embargo, su hermana Maricarmen, su cuñado y su sobrino viven en la misma calle, Miguel de Unamuno. En el número 11, este miércoles se ha habido un terrible crimen.
Todo comenzó cuando Manoli llamó a la puerta de su vecina Guadalupe, que vive en la puerta contigua. Manoli sangraba del cuello y el tórax por varias puñaladas, pero estaba consciente. Lo único que consiguió decir Manoli fue “mi marido está en el salón”. Acto seguido se desplomó y entró en parada cardiorrespiratoria.
Guadalupe llamó al 112 en cuanto vio a su vecina caer ante su puerta. Los servicios de Emergencia llegaron rápido y atendieron a víctima y asesino. Los sanitarios se encontraron a Manoli en el rellano y a Benjamín en la cocina. Ambos estaban inconscientes y rodeados de sangre.
Consiguieron reanimar el corazón parado de ambos, sin embargo, Manoli murió de camino al Hospital 12 de Octubre; él está grave pero estable en ese mismo centro. Todo indica que, tras apuñalar a Manoli, Benjamín se intentó quitar la vida.
Jubilados bailarines
Hay tres cosas que nunca faltan en Fuenlabrada: centros de día para mayores, centros de atención a la mujer y un buen desfile de carnaval. Manoli solía acudir a clases de baile en el centro de mayores Los Rubiales. Sus compañeras de baile la recuerdan como una mujer con mucha soltura en la pista, alegre y con un porte impropio de sus 73 años. También solía jugar cartones en el bingo.
“Ella andaba mucho. Solían salir a pasear los cuatro: Manoli, Benjamín, su hermana y su cuñado”, relata Eufemia, vecina del número 11 de la la calle Miguel de Unamuno desde hace 43 años. “Veraneaban en Benidorm, yo me los he encontrado ahí. No me lo explico… Eran buena gente, llevaban fácilmente 35 años casados…”.
“Tenía ese carácter gallego que… ¿Sabes lo que te digo? Acogedora, solidaria y alegre. Llevaba más de 30 años aquí pero no había perdido nada el acento. Su hermana Maricarmen me ha ayudado alguna vez a cuidar a mi nieto, es encantadora también", cuenta Javier, otro vecino jubilado y trastornado por este terrible suceso.
Fuenlabrada es una ciudad envejecida, como casi toda España. Este municipio recibió a finales del siglo pasado a muchos trabajadores emigrados de otras partes del país, como es el caso de Manoli y Benjamín. Ella era ama de casa nacida en Galicia; él, profesor y extremeño. La juventud del municipio la componen en parte la segunda generación de los migrados nacionales y otra gran parte de inmigrantes internacionales.
El municipio cuenta con varios puntos para ayudar a las mujeres que sufren malos tratos. Manoli vivía a ocho minutos a pie de uno de ellos. De la comisaría de Policía Nacional, en cambio, le separaban solo cuatro minutos. Al menor signo de maltrato, Manoli lo tenía todo a mano. Sin embargo, no constan denuncias previas de malos tratos por parte de Benjamín. Y es más, los vecinos nunca vieron un gesto machista de él hacia ella.
Lo tercero que nunca falta en Fuenlabrada, el desfile de carnaval, pasaba por su calle. Todos los años por estas fechas, la calle Miguel de Unamuno tiñe de color, disfraces y un recorrido único en la Comunidad de Madrid. Este miércoles, debido al terrible suceso, se ha suspendido la última jornada de esta animada fiesta en Fuenlabrada. El Ayuntamiento también ha decretado dos días de luto oficial y ha celebrado una concentración en la Plaza de la Constitución para mostrar el rechazo a este crimen machista.
Este es el último, pero ha sucedido solo 12 horas después del asesinato de Marimar en Aznalcóllar (Sevilla) por parte de su celoso marido. La violencia contra las mujeres se ha cobrado dos vidas en un miércoles negro.
Un huraño extremeño
“Un poco cascarrabias”, esa es la descripción de Benjamín Serrano que ha dado una vecina anónima a este periódico. “Estaba jubilado. Fue profesor, pero no sé de qué”, cuenta un segundo vecino. El asesino no era un persona tan sociable como su mujer y víctima. Algunos paisanos de su mismo bloque afirman que no resultaba simpático a primera vista.
Otros, en cambio, no hablan una mala palabra de él y le definen como un hombre sano y normal. Benjamín es natural de Badajoz y tiene 73 años. Ahora se recupera de sus heridas en el hospital del sur de Madrid, allí donde su mujer no llegó con vida.
En la tarde de este miércoles, muchos vecinos se han acercado a arropar Maricarmen, la hermana menor de Manoli a quien el suceso le ha pillado completamente desprevenida. “Jamás pensamos que esto nos podía pasar a nosotros”, ha confesado con lágrimas en los ojos. Se ha enterado del asesinato de su hermana por una fría llamada de los servicios de emergencia.
Manuela San Andrés Atán, de 75 años, es la duodécima mujer asesinada por un hombre desde que ha comenzado el año. En España, en 2020, también han sido asesinadas Mónica, de 28 años; su hija Ciara, de tres; Olga, de 63; Judit, de 29; Mary, de 73, Manuela de 79 años; Rosa, de 40; Lorena, de 41 años; Clara, de 47; Ana, de 38 años; Alina, de 34 y Marimar de 43. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018 y 55 en 2019.