Cuando Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, comparecía ante los medios de comunicación este lunes, lo que más reclamaba, desde el minuto uno, era precaución y prudencia. Simón, médico de referencia y epidemiólogo reconocido, alegaba lo mismo una y otra vez, sin parar. Precaución y prudencia. Sin embargo, cuando menos se esperaba, deslizó un dato sobre los últimos brotes conocidos de covid-19 en nuestro país: eran “evangélicos”.
“Ýa saben que en Corea el inicio de la transmisión comunitaria se asoció a un grupo religioso”, comentaba el doctor. “En Torrejón hay un grupo religioso en el que se han identificado varios casos y estamos investigando si podrían o no tener relación con algunos otros casos aislados de personas que pertenecen a grupos religiosos similares”.
Era la primera vez que, en la explicación oficial que ofrece el Ministerio de Sanidad en cada una de las ruedas de prensa que está celebrando periódicamente, se incluía algún tipo de etiqueta religiosa. Y no ha sentado nada bien a la comunidad afectada: “¿Por qué nadie dice si el resto de contagiados son católicos?”
Así se expresa el portavoz de Alianza Evangélica de España, Pedro Tarquis. Él, que también es médico, representa a la corporación interdenominacional más antigua del actual protestantismo evangélico y que engloba a la gran mayoría de los evangélicos españoles. “¿Por qué no se informan de contagios que acuden a una parroquia católica o a una asociación pero sí se dice que son evangélicos?”, comenta en conversación con EL ESPAÑOL.
"Foco" de Sanidad
“Nos sentimos incómodos con el foco que nos ha puesto Sanidad”, se sincera. “Es algo lógico estadísticamente”, explica, dado que, según la Federación Evangélica Española, en nuestro país hay cerca de un millón de ciudadanos que profesan esta fe. En la Comunidad de Madrid, siguiendo la misma fuente, viven aproximadamente 60.000 evangélicos.
En la información proporcionada por Sanidad se ha apuntado a dos focos diferentes de propagación del coronavirus entre protestantes: uno, primero, en Torrejón de Ardoz, y otro segundo en Leganés. En ambas ciudades madrileñas conviven nutridos grupos de fieles. Sin embargo, la Alianza Evangélica de España afirman que “son comunidades distintas, diferentes, que no guardan relación”.
De hecho, aseguran que se trata únicamente de algo casual. “Los afectados no tienen relación previa, ni han participado en algún encuentro de fe. De hecho profesan ideas diferentes”, desliza Tarquis. “Lo anecdótico se está convirtiendo en un manto de sospecha”. “Se nos ha señalado sin que podamos defendernos”, suspira.
"Causantes en vez de víctimas"
El malestar reside, principalmente, en el peligro de la asociación de ambos conceptos. La noticia les ha caído como un jarro de agua fría y temen que pueda convertirse en un estigma para su religión.
Desde FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España) consideran que el desliz de Simón se trata de un “gravísimo error”. “Creemos que relacionar casos de Comunidades Autónomas diferentes por el solo hecho de tratarse de fieles de fe evangélica es una grave irresponsabilidad", cargan.
A sus ojos, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, que goza de una amplísima reputación y que ya lidió y estuvo al frente de casos tan mediáticos como la gripe A, el ébola, el zika o la listeriosis, les ha dejado como “posibles causantes de un contagio”, en lugar de víctimas.
Un daño "irreparable"
Así, califican el daño causado de "irreparable" ya que ha contribuido a la "desinformación generalizada" en la que en varios lugares trataban estas agrupaciones de "foco de los casos" de la patología en la zona.
"Consideramos que el dato de la profesión religiosa de las personas contagiadas por el coronavirus no solo es absolutamente irrelevante desde el punto de vista sanitario, sino que además es altamente estigmatizante y una información peligrosa para la convivencia en un contexto de psicosis colectiva como el actual", expone FEREDE.
Sobre todo por la segunda parte de la frase que adujo Simón, pero que no resonó. “No tenemos certezas de si son el mismo grupo o no. Mejor vamos a ser muy prudentes”. Hasta ahora.
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