Hasta la semana pasada, todo eran interrogantes alrededor de la muerte de Iván Toribio: el qué, el cómo, el quién y, sobre todo, el porqué. Solo se sabía el cuándo y el dónde. Este cacereño fue asesinado el pasado 16 de febrero en Anchuelo (Madrid). El pasado miércoles 25, seis semanas después del crimen, un hombre y una mujer fueron detenidos acusados de matar a Iván. Además, otras tres personas también fueron arrestadas por presuntamente encubrir el crimen. Lo único que se sabe de estas personas es que eran sus vecinos, según ha explicado el abogado de la familia a EL ESPAÑOL.
Iván tenía 29 años y era natural de Alcuéscar (Cáceres), un municipio cacereño donde era muy querido. Hace dos años que salió de su pueblo para buscar trabajo, según relata su hermano Adán al otro lado del teléfono. En Anchuelo, donde murió, llevaba “unas 2 semanas o 10 días”, afirma Adán. En el momento de su muerte, Iván trabajaba en un restaurante de Alcalá de Henares.
El pasado 16 de febrero su cuerpo fue hallado sin vida en el interior de un piso presuntamente okupado. El joven fue asesinado a golpes y cuchilladas. Esto cuadra con el testimonio de los vecinos que aseguraron haber oído una pelea. ¿Era esa casa donde vivía Iván? Ni su propia familia lo sabe. “Supuestamente estaba en una casa que había pagado. No te sé decir si la casa la llevaba gente okupa, porque lo desconozco por completo. Está todo bajo secreto de sumario y no tenemos ni idea de nada”.
La idea de que Iván viviera okupado se le hace muy extraña a su hermano, ya que el joven siempre había compartido piso desde que salió de Alcuéscar. “Yo he estado con mi hermano en Madrid y vivía en piso compartido, como todos… Pero, aunque hubiera sido una vivienda okupa, ¡no tienen por qué matarle!”, lamenta Adán.
Según las informaciones publicadas por el diario Abc a lo largo del pasado mes de febrero a Iván le llamaban El Extremeño, vivía okupado y se negó a pagar a la mafia de okupas que le consiguió el piso. Según este periódico, que cita a fuentes cercanas al caso, la mafia le había advertido en varias ocasiones de que pagara, hasta que los ‘acreedores’ se hartaron y le mataron.
Todas estas informaciones provocaron la indignación de la familia de Iván, que desmintió enérgicamente estas acusaciones. Su hermano Adán, convertido en portavoz de la familia, afirmó que el fallecido no era un delincuente y piensa emprender acciones legales contra los medios de comunicación que le han tachado como tal. “El abogado va a tener trabajo…”.
#JusticiaporIván
Con el objetivo de honrar la memoria de su hermano y desmentir la que se ha publicado sobre él, Adán puso en marcha la campaña #JusticiaporIván. La página de Facebook con este sobre nombre tiene ya más de 1.000 me gusta. Semana tras semana se repiten las palabras de cariño hacia Iván por parte de su familia y vecinos de Alcuéscar.
“Eterna sonrisa la tuya que jamás vamos a olvidar, cómo olvidar la alegría que desprendías a cualquier sitio que ibas, por eso te quiere tanta gente y te vamos a querer siempre. Te echamos muchísimo de menos, te queremos”, publicaba esta página la semana pasada, acompañada de una foto del fallecido. “A día de hoy me escribe muchísima gente de Madrid y de Alcalá que no me conoce de nada y me pregunta qué tal estoy. Todos los días me escribe alguien”, relata su hermano.
No hay más que echar un vistazo al muro de esta página para ver que el fallecido era una persona muy sociable y querida: “Tenía amigos de todos los colores y religiones. Se llevaba bien con todo el mundo”. Además, trabajaba muy bien: Era muy profesional. Tuvimos un bar juntos y era una máquina. ¡Si es que llenaba el bar! ¡Tenía clientes que venían solo por él! Es más, en su trabajo de Madrid seguían preguntando por él cuando lo dejó”.
Los dos padres de Iván viven y, además de Adán, tenía otra hermana “y muchos tíos y primos. No se llevaba mal con ninguno”. La familia se enteró de lo ocurrido por una llamada de la Guardia Civil. Los padres del fallecido se trasladaron a Madrid, donde aguardaron dos días a que se le realizara la autopsia. Finalmente, Iván fue enterrado en su pueblo natal.
“Cuando pasó esto, no nos pusieron ningún psicólogo, ni cuando mis padres estuvieron allí [en Madrid, durante la autopsia]. No nos ha llamado ningún partido ni ninguna autoridad. ni las autoridades nacionales, ni extremeñas, ni siquiera las locales. Estamos luchando solos”, lamenta su hermano.
Pesa sobre la causa el secreto de sumario y durante cerca de mes y medio, la familia no ha sabido ningún detalle de la investigación. Hasta que la Guardia Civil detuvo el el pasado 25 de marzo a dos presuntos asesinos y a tres encubridores.
“Por fin una buena noticia: los ASESINOS de Iván ya están donde todos estábamos deseando, en la cárcel.Ahora más que nunca tenemos que seguir luchando juntos.Desde aquí os damos las gracias de nuevo a todos,vecinos, amigos,familiares,conocidos y nombrar a la Guardia Civil por su gran trabajo”, publicaba la página Justicia por Iván en Facebook.
La familia sigue sin explicarse cómo ha podido suceder esto y esperan que el juicio esclarezca este crimen plagado de incógnitas. “No nos explicamos cómo a una persona como Iván, que se lleva bien con toda la gente le hayan podido hacer esto. Gracias a toda la gente que nos apoyado. Solo queremos que se haga justicia”.