“Allí no nos falta el trabajo. Es más, para venirnos, nos buscamos a alguien que nos sustituya. ¡Y fíjate, ahora nos vemos en esta situación tan complicada!”, exclama Juan Francisco, que tiene una hija de tres años. Junto a la madre y la cría, reside en Francia entre 10 y 11 meses al año.