"No eres humano; eres un mono, negro de mierda": el audio de la agresión racista de los Mossos
Un juez investiga a seis agentes que insultaron, vejaron y humillaron a un joven de 22 años por ser negro. Incluso llegaron a dispararle en las costillas
15 junio, 2020 16:19Noticias relacionadas
“Tú no eres humano. Tú eres un mono. Negro de mierda”.
La frase racista pudiera parecer salida de una grada ultra en un estadio de los 90. Pero ha sido proferida por un agente de Mossos d’Esquadra durante una polémica detención. Wubi, un joven de 22 años residente en Sabadell, fue objeto de agresiones, humillaciones y vejaciones racistas por parte de 6 agentes de la policía autonómica catalana. Un juzgado de Manresa investiga las actuaciones.
EL ESPAÑOL publica un extracto del audio que Wubi grabó en enero de 2019 en la comarca del Bages, su anterior lugar de residencia. El archivo es testigo de una actuación policial desproporcionada, en la que al arrestado se le insulta y humilla gravemente por el color de su piel en varias ocasiones. Entre golpes y gritos, uno de los agentes reconocen abiertamente que es racista: “Racista es poco, mono de mierda”, le espeta uno a un Wubi inmovilizado y sufriendo una crisis de ansiedad. Otro contesta que racista no es, que es ordenado.
Salta el caso en mitad de las revueltas provocadas por la muerte en Minneápolis (EEUU) del afroamericano George Floyd a manos de un policía. El caso de Wubi ha sido denunciado por SOS Racismo, que no ha querido desvelar la nacionalidad de Wubi “porque no es relevante. La cuestión es que le han agredido y humillado por ser negro. Eso no significa ni que sea extranjero. Puede ser un ciudadano español, pero no lo vamos a referir. Porque esta ha sido una agresión racista y a la policía no le importa la nacionalidad, sino el color de la piel.
“¿Eres el jardinero?”
La tarde del 10 de enero de 2019, Wubi, un joven negro que entonces tenía 20 años y residía en el municipio de Sant Feliu de Sasserra, sale a la calle a pasear a su perra. Son las seis de la tarde. Al mismo tiempo, se está llevando a cabo un desalojo en la zona, por lo que hay presencia policial. Cuando Wubi llega al parking, es abordado por una patrulla conformada por 6 Mossos d’Esquadra. Según su versión, ahí empezaron los insultos racistas: los policías le preguntaron si era el jardinero del edificio. Cuenta el chico que prosiguieron lanzándole bolsas de basuras, escupiéndole e insultándole. Él se asusta y emprende la huida.
Los Mossos salen en pos de él y la disparan, aunque el disparo no le alcanza. Wubi logra escapar. Cuando se siente en un lugar seguro, llama a sus vecinos para explicarles lo que ha pasado. Uno de ellos le contesta que ya es tarde, que la policía autonómica les está registrando sus viviendas en su busca. Wubi dice que, para no perjudicar a sus vecinos, decide volver al edificio.
Es entonces cuando, temiendo tal vez una actuación desproporcionada contra él o represalias por su huida, enciende la grabadora. Se reencuentra con los Mossos d’Esquadra, que le piden la documentación y recriminan que se haya escapado. Es entonces cuando lo reducen y le empiezan a pegar, a pesar de los gritos de Wubi intentando que detengan las agresiones. En el transcurso del arresto, se producen los insultos racistas.
“Soy racista”
Wubi, en el suelo a la fuerza, chilla y pide que dejen de pegarle. Uno de los agentes se le acerca, le ordena que le mire a los ojos y le pregunta: “¿A que no has visto nunca el demonio tan cerca?”. Otro se incorpora y le revela que ha sido él quien le ha disparado: “Porque he fallado. Si no, te reviento las costillas”. El forcejeo y los golpes se prolongan durante más de un minuto. Él chilla y les pregunta por qué le tratan así. “Sois unos racistas. ¿Es porque soy negro, no?”. Un agente le contesta que sí, que es correcto, que es por ser negro y que es racista. “Soy racista, mucho. Racista no, lo siguiente”, apuntilla. Otro le corrige y dice que no es racista, que es “ordenado”. Todo en un evidente tono de burla y humillación
En un momento dado, Wubi, con un ataque de ansiedad evidente, les pide por favor que no abusen de él y dejen de pegarle, que él también es humano. El policía que se define a sí mismo como racista le dice que no: “Tú no eres humano. Eres un mono, hijo de la gran puta”. Prosigue además diciéndole que la próxima vez que vea a la policía huya, pero más lejos de África. Entretanto, va profiriendo insultos contra el chico (los que más se repiten son “negro de mierda” e “hijo de la gran puta”) y le va agrediendo: “Esta por la de antes y esta por la de ahora”.
A medida que le van pegando, aprovechan las agresiones para seguir con la dinámica racista: “Ye te dije por teléfono que te iba a pegar una hostia que te iba a volver blanco”. Tras 7 largos minutos, Wubi es esposado y montado en el furgón policial. La conversación sigue entre los agentes, que señalan en catalán “la chusma que se nos está metiendo en este país”.
El caso se encuentra en instrucción en un juzgado de Manresa. Desde SOS Racisme señalan que “no se trata de un caso aislado; hay un problema estructural de racismo en la policía”. Wubi prefiere no hacer declaraciones. El chico grabó recientemente un vídeo y lo subió a redes, explicando su experiencia. Asegura que ha sido la peor experiencia de su vida y que no se la desea a nadie en el mundo. Los policías implicados, entretanto, siguen trabajando en sus puestos de trabajo y no se les han aplicado medidas cautelares.