La residencia de los horrores del embaucador José Luis: 'dormía', robaba y chuleaba a los ancianos
El exdirector de Vitalia, en Las Rozas de Madrid, "en connivencia con la médico", drogaba presuntamente a los residentes para estafarles 270.000 €.
24 julio, 2020 02:45Noticias relacionadas
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Es un día caluroso de julio. Uno más en el día a día de los ancianos residentes en el centro para la tercera edad Vitalia, situado en Las Rozas, un municipio del noroeste de la Comunidad de Madrid. Se levantan, desayunan y pasean por el recinto con sus mascarillas, pues el Covid-19 se ha cebado con las personas mayores. Toda medida es poca durante la nueva normalidad. Y, de repente, la noticia salta y sobresalta la tranquila vida de esta residencia: la Guardia Civil ha detenido a su exdirector, José Luis B. (49 años). El motivo: el exgerente de la entidad se ganó presuntamente la confianza de al menos seis personas de 90 años o con un alto grado de discapacidad y dependencia para -también presuntamente- estafarles dinero de sus cuentas bancarias. Las primeras investigaciones del Cuerpo Armado indican que el director llegó a apropiarse -como mínimo- de 270.000 euros.
“A Blanca, aquella mujer de verde, José Luis le robó 25.000 euros de su cuenta”, explica a EL ESPAÑOL Jesús, un residente que se resguarda bajo la sombra de un toldo. El sol aprieta y el hombre, con su gorra blanca puesta y su bastón en mano, atiende a los medios desde el otro lado de la valla periférica de Vitalia. Blanca, desde el otro lado del patio, también bajo una sombra pegada a la puerta principal del centro para soportar mejor los 34ºC, grita: “¡No puedo hablar, lo siento!”. Los demás ancianos, con los semblantes preocupados bajo sus mascarillas, callan. No saben qué pensar, pues, a pesar de la detención del exdirector, ellos dormirán en la residencia una noche más.
Pese a ello, la portavoz de la Benemérita de la Comandancia de Madrid asegura a este medio que el exdirector de Vitalia no cometía su presunto crimen solo. “El detenido actuaba en connivencia con la médico de la residencia, que suministraba a las víctimas altas dosis de insulina, que provocaban somnolencia en los ancianos”, asegura la agente de la Guardia Civil. La mujer “de mediana edad”, en palabras de la guardia civil, y de “origen sudamericano”, según Pilar -nombre ficticio para salvaguardar su identidad-, hija de dos antiguos residentes, inyectaba a los ancianos elevadas dosis para adormecerlos. De hecho, uno de los ancianos llegó a estar ingresado por hipoglucemia, peligrando incluso su vida.
Era cuando José Luis aprovechaba su “don de palabra y su sonrisa atrayente”, según lo describe Pilar, para cometer sus fechorías. Hablaba con los ancianos con cariño y se los camelaba, aprovechando su debilidad física y mental; y atacaba, cual lobo hinca el diente a una oveja desvalida. José luis hacía que los ancianos presuntamente le dieran su dinero hasta acumular un monto de 270.000 euros. Pero sus acciones llegaron a su fin cuando “fue despedido el pasado octubre de 2019”, explica a los medios Antonio Moral, actual director de Operaciones de Vitalia. Entonces se sospechaba que había hecho algo. Hasta este jueves, cuando la Guardia Civil anunció su detención.
“La verdad no me extraña que hayan detenido a José Luis. Era una persona simpática al principio, pero cuando uno criticaba la mala calidad de vida de los residentes, se volvía chulo y grosero. ‘Si tan descontenta estás, ahora mismo hago las maletas de tus padres y te los llevas’, me dijo una vez que discutí con él”, recuerda a este medio Pilar, quien tuvo a sus padres en Vitalia desde septiembre de 2016 hasta septiembre de 2019. Al final, la hija de los exresidentes se los llevó. Su padre fallecería unos meses después, pero su madre aún vive. “Sólo quería que José Luis entrara en razón y mejorase la comida de mis padres y las instalaciones. Él no escuchaba”, se queja la citada familiar de estos ancianos, que tenían 90 años cuando salieron del centro de mayores.
Cargos en la tarjeta del fallecido
La Guardia Civil, sin embargo, comenzó investigar al exdirector José Luis y a la médico sin escrúpulos cuando uno de los familiares de las seis víctimas denunció que sospechaba que el personal de Vitalia estaba sacando dinero, de manera fraudulenta, de la cuenta corriente de su familiar, ya fallecido. “El hijo de uno de los ancianos denunció que le seguían haciendo cargos a su padre ya fallecido en la tarjeta. Se descubre entonces que la tarjeta nunca llegó a ser devuelta a los familiares tras la muerte del anciano y que se quedó en la residencia”, explica la agente portavoz, en conversación telefónica con este periódico.
Fue cuando la Benemérita tiró del hilo para saber hasta qué punto José Luis B. y su ayudante habían hecho uso de su posición en la residencia de los horrores para lucrarse. “Hasta ahora hemos constatado hasta seis residentes estafados, tres de ellos ya fallecidos”, informa el Cuerpo Armado, que continúa con sus pesquisas para determinar si ha habido más víctimas. “Creemos que el presunto delincuente lleva actuando así desde 2015. Por ello, no descartamos que haya más estafados”, explica la portavoz de la Guardia Civil.
La intervención de la Benemérita, de hecho, ha sido clave para frenar la sangría de dinero que José Luis B. desviaba de las cuentas de los ancianos a sus bolsillos. “Los guardias civiles consiguieron cancelar un traspaso de 122.000 euros entre cuentas, proveniente de un fondo de pensiones de una residente, del cual pretendía apoderarse”, explica Europa Press.
Quejas de ancianos y familiares
Pese a que los responsables actuales de la residencia Vitalia, en Las Rozas, han colaborado con la Guardia Civil, los ancianos están disconformes con su día a día en su hogar. “La comida es malísima, somos como muertos para ellos”, denuncian los pocos octogenarios que se atreven a abrir la boca ante los medios. Y es que hay ley del silencio. La residencia asegura que los ancianos pueden “hablar libremente”, pero lo cierto es que ellos mismos dicen que no pueden.
“La situación en esa residencia lleva así años. No sé cómo estará ahora, porque mis padres la abandonaron el pasado septiembre. Pero antes, bajo la dirección de José Luis, los platos, por ejemplo, eran de plástico y estaba rayados por el uso excesivo. Nunca los cambiaron. Las jarras de agua las llenaban en el baños y mi padre, lúcido, se quejaba de la bajísima calidad de la comida. Era indignante que pagando una habitación doble, que costaba unos 1.800 euros al mes -en régimen privado-, mis padres no tuviesen derecho a una mayor calidad de vida”, asegura Pilar, hija de dos exresidentes.
Pese a todo, este medio ha hablado con familiares de ancianos que actualmente viven en Vitalia. Una mujer, con un vestido florido, que salía junto a su hijo adolescente de visitar a su familiar, cuenta que “agradece que la actual subdirectora se haya puesto en contacto con las familias de los ancianos para contarles la detención del exdirector y la médico”.
Director de residencias desde 2003
Y es que nadie se ha quedado indiferente en Vitalia al conocer que José Luis B., exdirector de la residencia Vitalia y de la anterior denominación del centro, Solyvida, haya sido detenido por estafar a los ancianos 270.000 euros desde 2015. Pese a ello, según la red social LinkedIn, José Luis dirigía el lugar desde 2003 y muchos familiares y residentes se han quejado este mismo jueves de toda su gestión. Pero, sin duda, la gota que ha colmado el vaso ha sido la gran estafa perpetrada junto a la antigua médico.
Ahora, la Guardia Civil investiga a José Luis por un presunto delito de estafa e investiga a la médico, de entre 30 y 40 años, por un presunto delito de lesiones y otro de estafa por drogar a los ancianos. También, el Juzgado de lo social y el Juzgado que instruye la causa han bloqueado un depósito de 80.000 euros que el ya detenido tenía previsto cobrar por un despido improcedente en octubre de 2019 y quedar depositado para hacer frente a las indemnizaciones.