El gazpacho es, con diferencia, una de las comidas más típicas del verano. De hecho, beberlo evoca cierta nostalgia, recuerdos de cuando éramos niños -ya sea jugando en el pueblo o pasando las mañanas en la playa-. Los cocinillas preferirán hacerlo en casa, de forma tradicional y siguiendo las pautas marcadas algún día por sus abuelas -lo más probable-. Pero muchos han crecido -quizás sin saberlo- con dos marcas que nacieron en Murcia y que les han proporcionado el privilegio de disfrutar de este alimento de forma rápida e inmediata: Alvalle y García Carrión -proveedora de Mercadona y la que fabrica los gazpachos de marca blanca Hacendado-.
Alvalle fue comprada por la multinacional americana PepsiCo en los años 90, momento en el que aumentó las ventas de gazpacho y apostó por darle una visión internacional. Mientras que desde García Carrión siguió trabajando en sus distintos productos para poder comercializarse en otros países, crearon la marca Don Simón y ampliaron el número de clientes, llegando a trabajar con algunas de las mayores potencias de supermercados del país -como Mercadona (Hacendado), Euromadi (que abarca Supersol, Spar, Alteza y Coviran) o Ifa (Gadisa, Hermanos Martín, Condis y Alimerka) entre otras-.
Ahora, ambas se disputan el trono del gazpacho nacional: García Carrión, gracias a su alianza con Mercadona, gana la carrera vendiendo el 60% de lo que se produce en España; y Alvalle -a pesar de ser la marca más reconocida- hace lo propio con el 26,5%.
¿Cuál elegir?
Conocida la batalla, la gran pregunta es: ¿cuál elegir? Para gustos, colores. En cualquier caso, algunos detalles te pueden hacer decantarte por uno u por otro. El litro de Alvalle, por ejemplo, cuesta 3,49 euros, y el bote de 250 ml sale a un euro.
Por su parte, el de García Carrión, el que se vende bajo la marca blanca de Mercadona, Hacendado, sale bastante más económico: los dos bricks de un litro, a través de la página web del supermercado, salen a 2,60 euros.
En cuanto a la calidad, para poder juzgar hay que preguntarse de dónde vienen los productos y con que materias primas se fabrican. En García Carrión mantienen la receta original -tomate, pimiento, pepino, aceite de oliva, sal, ajo y vinagre de Jerez-. Toda la producción se encuentra completamente planificada por sus agricultores, comenzando los cultivos en Sevilla y terminando en Tarragona. Algo que hacen, según explican, para poder contar en todo momento con las mejores hortalizas sin que les afecten imprevistos, y poder así mantener de esta manera su producción anual -que incluso se ha visto incrementada en un 20% respecto al año anterior-.
Alvalle también hace lo propio y se alimenta de productos nacionales -es decir, ambos son fiables-, aunque la dueña de la compañía con origen en Murcia sea PepsiCo. Su proceso es el siguiente: envía sus productos elaborados con las materias primas más cercanas -en un radio máximo de 200 km para la mayoría de ellas-. Con tomates, pimientos y pepinos recogidos en Murcia, Alicante y Almería; cebollas de Córdoba y Valencia; y aceite 100% oliva virgen extra procedente de Córdoba y Jaén, la empresa produce el producto que quiere convertir en un símbolo de la gastronomía mediterránea. Ya que desde la marca tienen “el objetivo de hacer del gazpacho un embajador internacional de la dieta mediterránea y de la cocina española".
Y como no hay verano en el que no falte una botella de gazpacho en la mayoría de los hogares españoles, con recetas que cubren los gustos de cada uno y siguiendo las costumbres que se adaptan a cada familia, Alvalle quiso seguir esta dinámica para poder alcanzar el mayor número de personas posible y poco a poco fue añadiendo nuevos productos para ofrecer una gama cada vez mayor. Eso sí, siempre manteniendo la receta original de su producto estrella y sumando otros con los que complementarlo.
De esta forma, la marca ha querido adaptarse también a sus clientes internacionales y ha introducido modificaciones a sus productos, incluyendo las cremas frías para su segundo gran comprador: Francia. Además de distintas variedades para Bélgica, Países Bajos, Suiza, Austria, Reino Unido y Portugal-.
Producción
Pero a pesar de haber convertido el gazpacho en un alimento internacional, la producción de Alvalle sigue resultando inferior a la de los productores de los gazpachos y salmorejos de Hacendado o Ifa -que al estar repartida entre tantos supermercados tiene un volumen de negocio mucho mayor-.
Según los últimos datos recogidos, Alvalle fabricó durante el pasado año 31 millones de litros de este popular alimento -y teniendo en cuenta que cuando lo compró PepsiCo alcanzaba los 5 millones, el crecimiento ha sido más que significativo a lo largo de los últimos años-.
Mientras que la marca líder en los supermercados y dueña de Don Simón, con sus dos fábricas y sus múltiples compradores, produjo 67 millones de litros durante el último año. Comercializando 32,12 millones y ocupando un 60,1% de la participación total del mercado.
Diariamente, García Carrión puede llegar a producir 800.000 litros de gazpacho gracias a la labor de sus trabajadores y al apoyo de los 1.200 agricultores pertenecientes a las corporativas con los que se encuentran asociados. Unas cifras que los sitúan a la cabeza de la producción de gazpacho nacional y les posicionan como líderes en el mercado de este producto tan autóctono y cada vez más reconocido en todo el mundo.
¿Cómo dominan el mercado?
Alvalle -Alimentos del Valle S.A.- fue fundada en Murcia, en 1986, por un grupo de ingenieros emprendedores que querían acercar el "secreto de la abuela" a los hogares de todo el mundo, sin que tuviera que suponer un gran esfuerzo y en todo momento conservando los ingredientes tradicionales que podían encontrarse en cualquier cocina del país -tomate, pimiento, pepino, ajo, vinagre y aceite de oliva-.
De esta manera, comenzaron su propia compañía y poco a poco arrancaron la actividad industrial constituyéndose como Alimentos de Valle de Gualentín. Aunque no fue hasta 1991 cuando comenzó a comercializarse el gazpacho Alvalle como se conoce hoy en día, siendo pioneros en el sector y con un producto elaborado con materias primas de la zona, que cumplía con su interés de trasladar un pedazo de tradición murciana a los hogares de todos los españoles.
En esa época, siendo ya finales de los años 90, PepsiCo -la gran multinacional estadounidense- se encontraba ampliando su gama de productos para introducir opciones más naturales y nutritivas, "que se pudieran adaptar a los intereses del nuevo siglo y a la nueva generación que se avecinaba", tal y como ha explicado a EL ESPAÑOL Iker Ganuza, director de la categoría de Alimentación PepsiCo en el Suroeste de Europa.
Y Alvalle, que se encontraba disparando las ventas gracias a su idea del gazpacho embotellado, se cruzó en el camino de la gran empresa, logrando llamar su atención y ganándose su confianza. Lo que les llevaría a invertir en un producto que resultaba completamente nuevo en el mercado y que resultaría un éxito sin precedentes.
Por su parte, García Carrión comenzó su actividad en Jumilla (Región de Murcia) en 1890, cuando el bisabuelo del actual propietario, José García Carrión, construyó una bodega con la que poder exportar su vino a Francia.
100 años después, en 1980, se funda Don Simón, creando el primer vino en brick y ampliando progresivamente su trabajo hasta el mercado de los zumos, néctares, refrescos sin gas y otras bebidas
Poco a poco la compañía comenzó a diversificar sus productos, incluyendo cada vez una gama mayor y llegando a convertirse en el líder en los mercados de zumos y vinos de España, en la primera bodega de Europa y en la quinta del mundo. Además de ser la segunda marca de zumos del continente y comercializándose a día de hoy en más de 130 países de los cinco continentes.
Sin embargo, no fue hasta 1996 cuando la marca empezó a producir su propio gazpacho como parte de su plan de diversificación e incluyéndolo en el programa de integración vertical de la compañía.
En un principio, la familia quiso centralizar la localización de la producción manteniendo las fábricas de Jumilla, aprovechando la categoría de las hortalizas de la región y conservando la esencia original. Sin embargo, poco después decidieron trasladarse a la provincia conocida como la “huerta de Europa” e inauguraron su fábrica en Gádor (Almería). Localización en la que se encuentran a día de hoy y desde la que producen la mayor parte de su gazpacho.
Desde allí, compiten con Alvalle, la marca de PepsiCo, pero siendo, actualmente, los que más venden. La guerra, de momento, tiene ganador, pero no ha acabado.