La Consejería murciana de Salud está realizando un seguimiento a los cerca de 200 invitados a una boda que tuvo lugar el pasado sábado, 15 de agosto, en un salón de celebraciones de la provincia, tras dar resultado positivo el novio en una prueba PCR.
Fuentes de este departamento regional han señalado a EFE que se harán todas las pruebas que el Servicio de Epidemiología considere necesarias para estudiar si hay contagiados entre los asistentes a la celebración que tuvo lugar en el salón Magna Garden, situado en la pedanía murciana de Zarandona.
El novio dio positivo en la prueba PCR que se le ha practicado a los trabajadores y usuarios del centro de menores de Alguazas (Murcia), donde hay, hasta el momento, 24 afectados (17 menores y siete empleados), siendo el contrayente uno de los integrantes de la plantilla de esta instalación.
A raíz de este brote, que obligará a nuevas cuarentenas de sus contactos estrechos, el Gobierno murciano ha decidido aplicar a las de menores los mismos nuevos controles que habrán de hacerse en las residencias de ancianos y los que ya se aplicaban por normativa autonómica.
Por su parte, Salud ha recordado que las bodas son actos de "elevado riesgo", por lo que ha vuelto a hacer una llamada a la prudencia y a extremar las precauciones.
El decreto aprobado en junio por la Comunidad para regular las actividades durante la "nueva normalidad" señala que la ocupación máxima permitida será del 75 % del aforo del local en el que tengan lugar, tanto si se trata de un local cerrado como si se trata de espacios al aire libre.
En todo caso, el número máximo de personas asistentes a la celebración será de 200 en el caso de locales cerrados y de 500 si son en espacios al aire libre, que deberán permanecer sentadas. En consecuencia, no podrá utilizarse la pista de baile para su uso habitual.
Cuando se trate de espacios al aire libre, la cifra de asistentes se podrá ampliar hasta 800 personas en aquellos casos en que los responsables elaboren un plan de actuación específico.