El Emérito Juan Carlos en el hotel Emirates Palace

El Emérito Juan Carlos en el hotel Emirates Palace E.E.

Reportajes

La factura del hotel de Juan Carlos en Abu Dabi ya suma 264.000 €: tras 44 días solo "quiere volver"

Sólo desea volver a Sanxenxo para poder navegar con el Bribón 500. "En Emiratos Árabes se aburre", cuentan a EL ESPAÑOL. 

19 septiembre, 2020 02:10

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El ‘Bribón 500’ sigue surcando las aguas de la ría de Sanxenxo aunque su patrón se encuentre a más de 8.000 kilómetros. De hecho, hace dos semanas ganó sin él la regata ‘Volvo Atesa Cup’ en la localidad gallega. El primero en llamar a su tripulación fue Juan Carlos. No quiso perder la oportunidad de felicitarlos y, a su vez, les aseguró que no se pensaba perder la siguiente. "Llama mucho a sus amigos de aquí, de Galicia. Está bien, pero se aburre allí y se pasa largas horas con ellos hablando por teléfono. Deseando volver. A sus compañeros de regata les ha dicho que en la siguiente competición va a tripular, así que le esperamos con los brazos abiertos", reconoce, optimista, un amigo íntimo del Emérito en la ría de Pontevedra. 

El padre de Felipe VI lleva 44 días fuera de España. A pesar de que ha habido muchos rumores sobre el lugar en el que se encuentra Juan Carlos, el ex Jefe del Estado no se ha movido en este mes y dos semanas del mismo sitio. Desde el día tres de agosto se encuentra en Emiratos Árabes, en Abu Dabi, en una de las suites del hotel Emirates Palace, uno de los más lujosos del planeta. "Siempre que viaja allí se aloja en el mismo sitio y en las mismas habitaciones. Se trata de un negocio que pertenece al estado, es del Gobierno de Emiratos y es como los mandatarios de este país agasajan a sus invitados. Él va siempre, como mínimo, una vez año. Esta vez se ha alargado un poco más, pero ha pasado allí muchas semanas en otros viajes", explica la misma fuente.

El hotel donde se encuentra Juan Carlos es un espectacular complejo con una bahía natural privada y una playa de 1,3 kilómetros. Dispone de 394 habitaciones y suites. Dos grandes piscinas con cascadas artificiales. Tiene una enorme suite llamada ‘Palace’ con tres dormitorios de 680 metros cuadrados y un precio de 12.600 euros la noche. Las más modestas del resto de suites son un poco más discretas, con unos 100 metros. Luego hay otras 22 habitaciones diseñadas para acomodar a Jefes de Estado y es en este tipo de habitación en la que se encuentra el Monarca. La residencia del ex Jefe del Estado cuesta 6.000 euros la noche (es decir, 264.000 las 44), tiene un tamaño de 280 metros cuadrados, con una amplia zona de terraza con vistas al mar. El estilo de la estancia, al igual que el resto del hotel, combina las decoraciones geométricas de tradición árabe con materiales dorados, mármol y mosaicos.

Juan Carlos I, en su viaje en 2012 a la ciudad saudí de Taif para expresar su pésame al rey de Arabia Saudí.

Juan Carlos I, en su viaje en 2012 a la ciudad saudí de Taif para expresar su pésame al rey de Arabia Saudí. EFE

Todas las habitaciones tienen servicio de mayordomo las 24 horas del día, baño en mármol y comedor privado. Además, el emérito puede disfrutar, sin salir del complejo, de 14 restaurantes, varios famosos por su menú de champán y su selección de caviar.

El complejo tiene dos helipuertos, centro comercial y todas las comodidades que se puedan imaginar. Es el tercer hotel más caro del mundo y desde el verano pasado lo gestiona la cadena Mandarin Oriental, superpotencia hongkonesa de los hoteles de lujo.

Aburrido

"Pero por mucho lujo que tengas, si estás solo te aburres, es deprimente. Juan Carlos ha viajado acompañado por su equipo de tres policías de seguridad y ya, nadie más. Así que se encuentra muy solo y sin mucha cosa que hacer", precisa la misma fuente.

El padre de Felipe VI pasa el día en sus habitaciones y en el gimnasio. Su rutina en Abu Dabi es sencilla y no hace nada distinto a lo que hacía en sus últimos tiempos en Zarzuela, cuando la pandemia le obligó a quedarse dentro del reciento y su soledad se hizo más patente que nunca.

Concienzudo con su recuperación de la movilidad, continúa con sus sesiones diarias de fisioterapia. "A los amigos nos ha contado que está a tope con su trabajo para poder volver a llevar el timón en el Bribón. Que se está dando verdaderas palizas de entrenamiento, programadas para su edad y estado, para poder volver al barco y navegar", cuenta.

Juan Carlos no ha estado solo del todo, ya que ha recibido alguna visita de amigos que tiene en el país el Golfo Pérsico y habla mucho por teléfono, tanto con sus conocidos más íntimos como con sus familiares. A la que más llama es a su hija mayor, la infanta Elena. Pero, sobre todo, habla con su abogado, Javier Sánchez Junco. "Necesita volver, así que quiere que se aceleren las cosas y por eso está al habla con él todo el día para tener una excusa para pisar España. Una cosa es estar fuera por vacaciones y otra porque no te dejan regresar. Pero ya te digo que en Zarzuela no tienen ninguna prisa. Saben que en cuanto pise Madrid otra vez estarán de nuevo en el punto de mira. Ya lo dijo Pedro (se refiere a Pedro Campos, compañero de regatas del emérito) que quiere estar en Sanxenxo en octubre y poder participar en la siguiente regata",  confiesa una fuente cercana al cabeza de familia de los Borbón.

Pedro Campos, el último amigo de Don Juan Carlos en la corte de Sanxenxo

Pedro Campos, el último amigo de Don Juan Carlos en la corte de Sanxenxo

Lo cierto es que, a día de hoy, aún no se ha dirigido ningún procedimiento judicial contra él. El ex jefe del Estado no está formalmente investigado ni en España ni en Suiza, aunque en ambos países hay fiscales trabajando en líneas paralelas que parecen terminar en la figura del padre de Felipe VI.

A disposición del fisco

Un día después de su marcha a Emiratos Árabes el letrado de Juan Carlos emitió un breve comunicado en el que quería dejar claro que pese a su viaje "permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna". Y a eso se agarra el ex Jefe del Estado para intentar volver, decisión que se muere por tomar en cuanto le den la más mínima excusa.

El padre de Felipe VI no está de momento imputado, la investigación está a cargo de la Fiscalía del Tribunal Supremo y todavía no se ha dirimido si hay indicios de criminalidad para poner el asunto en manos de un juez. Se esperaba que esta decisión se tomara a mediados de agosto, pero la cosa se ha retrasado. "No hay ninguna prisa. No queremos más ruido sobre este tema. Estamos hartos de trabajar para que luego lo único que salga en los medios es que los Reyes estaban presidiendo un homenaje precioso a Delibes mientras que Corinna da otra entrevista a quién quiera escucharla, esta vez con foto de barbacoa incluida. Es nuestra ruina. El trabajo a la mierda", cuenta enfadado una persona cercana a Zarzuela.

Corinna Larsen y Juan Carlos I en un acto.

Corinna Larsen y Juan Carlos I en un acto. E.E.

La investigación se centra, precisamente, en delimitar o descartar la relevancia penal de los hechos que ocurrieron con posterioridad al mes de junio de 2014, momento en que el rey emérito dejo de estar protegido por la inviolabilidad que el artículo 56.3 de la Constitución española reconoce al Jefe del Estado. Así, de momento, las autoridades suizas han remitido parte de sus pesquisas y es lo que el fiscal Campos está estudiando.

Por ahora Juan Carlos tendrá que continuar mirando por su terraza anhelando la costa española esperando poder dar algún paso que lo lleve de vuelta a su casa, pero no a Zarzuela, sino a su refugio de Sanxenxo, donde le esperan los "únicos amigos que le quedan de verdad. Eso lo dijo él en su cena de despedida el 2 de agosto antes de tomar rumbo hacía Emiratos Árabes. En Zarzuela se siente igual de solo que el Golfo Pérsico, así que es en la ría donde está más a gusto. A ver si le dejan volver", desea su amigo.